Este mes se cumplieron 8 años de la firma del acuerdo comercial entre Colombia y el gigante norteamericano. Cada vez más se elevan las importaciones de lácteos sin que los productores nacionales puedan hacer algo para contenerlas, mientras que la exportación de carne aún parece lejana.
El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos entró en vigencia el 15 de mayo de 2012, después de 8 años y numerosas discusiones en los congresos de ambos países. (Lea: En 15 días se consumió el contingente arancelario de leche en polvo de EE. UU.)
El acuerdo no escapó a la controversia, pues si bien se defendió argumentando que traería resultados favorables para la economía, diversos grupos (académicos, políticos y sociedad civil) lo rechazaron por considerarlo un acuerdo asimétrico y en desventaja para nuestro país.
Uno de los sectores que saldrían más afectados era el agropecuario, especialmente los pequeños y medianos productores que temían competir contra sus homólogos estadounidenses, que reciben más subsidios y ayudas del Gobierno para vender sus productos.
Según El Nuevo Siglo, si solo se comparan las cifras registradas por el DANE, el TLC no ha sido favorable para el país: “De tener un superávit en 2012 de US$8244 millones, Colombia tiene un déficit comercial de US$607 millones con la nación del norte”.
No obstante, argumentó que estos datos no permiten ver el panorama completo, que “sin duda ha proporcionado desarrollo económico” a nuestro país. (Lea: Así está la balanza comercial cuando se cumplen 7 años del TLC con Estados Unidos)
Por ejemplo, la directora de la Cámara Colombo Americana, María Claudia Lacouture, dijo a ese portal que el TLC “ha dado una estabilidad a las empresas colombianas para tener negocios a largo plazo con uno de los mercados más importantes del mundo como lo es el de Estados Unidos”.
Específicamente, las ventas del agro han crecido agro, especialmente productos como las flores (principal destino de exportación), café, bananos, aguacates, filetes de pescado,hasta especies como jengibre, azafrán, cúrcuma y tomillo.
Hoy se importan más lácteos que hace 8 años
Aun así, los propietarios de ganado no han visto el beneficio de este acuerdo, pues los productores de carne vacuna aún no han podido enviar el primer kilo a territorio estadounidense, mientras que los lecheros ven cómo las importaciones se elevan con el paso de los años.
Al inicio del acuerdo, los gobiernos de Colombia y EE.UU. acordaron unos contingentes arancelarios proteger productos sensibles de las negociaciones comerciales, como fueron productos lácteos (leche en polvo, queso, mantequilla, por nombrar algunos).
También figuran cereales como maíz blanco, maíz amarillo, sorgo, al igual que fríjol seco, alimento balanceado para animales, aceite crudo de soya, glucosa. Hay otros como carne de calidad estándar y despojo de carne de bovino, o pollos (spent fowl chickens).
Estos cupos establecen al inicio de cada año, una cantidad determinada que se puede importar sin aranceles. Una vez se agota, se cobran los impuestos correspondientes en nuevas compras, desincentivando la adquisición y obligando a buscar insumos a nivel interno.
Los contingentes eventualmente se eliminarán, pues el propósito del TLC es mantener el comercio totalmente libre de aranceles. En el caso del acuerdo con EE.UU., estos gravámenes se eliminarán en 2026, lo que significa que estos productos ya no tendrán cargos adicionales.
Esto incluye a la leche en polvo que, además del maíz blanco y amarillo (que se importan por millones de toneladas), es uno de los productos que más compran del país norteamericano. (Lea: Otros productos agropecuarios que llegan de EE.UU. por cuenta del TLC)
Desde 2012 hasta el pasado marzo, la industria ha importado más de 115 000 toneladas de leche en polvo, tanto entera como descremada, así como también cerca de 29 000 t de lactosueros y más de 21 000 t de quesos.
