Se trata de las reglas de juego que rige el comercio internacional de alimentos para garantizan que los alimentos sean saludables y puedan comercializarse. Mucho se habló en Colombia en la época en que se estaban firmando los diferentes Tratados de libre Comercio (TLC), del Codex alimentario. Y era evidente porque Colombia al firmar dichos tratados debía someterse a estas reglas de juego. Hoy vuelve a ponerse el tema en la palestra por Fiebre aftosa para el caso de Colombia, pero igualmente cada día se registran en diferentes partes del mundo condiciones sanitarias y de inocuidad que hacen recordar que tenemos un estricto Codex Alimentarios. Y es que se trata de un acuerdo de países. Los 187 miembros del Codex han negociado recomendaciones con fundamento científico en todos los ámbitos relacionados con la inocuidad y calidad de los alimentos: higiene de los alimentos; límites máximos para aditivos alimentarios, residuos de plaguicidas y medicamentos veterinarios; y límites máximos y códigos para la prevención de la contaminación química y microbiológica. Los textos del Codex sobre inocuidad de los alimentos son una referencia en la solución de diferencias comerciales de la OMC. La finalidad del Codex Alimentarius es, por tanto, garantizar alimentos inocuos y de calidad a todas las personas y en cualquier lugar, que los alimentos sean saludables y puedan comercializarse. El Codex Alimentarius o “Código alimentario” fue establecido por la FAO y la Organización Mundial de la Salud en 1963 para elaborar normas alimentarias internacionales armonizadas, que protegen la salud de los consumidores y fomentan prácticas leales en el comercio de los alimentos. Los consumidores pueden confiar en que los productos alimentarios que compran son inocuos y de calidad y los importadores en que los alimentos que han encargado se ajustan a sus especificaciones. Con frecuencia, las preocupaciones públicas relativas a las cuestiones de inocuidad de los alimentos sitúan al Codex en el centro de los debates mundiales. Entre los temas tratados en las reuniones del Codex se cuentan la biotecnología, los plaguicidas, los aditivos alimentarios y los contaminantes. Las normas del Codex se basan en la mejor información científica disponible, respaldada por órganos internacionales independientes de evaluación de riesgos o consultas especiales organizadas por la FAO y la OMS. Aunque se trata de recomendaciones cuya aplicación por los miembros es facultativa, las normas del Codex sirven en muchas ocasiones de base para la legislación nacional. El hecho de que existan referencias a las normas sobre inocuidad alimentaria del Codex en el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias significa que el Codex tiene implicaciones de gran alcance para la resolución de diferencias comerciales. Se puede exigir a los miembros de la Organización Mundial del Comercio que justifiquen científicamente su intención de aplicar medidas más estrictas que las establecidas por el Codex en lo relativo a la inocuidad de los alimentos. Los miembros del Codex abarcan el 99 % de la población mundial. Cada vez más países en desarrollo forman parte activa en el proceso del Codex, en muchos casos con el apoyo del Fondo fiduciario del Codex, que se esfuerza por proporcionar financiación y capacitación a los participantes de dichos países a fin de hacer posible una colaboración eficaz. El hecho de ser miembro activo del Codex ayuda a los países a competir en los complejos mercados mundiales y a mejorar la inocuidad alimentaria para su propia población. Paralelamente, los exportadores saben lo que demandan los importadores, los cuales, a su vez, están protegidos frente a las remesas que no cumplan las normas. Toda la información relativa al Codex es pública y gratuita. Para cualquier pregunta, sírvase contactar con la Secretaría del Codex. Un ejemplo práctico Las carnes de res o bovino y de cerdo pueden estar contaminadas por la bacteria de la Salmonella no tifoidea, que es responsable de enfermedades diarreicas que afectan a decenas de millones de personas y matan a 60.000 cada año. El Codex ha elaborado directrices que empiezan en la producción primaria del procesado, para eliminar y reducir la presencia de Salmonella en la carne fresca. De todas maneras, para prevenir la existencia de parásitos en los alimentos, se debe actuar en tres niveles: – Previniendo la infección en los animales en las fincas. – Evitando la contaminación frescos y procesados. – Inactivando los parásitos que pueden existir en los alimentos, durante el procesado, a través de la congelación o del cocinado (tratamiento térmico), por ejemplo. Fuente: Elaborado con base en: Codex Alimentarius y Últimas directrices del Codex Alimentarius 2016..