logoHeader
Perdidas-productividad-laboral-Fenomeno-de-El-Nino

Foto: elnuevosiglo.com.co

El fenómeno del Niño hará que las pérdidas por productividad laboral superen los $3,7 billones.

economia

Conozca los efectos del fenómeno del Niño sobre la productividad laboral el país

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

Las altas temperaturas ocasionadas por el fenómeno de El Niño tienen un efecto sobre la productividad de las personas que puede llegar a generar pérdidas de casi $4 billones, tanto en el sector formal como informal.

El fenómeno de El Niño ya es una realidad en este segundo semestre del año y así como se habla de los efectos que tendrá en el sector agropecuario y la oferta de alimentos, así como en la inflación, también se deben mirar las consecuencias sobre la productividad laboral.

El Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) estimó el impacto que el Fenómeno de El Niño generaría en el mercado laboral de las principales ciudades y áreas metropolitanas durante los próximos 10 meses y lo estimó en más de $3,7 billones.

Para el cálculo, tomó el salario promedio mensual reportado por el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, estimado en $2.098.239 para el sector formal y $901.246 para el sector informal. Adicionalmente, incorporó los datos de población ocupada reportados por el Dane con corte a abril de 2023; esto es, 6.734.431 personas ocupadas en el sector formal y 4.996.626 en el informal.

De esta forma, se estimó que la población ocupada informal dejaría de percibir $2,88 billones mientras que las pérdidas para el sector formal alcanzarían los $838 mil millones; es decir, un total de más de $3,7 billones. Realizando un comparativo, esta cifra equivale a aproximadamente el 0,25 % del PIB nacional y casi el 20 % de lo que pretende recaudar la más reciente reforma tributaria en 2023.

Desagregando estas pérdidas a nivel geográfico, Bogotá aportaría $1,08 billones, seguida por Medellín ($592 mil millones), Cali ($386 mil millones) y Barranquilla ($343 mil millones).

Cabe mencionar que el costo para el sector informal lo asume el propio trabajador, dejando de percibir esos ingresos u obligándolo a trabajar más horas al día para reponer dichas pérdidas. Por el contrario, para el sector formal, este costo lo asume el empleador, al disminuir las horas trabajadas de sus colaboradores y/o teniendo que asumir el costo de horas extras. (Lea: Ganaderos buscan anticiparse al fenómeno de El Niño)

“La reducción del 6,4 % en los ingresos laborales de los trabajadores informales durante las sequías es motivo de preocupación ya que dificulta aún más los esfuerzos para reducir la pobreza, especialmente en el contexto actual”, señaló Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del Consejo Colombiano de Seguridad.

No obstante, indicó que es importante tener en cuenta que el impacto puede ser mucho mayor ya que el análisis no contempló ciudades intermedias, pequeños municipios, cascos urbanos y áreas rurales donde se concentra un gran porcentaje de los trabajadores informales ligados a las actividades agropecuarias.


Las causas


El incremento de las temperaturas como consecuencia de un Fenómeno de El Niño intenso es la principal causa de la disminución de horas trabajadas, especialmente, en el sector informal o en trabajadores formales cuya labor se lleva a cabo en exteriores.

Esto se debe al estrés calórico que no solo disminuye la productividad del trabajador, sino que también genera efectos negativos para la salud ya que la presencia prolongada en ambientes muy calurosos puede resultar en un aumento excesivo de la temperatura corporal y desencadenar emergencias.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cuando la temperatura supera los 33°C, con una intensidad de trabajo moderada, los trabajadores pierden hasta un 50 % de su capacidad laboral. Incluso, pueden fallecer si la temperatura supera los 40,6 °C. (Lea: Fenómeno de El Niño, ¿estamos preparados para afrontarlo?)

Aunque el fenómeno afecta a trabajadores de diversos sectores, hay ciertas ocupaciones que enfrentan mayores riesgos debido a la intensidad física requerida o al hecho de ser desempeñadas al aire libre. Algunos ejemplos incluyen la ganadería, la agricultura, los servicios ambientales, la construcción, la recolección de residuos, el transporte y el turismo, muchos de los cuales concentran una gran proporción de mano de obra informal.

En el sector formal, por su parte, los trabajadores que laboran en espacios cerrados como fábricas y oficinas enfrentan riesgos si los niveles de temperatura no se controlan adecuadamente. Su incremento puede generar fatiga mental y/o física, náuseas, aceleración del pulso cardiaco, entre otros signos y síntomas. Además, las altas temperaturas pueden afectar la concentración, la coordinación y la toma de decisiones, lo que aumenta el riesgo de accidentes laborales.

De igual manera, las empresas pueden experimentar una escasez de mano de obra en áreas mal acondicionadas donde las personas no están dispuestas a trabajar por el salario actual. Por el contrario, los trabajadores en ambientes climatizados estarán mucho más cómodos y serán más productivos, pero las organizaciones deberán costear el incremento en el consumo de energía, recurso que se limita en temporadas secas debido al descenso en el nivel de los embalses.

Por otra parte, la poca disponibilidad de agua o los racionamientos producto de las sequías también generan pérdida de horas laborales e, incluso, pérdida completa de empleos. De acuerdo con la ONU, al menos tres de cada cuatro empleos en el mundo dependen de la disponibilidad de agua. De igual manera, la baja disponibilidad del recurso hídrico y, con ello, el bajo nivel de los embalses, aumenta el número de apagones eléctricos en un 33 % lo que a su vez impacta directamente la productividad de las empresas.

Durante las sequías también se incrementa el número de incendios forestales que llegan a impactar a las grandes ciudades. Como consecuencia, las nubes de humo generan afectaciones a las vías respiratorias de la población, desde irritación en los ojos y goteo nasal hasta provocar o agravar enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas. Así, la afectación a la salud de los trabajadores impacta directamente en las horas trabajadas.