Mientras Friogán vale operando $172 mil 173 millones, los acreedores financieros quieren desmembrarla para cobrarse 31 mil 173 millones de pesos. La liquidación Judicial de Frigoríficos Ganaderos de Colombia, Friogán, decretada por la Superintendencia de Sociedades el 11 de Julio de 2016, adquiere hoy una importancia inusitada, toda vez que hoy la posibilidad de mantenerla a flote está en poder de una sola persona, el liquidador –representante legal del Fondo Nacional del Ganado en liquidación, el señor Pablo Muñoz Gómez. Sobre sus hombros recae la responsabilidad de habilitar que Friogán siga operando, y evitar así la destrucción de valor para el país y para el sector ganadero. Igualmente impedir que se genere un detrimento patrimonial suficientemente soportado y advertido, y el traslado de los recursos que queden por la venta de la empresas por pedazos al gobierno y no a los ganaderos, quienes fueron los que pusieron la plata a través de la cuota de fomento ganadero y lechero, lo cual, de paso, convertiría un parafiscal en tributo que se aplica a un solo sector. Para fortuna de los accionistas de Friogán y de los ganaderos que tienen participación en esta empresa a través del FNG, Luis Fernando Arboleda Montoya, liquidador-representante legal de Frigoríficos Ganaderos de Colombia, presentó el pasado 25 de agosto de 2017 ante esa Entidad una solicitud para la celebración de un acuerdo de reorganización dentro del proceso de liquidación judicial. Soportó su solicitud con una serie de informes y estudios que demuestran que Friogan es viable y que puede hacer frente a sus acreencias financieras en un lapso de 10 años. Tanto es así que el patrimonio neto de Friogán aumentó $621 millones en el primer semestre de 2017, en razón a la gestión realizada que se tradujo en la generación de utilidades. Pero a la par que el Representante legal-liquidador hacia esta solicitud, los acreedores financieros presentaban otra propuesta que consiste desmembrar la empresa para venderla por partes, solicitando que las Plantas de Sacrificio de Villavicencio, La Dorada y Corozal les sean entregados para el pago de las acreencias financieras, y que las plantas de Sacrificio de Valparaíso y Cúcuta), les fueran entregadas para el pago de los accionistas de Friogán. Resulta pertinente poner sobre la balanza los resultados de los estudios y las dos propuestas. Las acreencias financieras vs Patrimonio Las acreencias financieras suman 31 mil 173 millones de pesos. Corresponden a cuatro bancos: Banco de Occidente, Bancolombia, BBVA y Colpatria. La mayor es la de Banco de Occidente con cerca de 20 mil millones (el 64,2 % del total de acreencias financieras). La de Bancolombia suma un poco más de 4 mil 900 millones (15,8 %). La de BBVA suma $3.278 millones (10,5 %), y la de Colpatria $2.993 millones (9,6 %). Por su parte, el patrimonio de Friogán, es decir el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que tienen los accionistas, suma a junio 30 de 2017, 76 mil 626 millones de pesos. Vale la pena señalar que el principal accionista es el FNG, que representa la participación de todos los ganaderos, la cual asciende a $81 mil 009 millones, que equivale a 78,68 % del patrimonio de Friogán. A decir del liquidador, este monto equivale a 2,59 veces el valor de los avales. En esta cifra se toma en cuenta el efecto que produce la capitalización del IDEA, que aumenta el patrimonio de FRIOGAN en $26.334 millones. Estas cifras demuestran que no es razonable económicamente desmembrar una empresa para pagarle a los bancos. Finalmente, el sistema financiero está precisamente para prestar, y con las buenas expectativas de crecimiento que tiene Friogán, esa deuda se la pagarían en 10 años. Lo que costaría hacer Friogán hoy El liquidador remitió a la Superintendencia de Sociedades en marzo 17 de 2017, los documentos contentivos de la valorización de Friogán como empresa en marcha y la actualización de la valorización