Ante la expectativa por la llegada de un agresivo fenómeno de El Niño, la industria guardó más leche de lo normal. Por dar un ejemplo, en diciembre de 2023 los inventarios de leche en polvo fueron 169 % más altos de lo registrado en diciembre de 2022.

Sin embargo, aun cuando hubo una fuerte sequía a finales del año pasado y principios de este, que afectó gravemente a los productores del campo y ocasionó incendios en varias zonas del país, las condiciones mejoraron y el impacto del verano no fue tan lesivo como en épocas anteriores.

En consecuencia, los ganaderos han podido mantener el suministro de leche y seguir produciendo a un buen ritmo, aprovechando que el precio promedio de la leche (con bonificaciones) creció más de 47 % en 2022 y 14,5 % en 2023. Pero ante la buena oferta, la industria no pudo acopiarla toda la lecha y optó por bajar los pagos a los ganaderos. En el primer semestre, el promedio cayó 9,4 %.

Tampoco fue solo un tema de oferta de leche cruda: la industria también había acumulado grandes cantidades de leche UHT, leche en polvo y quesos que, con con corte al 30 de junio, sigue elevada y aún no ha podido comercializar. De hecho, como observaremos más adelante, la tendencia para la mayoría de inventarios de derivados lácteos es de crecimiento en los últimos 2 años.

Leche en polvo entera

El inventario de leche en polvo entera muestra una tendencia claramente ascendente. Partiendo de 6.086 toneladas en julio de 2022, el stock creció de manera constante, alcanzando un registro histórico de 20.672 t en abril de este año. Para junio, el volumen bajó a 17.979 t, casi un 90 % más alto que el del mismo mes de 2023. En todo caso, el aumento representa más del triple del volumen de hace dos años.

Por su parte, la leche en polvo descremada tuvo su récord en mayo de 2023 con más de 3.350 t y 6 meses después cayó a casi 362 toneladas. En diciembre del año pasado superó las 1.288 t pero a lo largo de la primera mitad del 2024 se mantuvo alrededor de las 1.000 t, registrando un número inferior para el 30 de junio.

Los inventarios de leche UHT y quesos

A diferencia de la leche sólida, los inventarios de leche UHT entera muestran volatilidad. Desde julio de 2022 hasta abril de 2024, se observan fluctuaciones significativas, con picos que superan los 25 millones de litros y valles que bajan hasta los 15 millones.

A pesar de estas variaciones, existe una tendencia al alza, especialmente en los últimos 3 meses, pasando de menos de 20 millones de litros en abril pasado a más de 27 millones al cierre del 1er semestre, el número más alto desde noviembre de 2020 (luego de la acumulación que se registró durante la cuarentena), cuando sobrepasó los 28 millones.

Las otras 3 categorías de leche UHT muestran patrones de crecimiento distintos, aunque todas mostraron un incremento en sus volúmenes desde finales del año pasado o principios de este, que se mantuvieron arriba durante lo corrido de 2024. Específicamente estos fueron sus comportamientos:

1. La leche UHT semidescremada experimentó un aumento significativo desde julio de 2022, pasando de estar por debajo de 500.000 litros a alcanzar un pico en octubre de 2023 cercano a los 2,5 millones. Este año se estabilizó pero en niveles más altos que al inicio del periodo, cerrando en más de 1,5 millones de litros.
2. Leche UHT descremada: Mostró un crecimiento más modesto pero constante, con algunas fluctuaciones menores. También estuvo por debajo o alrededor de los 500.000 litros desde finales de 2020, pero este año superó por primera vez en la historia el 1 millón de litros y alcanzó el récord de 1,8 millones en abril. En junio quedó en 1,1 millones.
3. Leche UHT deslactosada: Presentó la mayor volatilidad entre las tres, con el registro más elevado en enero de 2024 (10,5 millones de litros) seguido de una caída que alcanzó su menor punto este año en mayo (6,5 millones) pero en junio volvió a repuntar hacia arriba (8,2 millones).

El inventario de quesos madurados muestra una tendencia cíclica con una inclinación ascendente. Los picos en el inventario tienden a ocurrir a mediados de año, con el punto más alto registrado en mayo de 2024, llegando casi a las 2.800 toneladas. Los valles, por otro lado, suelen ocurrir a finales de año o principios, con el punto más bajo de los últimos años en enero de 2022, cayendo por debajo de las 1.140 toneladas.

¿Por qué están altos los inventarios?

Es notable que todas estas categorías de leche UHT terminaron el período con niveles de inventario significativamente más altos con corte al pasado 30 de junio, al igual que la de quesos y la de leche en polvo. Como explicó Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, en su columna «¿Qué hacer con la leche?» del pasado 13 de junio: «Con mayor oferta de leche los inventarios continuarán altos. Solo basta ver que se encuentran por encima de las 19 mil toneladas de leche en polvo desde noviembre de 2023, y ya estamos llegando a julio y siguen elevados, pues la industria continúa reponiendo y rotando el inventario con mayor acopio de leche, 14% más barata».

A principios de agosto, el experto aclaró por qué la industria ha mantenido los inventarios elevados en lo corrido de 2024, en lugar de bajarlos ante una alta producción de leche cruda, como sería el comportamiento lógico con el fin de evitar altos costos de almacenamiento, lo que no ocurrió.

«Los inventarios industriales de leche en polvo continúan elevados: mientras que en diciembre de 2023 fueron de 20.723 toneladas, en mayo de 2024 llegaron a 20.455, prácticamente idéntico ¿Por qué sucede esto? A la industria le interesa mantener los inventarios elevados, algunas empresas incluso importando, pues obtiene poder de negociación frente al litro de leche cruda que deben pagarle al ganadero, de allí que el precio al productor haya registrado semejante caída de 16 %. Mientras que para compensar la caída en el ingreso el productor sigue produciendo y produciendo».