Con el 2024 llegando a su fin, es momento de hacer un balance de los lácteos que han ingresado a Colombia libres de impuestos gracias a los acuerdos comerciales del TLC, generando impactos significativos en el mercado nacional. CONtexto ganadero analiza los volúmenes importados y su relevancia para la industria local.

El queso, otro protagonista de las importaciones

Como lo informamos en nuestro portal, hace 2 meses se consumió el 100% del contingente arancelario de leche en polvo de EE. UU., equivalente a 17.261 toneladas. Aunque se demoró casi nueve meses en agotarse, el hecho de que la importación de leche en polvo haya continuado a pesar de los altos inventarios y la crisis lechera que hemos vivido a lo largo del año no deja de generar malestar entre los ganaderos.

«Este año no fue tan acelerado el consumo de cupo, que típicamente se acababa hacia el mes de febrero, incluso en algunos años se acabó la primera quincena de enero. Eso tiene una explicación, y es que la industria tenía muchos inventarios, entonces no se agotó tan rápido. Pero es lamentable que a pesar de esos altos inventarios, el contingente se haya acabado», manifestó Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG.

Ahora, con corte al 21 de noviembre, el reporte de consumo y reserva de los contingentes arancelarios de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN), relevó que otros productos también han mostrado una notable dinámica en 2024. Por ejemplo, el contingente autorizado de quesos de EE. UU. fue de 7.250 toneladas, de las cuales el 66,4 % ya ha sido utilizado. Esto equivale a más de 4.815 toneladas que ya están en el mercado colombiano, mientras que aún restan disponibles 2.400 toneladas​

Los quesos estadounidenses, como el cheddar y el mozzarella, continúan destacándose por su calidad y precio competitivo. Pero también entran productos, a menudo etiquetados con marcas internacionales o colombianas pero fabricados en el extranjero, que se exhiben en los anaqueles de los supermercados.

«Claro, no son las marcas tradicionales de quesos las cuales estamos acostumbrados a ver, sino nuevas marcas que no producen, acopian o transforman un litro de leche, sino que hacen el encargo en Estados Unidos, es decir pura comercialización», detalló Cubillos en esta nota. (Lea en CONtexto ganadero: El enemigo silencioso: Cómo las importaciones de queso han agravado la crisis lechera)

Importaciones de quesos y lácteos procesados

De otro lado, el cupo para productos lácteos procesados provenientes de ese país alcanzó 210,4 t de las 3.452 toneladas, lo que significa que se ha consumido el 6,1 % y resta un 93,9 % para agotarse​. Estos productos, regulados bajo el Tratado de Libre Comercio (TLC), abarcan una amplia gama de mezclas y preparados a base de leche que han ganado popularidad en el mercado local.

Aunque su consumo es menor al de otros productos, es notable que se hayan importado más de 210 toneladas de este producto. Pero resulta aún más sorprendente que han ingresado cerca de 1.830 toneladas de leche de fórmula y otros procesados de la Unión Europea, de las 2.310 t disponibles este año. Esto equivale a un consumo del 79,2 %, faltando un poco más del 20 % para agotarse.

El volumen de quesos procedentes de los países que conforman este bloque económico también es elevado. A lo largo del año han entrado más de 1.772 t de las 4.851 disponibles sin pagar arancel, equivalente a un consumo de 36,5 %. Según Cubillos Pedraza, cada vez más se adquieren lácteos especializados de la UE. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué se ha importado más leche de fórmula de la Unión Europea que de Estados Unidos?)

«Por ejemplo, la importación de quesos ha venido aumentando con la entrada en vigor de los TLC. Acá usted consigue un queso parmesano pero hecho en Colombia, entonces no es parmesano. Por ello, los importadores han encontrado que hay una oportunidad para que los consumidores en segmentos específicos compren más productos de nicho. Por eso traen quesos de Italia, de Francia o de España, y como tiene una denominación de origen, es una ventaja para productos de la Unión Europea», indicó.

La leche en polvo proveniente de la Unión Europea, regulada bajo el acuerdo comercial, tiene un contingente de 8.400 toneladas para el 2024. Hasta el momento, el 35,4 % del cupo ha sido adquirido, lo que representa más de 2.975 toneladas ingresadas al país. Este producto, clave para industrias como la panadería y la confitería, se ha mantenido como una opción más económica en el mercado debido a los precios preferenciales que ofrece el acuerdo comercial.

Días después de conocerse que el cupo de leche en polvo de EE. UU. se consumió por completo, el Gobierno decidió imponer derechos compensatorios provisionales a las importaciones extra cupo. Bajo las condiciones previas del TLC, las toneladas de leche en polvo que entren en 2024 después de consumido el contingente, pagarían un arancel de 4,4 %.

Pero con la decisión del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, se impuso un gravamen ad valorem del 4,86 % sobre el precio FOB, vigente desde septiembre hasta diciembre. Sumado al 4,4 % que ya se había fijado, el arancel extra cupo que pagarán las industrias por cada tonelada será del 9,26 %.

No obstante, a partir del 1º de enero de 2025 se renueva el contingente de EE. UU., que para el próximo año es de 18.987 t y el arancel extra cupo será de apenas 2,2 %. Peor aún, a partir del 1º de enero de 2026, se vence el plazo de esta medida y se podrán importar tantas toneladas como sea posible sin pagar el arancel correspondiente. En el caso del TLC con la UE, la medida se eliminará en 2028 y también habrá vía libre para importar leche en polvo sin pagar impuesto.