de los activos, elaborados, el primero, por la firma Incorbank Ltda, y el segundo, por la firma Activos e Inventarios Ltda. El objetivo fundamental de esos estudios era demostrar que Friogán, no obstante estar incursa en un proceso de liquidación judicial, es una empresa viable operacionalmente, bien posicionada en el mercado de sacrificio y desposte, con un alto potencial de ingresos nacionales y de exportaciones, y con una localización geográfica invaluable, que son aspectos relevantes para su desarrollo y para integrar cualquier socio estratégico en el negocio de las plantas de sacrificio. ¿Qué arrojó dichos estudios? Que el valor de los activos de Friogán por costo de reposición, es decir, LO QUE COSTARÍA HACER UNAS PLANTAS NUEVAS es de 218 mil 418 millones de pesos, Pero que su VALOR RAZONABLE es de 172 mil 103 millones de pesos (definido como el valor de reposición depreciado). Son valores que evidencian que no es racional tomar la decisión de desmembrar la empresa para pagarle a los bancos los 31 mil millones de pesos. De ahí que el liquidador advierta que si se llega a aprobar la propuesta de los acreedores financieros, se podría causar un gran detrimento patrimonial a los accionistas de FRIOGAN, y de forma particular al FONDO NACIONAL DEL GANADO. Particular porque los recursos que le llegarán a quedar al FNG pasarían por ley al gobierno nacional, es decir, que sin quererlo, los aportes parafiscales que hicieron los ganaderos para su sector se habrán convertido en un tributo. ¿Cuál es el valor razonable de las plantas que solicitan los acreedores financieros? Tal como se enuncio atrás, su propuesta consiste en desmembrar a Friogan y que con el producto de la venta de las Plantas de Sacrificio de Villavicencio, La Dorada y Corozal, se destinen para el pago de las acreencias financieras. De acuerdo con el estudio de las firmas señaladas, la sola planta de Villavicencio tiene un valor razonable de 53 mil 606 millones de pesos; La Dorada de 41 mil 957 millones de pesos, y la de Corozal de 28 mil 909 millones de pesos. Las tres plantas suman 124 mil 472 millones de pesos. Recuérdese que las acreencias financieras sólo suman 31 mil 173 millones de pesos, que equivale al 25 % del valor razonable de las tres plantas. Desde el punto de vista de potencial de mercado, estas tres plantas son estratégicas. La de Corozal atendería mercados de exportación junto con la de La Dorada. Esta última atendería junto con la de Villavicencio los mercados más grandes de Colombia: el centro del país, eje cafetero y Antioquia. Están en juego entonces, muchos aspectos. El primero es la cadena cárnica en su segmento de sacrificio y desposte, la destrucción de valor en un país que intenta crear industria, y la tercera, no menos importante, el patrimonio de un sector productivo, el de los ganaderos. La pregunta válida es porqué se quiere destruir valor. Con la liquidación del FNG, el gobierno destruyó valor. Con la no defensa de Friogán, el gobierno destruye valor. Pero a su vez entrega la posibilidad de generación de valor a quienes compren esas plantas que por lo que se sabe, no son inversionistas colombianos. ¿Cuál es el valor razonable de las plantas que les queda a los accionistas? La diferencia, es decir, si los activos fijos de Friogan valen 172 mil 173 millones, pues a los accionistas les quedan 47 mil 701 millones de pesos, representadas en dos plantas: la de Cúcuta y la del Valparaiso, más unos lotes y puntos de venta. Plantas que no han podido operar, especialmente la de Cúcuta, porque el contrabando y la inseguridad las han hecho inviables. No es descabellado señalar por tanto, que los acreedores financieros quieren quedarse ‘con la carne’ -las mejores plantas-, y dejarle ‘el hueso’ a los accionistas. ¿Se echarán a sus hombros el ministerio de Agricultura, el liquidador del FNG y la Superintendencia de Sociedades el posible detrimento patrimonial advertido por el liquidador de Friogan?