Al cumplir otro año más del acuerdo comercial firmado con el país norteamericano, 2 hechos sobresalen en este 2019: mientras que se superó el récord de importación de lácteos, el Gobierno planteó la propuesta de crear una zona especial de comercio para exportar carne.
El pasado 15 de mayo se conmemoró la firma del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos, que tuvo lugar en 2012, con el cual inició la apertura de ambos mercados para comercializar diversos productos con cupos concedidos de preferencias arancelarias.
Consultada por la revista Dinero, María Clara Lacouture, presidente de la Cámara de Comercio Colombo Americana, María Clara Lacouture, afirmó que el TLC ha sido positivo para el país. (Lea: En 6 años del TLC con Estados Unidos, no ha habido avances significativos)
“Claramente, la canasta exportadora se diversificó. ¿Dónde se ha dado el incremento en participación? En el agro, especialmente en la exportación de frutas como limón tahití, uchuva y aguacate hass que vienen creciendo a más del 1.000 %”, comentó.
En 2012, la concentración en exportaciones minero energéticas llegaba a 83% del total de valores exportados. Hoy, es de 59,58 % y las que no son minero energéticas pasaron en el mismo periodo de representar 16,8 % a 40,42 %. Esto confirma que la canasta sí se ha ampliado.
En total, hay 97 productos que se pueden exportar a EE.UU. si cumplen con los protocolos sanitarios y de calidad. En proceso de homologación, están las frutas como maracuyá, sandía, melón, gulupa y granadilla, y es inminente la aprobación de mango y pimentón.
No obstante, la balanza comercial ha sufrido un grave deterioro por cuenta del TLC. Mientras que en 2012 el país registró un superávit USD 8.254 millones, en 2018 cerró con un déficit de USD 864 millones, lo que representa una pérdida de USD 9.118 millones en estos 7 años.
Importaciones de lácteos se dispararon en 2019
Una de las contribuciones al déficit de la balanza han sido las crecientes importaciones de leche en polvo y derivados lácteos, que en los primeros meses de este año alcanzaron un récord. (Lea: En 2 meses se agotó el cupo de leche en polvo sin arancel de EE.UU.)
En los primeros días de marzo, la industria nacional adquirió las 10 mil 718 toneladas de leche en polvo dentro del contingente arancelario que se estableció al inicio del acuerdo y que cada año aumenta, hasta que finalmente se llegará a la desgravación total en 2027, que incluye quesos y productos lácteos.
En 2012, Estados Unidos ocupó el tercer lugar entre los países de origen de las importaciones de lácteos con un 14 %, por debajo de Chile (30%) y Argentina (25%). Al año siguiente, este porcentaje se elevó a 47 %, pasando de USD 15,8 millones a USD 25,1 millones.
Esta cantidad fue aumentando con cada año, y desde 2016, la industria ha invertido más de USD 50 millones en leche en polvo, quesos y lactosueros provenientes de EE.UU., comprando más que a cualquier otro mercado. Solo hasta febrero de 2019 ya se habían destinado más de 26 millones de dólares.
Como escribió el economista Óscar Cubillos en su columna: “A Estados Unidos sí le ha servido el TLC con Colombia en materia lechera, pues sus exportaciones a nuestro país se incrementaron en 1.954 % promedio anual (2012-2018) con acuerdo comercial”.
Se abre la posibilidad de exportar carne
Desde hace varios años, José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) viene insistiendo en la oportunidad de poder exportar carne pero que no se ha podido concretar en estos 7 años.
De acuerdo con el dirigente gremial, sería más barato enviar carne desde los departamentos del Caribe colombiano a la costa este de los Estados Unidos, que lo que se paga por hacerla llegar actualmente de lugares como Texas o Amarillo.
“Con el tema de la carne siempre hubo posibilidades, lo que pasa es que es necesario recorrer un largo camino para poder obtener admisibilidad para la carne en ese mercado; es decir, cumplir los requisitos en materia sanitaria y otro de gran importancia como lo es la inocuidad”, explicó en una entrevista para Yamid Amat en 2015.
En su intervención, el líder del gremio cúpula de la ganadería resaltó que en los TLC ha sido muy poco lo que se ha hecho con la carne, a pesar de las posibilidades que el producto ofrecería para contrarrestar los efectos negativos de la balanza comercial.
Durante todos estos años, se han abierto otros mercados internacionales como Oriente Medio y Rusia, que se ha convertido en nuestro mayor comprador. Sin embargo, Lafaurie no ha dejado de insistir en las oportunidades desaprovechadas por no vender a EE.UU.
“China es una meta por sus volúmenes, pero la prioridad son los mercados de alto precio (USA y la UE) y mayores exigencias de admisibilidad”, afirmó en una columna de marzo de este año. (Lea: Estados Unidos, receptivo a la propuesta de zona exportadora ganadera)
Días después, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en cabeza de Deyanira Barrero León, anunció que presentó una propuesta a la potencia norteamericana de crear una zona especial de comercio en nuestro país, donde se cumplirían todas las exigencias sanitarias y de trazabilidad para exportar carne a este destino.
En una reunión con representantes del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS por sus siglas en inglés), los funcionarios se mostraron receptivos a la idea de la superficie exportadora y anunciaron una posible auditoría en diciembre de este año para comprobar los avances en materia sanitaria.
Por su parte, el ministro de Agricultura Andrés Valencia reveló para CONtexto ganadero que todas las agencias y entidades de la cartera agropecuaria están trabajando para sacar adelante la zona especial de comercio, explicando por qué se determinó su creación.
“Debido a los últimos focos de fiebre aftosa y las grandes pérdidas que se han producido en el sector ganadero nacional por el cierre de mercados, se ha decidido establecer una zona especial que permita, mediante medidas administrativas y sanitarias, protegerla de la introducción de virus para ofrecer estabilidad al sector exportador y garantías a los socios comerciales de la condición sanitaria de los productos”, aseguró.
En este momento, se está llevando a cabo un proceso para definir los límites de esta superficie que se hará en la región Caribe al norte de nuestro país, debido a su producción ganadera y por la cercanía de los puertos que ofrecen una ruta directa hacia EE.UU.
Durante los próximos meses, la cartera trabajará para expedir los actos administrativos delimitando la zona y estableciendo las condiciones sanitarias especiales para su funcionamiento, con el fin de tener un primer envío hacia este exigente mercado:
“Los países con TLC firmados importan anualmente más de 3 millones de toneladas. Ahí están las oportunidades servidas para tomar una tajada de esa torta”, concluyó Lafaurie.