La cadena láctea del país está atenta a la actualización del decreto 616 de 2006 que expidió el reglamento técnico sobre los requisitos que debe cumplir la leche para el consumo humano.

Desde esa época hasta la fecha muchas cosas han cambiado y por eso se precisa una modernización de muchos de los aspectos allí contemplados y el gobierno ya trabaja en ello como se indicó durante un panel que se realizó en el 10 Congreso Internacional de la Industria Láctea de Asoleche.

Allí se señaló que hay una propuesta que se tiene de regulación que se da a partir de un estudio de análisis normativo del decreto 616 de 2006 y de una serie de consultas públicas que se han realizado. Se espera que esa nueva normatividad esté lista durante el primer semestre del próximo año.

Los pasos regulatorios que se han llevado a cabo en el último periodo con el objetivo de actualizar el decreto 616 de 2006 empezaron con la consulta pública que se realizó del 10 al 19 de junio del presente año.

De acuerdo con lo que explicó Jhon Jairo Bejarano, Presidente de la Asociación Colombiana de Dietistas y Nutricionistas, quien moderó el panel, en este árbol de problemas se tienen tres aspectos, primero el problema como tal que se define para analizar la norma y las modificaciones que son sustanciales frente a lo que se debe analizar en toda la cadena agroalimentaria; así mismo se estudiaron las causas y posteriormente las consecuencias. (Lea: Formalización, consumo, exportaciones y eficiencia, ejes del plan de la cadena láctea)

A partir de este documento oficial, el gobierno determinó como problema principal la inadecuada gestión del riesgo en las etapas de producción, almacenamiento, transporte, transformación y comercialización de la leche para consumo humano.

Causas y consecuencias

Dentro de las principales causas se mencionan la deficiencia en la asistencia técnica para el cumplimiento de las buenas prácticas; informalidad de la cadena láctea; desactualización de la normatividad sanitaria vigente; y, falta de articulación entre las autoridades a lo largo de la cadena.

Se mencionan como consecuencias más importantes la baja competitividad del sector lácteo; el engaño al consumidor por adulteración de productos; dificultad para el control de la inocuidad en la producción primaria; y, desconocimiento de la normatividad vigente por parte de los diversos actores de la cadena.

Posteriormente se hizo la publicación para consulta nacional por parte del Ministerio de Salud del proyecto de norma, en le periodo del 29 de julio al 12 de agosto. Con este paso se inicia la ruta oficial para el logro de la nueva norma.

En este proceso y luego del análisis del documento publicado se identificaron varios puntos relevantes a tener en cuenta y que han sido analizados a lo largo de todo el proceso de actualización de los últimos años. (Lea: Los 4 pilares del ordenamiento de la producción láctea)

En primer término la clasificación de la leche, donde se propone incluir nuevas categorías de leche de acuerdo con cambios en su contenido de nutrientes, que mantengan las características de la leche pero que a su vez permitan ofrecer diferentes opciones al consumidor.

Igualmente ajustes en características de la leche líquida y en polvo, incluyendo leche cruda.

Tercero, entendimiento de las prohibiciones, en la cual se incluye el tema de “leche adulterada”.

Como cuarto aspecto, requisitos microbiológicos de la leche líquida que permitan darle un adecuado manejo a casos como el de B. Sporothermodurans.

En quinto lugar, la inclusión de diferentes definiciones que permitan dar claridad a diferentes procesos a lo largo de la cadena y que vayan acorde con los avances en los diferentes procesos, teniendo varios referentes normativos, especialmente, el Codex Alimentario.

De acuerdo con Elisa Cadena, subdirectora de salud nutricional, alimentos y bebidas del Ministerio de Salud, el decreto es muy importante para el sector salud pero entendiendo que aquí se habla de toda la cadena láctea es importante que en la conversación participe el Ministerio de Agricultura y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). (Lea: Razones por las que urge sistema de información de la cadena láctea)

De igual manera indicó que la sombrilla para ellos en cualquier proceso regulatorio es entender que la función como Ministerio de Salud es proteger la salud pública. Con base en ello se hacen las revisiones del producto o el alimento que vaya a ser regulado.

Por su parte, Carlos Robles, director de alimentos y bebidas del Invima, manifestó que la producción primaria es fundamental en toda la cadena y por eso es necesario abrir espacios de diálogo donde se reconozca a todos los actores de la cadena y que expresen sus comentarios sobre la normatividad.

Una reglamentación como esta involucra a muchos actores públicos y privados y debe surtir una serie de trámites que hacen que al final el proceso sea un tanto largo. Hay unas brechas de integración de todos los actores que se deben superar.

En todo esto hay un actor fundamental que es el consumidor que quiere estar bien informado para tomar decisiones de lo que quiere y por lo que está dispuesto a pagar y si hay reglamentación específica sobre la materia.

“Tenemos que avanzar rápidamente como gobierno en la actualización de esa reglamentación pero hay que cumplir el paso a paso y la ruta reglamentaria que por ley pero allí están abiertas las puertas para recibir los comentarios y las propuestas de todos los miembros de la cadena”.