En mayo se cumplió un lustro desde la promulgación de la Ley 1715 de 2014 que regula la integración de las energías renovables no convencionales, como la solar o la eólica. Expertos destacaron los avances en la reglamentación, especialmente en el último año.
Hemberth Suárez Lozano, abogado con especializaciones en Derecho Minero Energético y Servicios Públicos Domiciliarios, entre otras, sostuvo que esta norma ha traído grandes bondades que se han materializado bajo la figura de “recursos energéticos distribuidos”.
“Estos recursos son principalmente generación distribuida, autogeneración, almacenamiento y esquemas de redes para incentivar el consumo y la independencia en la generación de la energía”, precisó. (Lea: Conozca sobre energías renovables en ExpoSolar Colombia 2019)
En este sentido, se han desarrollado diferentes esquemas de generación de energía con fuentes no convencionales, como es el caso de la Costa Atlántica con los distritos térmicos o en el centro del país con la autogeneración de energía a partir de la energía solar.
Según el experto, esto ha cambiado la estructura de generación de energía, pues inicialmente la empresa la entregaba al usuario, pero ahora el usuario hace su aporte a la red. Además, esta norma abrió paso a otras como la recién sancionada Ley 1964 de 2019, que incentiva el uso de vehículos eléctricos.
“Ahí estamos viendo cómo se están presentando cambios, y todos esos cambios se han dado como resultado de lo que ha promovido la Ley 1715”, aseguró el abogado. (Blog: ¿Qué podemos hacer con USD 43 mil millones para enfrentar la crisis climática?)
Para impulsar a las empresas que buscaban implementar estas energías, la ley ofreció 4 incentivos: exclusiones de bienes y servicios de IVA, depreciación acelerada, deducción especial en el impuesto sobre la renta y exención de aranceles.
A juicio de Carlos Alberto Yepes, director de la feria ExpoSolar que se realiza cada año en Medellín, la Ley 1715 es “muy completa” respecto a su marco normativo, pero en los 2 años posteriores a su promulgación hubo fallas para reglamentarla, incluyendo estos incentivos.
“El proceso de reglamentación fue paquidérmico, pues acceder a los incentivos de la ley era una misión imposible. En lugar de convertirse en un estímulo, prácticamente se estaba convirtiendo en un obstáculo para implementar estas energías”, dijo.
De acuerdo con Yepes, la reclamación de estos beneficios se convirtió en una labor tan compleja y exhaustiva (involucraba hasta 4 ministerios), que muchos empresarios resolvieron desistir y continuar por su propia cuenta. (Lea: El largo camino hacia las energías limpias)
Sin embargo, Suárez opinó que la situación ha mejorado en los últimos años y que se han podido ver los beneficios de la ley, como la nueva norma sobre impulso de vehículos eléctricos. Para él, el balance de esta ley en sus primeros 5 años ha sido “positivo”.
“El Ministerio de Minas y Energía expidió 2 resoluciones para regular la subasta de fuentes no convencionales de energías renovables. Además, la UPME (Unidad de Planeación Minero-Energética) publicó una serie de documentos, entre esos un pliego que va a regular, junto con las 2 resoluciones, el marco jurídico para participar en estas subastas”, concluyó.