La cantidad de litros recolectados en los primeros 6 meses del año fue inferior cerca de 12 % a lo alcanzado en el mismo periodo del 2018. De hecho, hay que volver 6 años atrás, en el primer semestre de 2013, para observar un registro inferior.
Entre enero y junio de este año la industria adquirió formalmente más de 1.523 millones de litros de leche, 11,7 % menos que en los mismos meses del año pasado, cuando se alcanzó una cantidad récord de 1.726 millones de litros.
En tanto que en mayo se había obtenido una caída de 11,1 %, con los resultados de junio esta disminución se acentúa y llega al resultado más bajo de los últimos 6 años. (Lea: Acopio formal cayó 11 % con uno de los resultados más bajos en mayo)
La cifra más reciente es incluso menor a la de 2016, cuando el país vivió una de las peores sequías debido al fenómeno de El Niño, restringiendo las fuentes hídricas y el alimento para el ganado. Sin embargo, hace 3 años se alcanzaron los 1.531 millones de litros.
En efecto, a pesar de las difíciles condiciones climáticas que enfrentaron los productores en aquella época, el rendimiento fue superior. Hay que ir otros 3 años atrás, al primer semestre de 2013, para encontrar una cifra más baja: 1.521 millones.
La Unidad de Seguimiento de Precios de Leche (USP) del Ministerio de Agricultura reportó que mientras que el promedio mensual de acopio fue de 287 millones en 2018, este año ha sido de 254 millones. (Lea: Recolección formal de leche no repunta, cayó más de 13 % en abril)
Bonificaciones voluntarias e importaciones son más altas
De manera inversamente proporcional, las bonificaciones voluntarias vienen creciendo desde febrero, pasando de $48 a $58 en promedio por litro. En marzo se elevaron aún más, al llegar a $73, y en mayo fueron $85, el valor más alto desde junio de 2017.
A lo largo del 2019, las bonificaciones voluntarias han tenido un promedio de $70, superior al alcanzado en el primer semestre del año pasado, que fue de $59. (Lea: Acopio formal de leche cayó más de 9% en el primer trimestre de 2019)
Según la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), este instrumento que fue diseñado como una premiación a los productores más juiciosos, se ha empleado para captar más producto en caso de escasez. Así ocurrió en el punto más álgido del fenómeno del 2016, cuando llegó hasta $149.
De igual manera, las importaciones han sido más significativas que el año pasado. De acuerdo con la USP, hasta mayo se registraba el ingreso de 30 mil 694 toneladas, un número muy superior a las 22 mil 579 de los primeros 5 meses de 2018.