Colombia debe seguir en la ruta hacia la diversificación de sus exportaciones, dado que se tiene potencial exportador en sectores como moda, autopartes, frutas frescas, confitería de azúcar, materiales de construcción, plásticos, productos farmacéuticos, entre otros.
Así lo planteó el presidente de Analdex, Javier Díaz Molina, en su columna de opinión Exportaciones ni ‘coquette’ ni ‘aesthetic’, donde destaca que Colombia está muy lejos de alcanzar el nivel que debería tener acorde al tamaño de la población en relación con el promedio de las ventas externas per cápita que hay en los países de la región que es de US$120.000 millones y en nuestro país no se llega ni a US$50.000 millones.
Se prevé que el primer semestre de este año continuará con una tendencia a la baja en las ventas externas del país, por varios factores como la caída en la demanda internacional, las altas tasas de interés, la inflación en algunos mercados y las tensiones por conflictos como el de Israel con Hamás y el de Rusia con Ucrania.
Sin embargo, para el segundo semestre la situación sería diferente y se espera que la curva de las exportaciones sea ascendente, con un panorama un poco más claro a nivel internacional. En Colombia, el trabajo público privado debe abarcar un plan de choque para aportar a ese posible crecimiento.
En todo caso se debe tener en cuenta que este es un año atípico en el que hay elecciones generales, regionales o legislativas en más de 70 países, que suman más de la mitad de la población mundial, donde sobresalen grandes potencias como Estados Unidos, Rusia, México y Chile. (Lea en CONtexto ganadero: A 2030 exportaciones de ganado y carne llegarán a mil millones de dólares: Aexgan)
“Sabemos que las votaciones generan zozobra en los mercados bursátiles y económicos y queda la duda de si los que queden a cargo van a tener una política de comercio exterior que le apueste al multilateralismo y al libre mercado o más hacia una corriente proteccionista”, sostiene Díaz Molina.
De igual forma, es una alarma que los países hayan impuesto alrededor de 3.000 nuevas restricciones al comercio en 2023, según Global Trade Alert, cuando en 2022 fueron unas 3.200 y 1.100 en 2019.
Lo que se necesita
Según el dirigente gremial, se debe avanzar en la modernización aduanera que sería una herramienta para facilitar la tarea de los empresarios que tienen en su mira a los mercados internacionales. Paralelo a esto, la posible reforma tributaria genera zozobra, “por lo que uno sabe cómo entra al Congreso, pero no el resultado final con todas sus modificaciones y si es o no con perjuicios para el tejido empresarial”.
Además, se necesita contar con tres tipos de seguridades para salir avante con las exportaciones: la ciudadana, la jurídica y la física. La seguridad se ha deteriorado y las empresas empiezan a señalar que ha aumentado el boleteo, la extorsión y los atentados a su infraestructura.
Igualmente, otro tema que acapara la atención es el rendimiento de las agroexportaciones, las cuales son las principales jalonadoras de la canasta no minero energética del país y que han estado de capa caída en los últimos reportes. (Lea en CONtexto ganadero: La importancia de un gremio exportador)
“Ahí debemos redoblar esfuerzos para que más productos nuestros tengan admisibilidad en Estados Unidos y que sea un proceso más expedito; no como lo que sucedió con el aguacate Hass que se tardó 10 años en lograr su entrada al mercado norteamericano”, planteó el directivo.
A todo ello se suma que el 1 de enero de 2025, empieza a regir la aplicación del Pacto Verde Europeo y que podría complicar la entrada de productos agrícolas colombianos a un mercado tan vital como lo es el de la Unión Europea.
“No debemos perder de vista todos estos elementos para que las exportaciones colombianas, en especial las no minero energéticas, puedan llegar a buen puerto y florecer como en años anteriores”, concluye el experto.