Pasamos de importar 4800 t de lácteos provenientes de EE.UU. en 2011 (el último año antes de firmar el acuerdo) que costaron 16,6 millones de dólares a 34 791 t por un valor CIF de USD 91 172 000. En total, entre 2012 y el primer trimestre de 2020, se han importado más de 161 581 t.
Dirigentes como Mariano Restrepo Flórez, presidente de la Asociación Regional de Ganaderos del Norte (Asoganorte) en Antioquia, han advertido que, a pesar del incremento interno del pago de la leche, se aproxima la desgravación total de aranceles en el TLC de EE.UU. y de Europa.
“Debemos tener presente que siguen corriendo los días y los años, a veces nos olvidamos de eso cuando hay una leve reacción en el precio interno de la leche o se autoriza el incremento al precio base, sin darnos cuenta de la amenaza latente de los TLC”, declaró.
Por su parte, Ramiro Camacho, ganadero de gran tradición, afirmó que los ganaderos de doble propósito tendrán que abandonar la lechería, lo que significaría que el 53 % de los productores tendría que verse abocado a buscar otras fuentes de ingreso.
“Serán 250 mil pequeños ganaderos que serán prácticamente expulsados de su actividad por cuenta de los TLC”, afirmó para CONtexto ganadero.(Lea: Por TLC con EE.UU. y UE desaparecería 53 % de la ganadería colombiana)
Aún no se vende carne
A pesar de los esfuerzos de toda la cadena cárnica, desde los ganaderos por implementar mejores prácticas en la producción de carne, los frigoríficos para modernizar sus plantas y los gremios como Fedegán y FEP para posicionar la proteína colombiana en el exterior, el país todavía sigue sin vender carne a EE.UU.
Diversos expertos han expresado que Colombia tiene una gran oportunidad de vender carne a mercados como el norteameriano o el chino. Por ejemplo, durante el conversatorio de Fedegán-FNG del pasado 13 de mayo, el empresario Fernando Galleti de Queiroz reveló que tenemos grandes ventajas en materia exportadora porque tenemos salida por el Atlántico y el Pacífico.
“Lo que Colombia ha hecho con café o con flores se puede replicar en ganadería. Crear una marca que lo identifica en el mundo, agregar valor”, señaló el director ejecutivo de la multinacional Minerva Foods. (Lea: Rusia reabrió su mercado para carne colombiana)
Además, las pruebas que se han hecho con carne de Colombia en diversos mercados han tenido un resultado muy positivo porque los animales son alimentados con pastos. Por ejemplo, hoy día en Rusia la carne colombiana tiene un premio sobre la brasileña.
En este mismo espacio, el ministro de Agricultura, Rodolfo Enrique Zea, afirmó que Colombia debe mantener el estatus de libre de aftosa con vacunación para llegar a los grandes mercados como EE.UU. y China que tienen alto consumo en volumen de la proteína.
“Estamos trabajando en una serie de medidas que permitan la sostenibilidad de esta cadena productiva como la trazabilidad, mejorar los temas de guías de movilización y conformar zonas certificadas con vocación exportadora”, declaró durante el conversatorio.
Precisamente, la trazabilidad ha sido uno de los mayores obstáculos para llegar al mercado del norte, como explicó Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Investigaciones Económicas de Fedegán-FNG, que lamentó que estos 8 años no se hayan aprovechado.
“No tenemos una admisibilidad sanitaria porque no hemos hecho la tarea. Mientras no tengamos todo el hato identificado bajo el sistema de trazabilidad, no podemos aprovechar el contingente de carne de res que podríamos enviar sin arancel”, lamentó.
Esto, sumado a la pérdida del estatus sanitario en 2017 y 2018 que ocasionaron un fuerte golpe al sector ganadero, han retrasado la posibilidad de llegar a EE.UU. con carne procesada. (Lea: Estados Unidos, receptivo a la propuesta de zona exportadora ganadera)
Por este motivo, el Gobierno ha presentado propuestas para intentar materializar la exportación de proteína, entre ellas la creación de una zona especial en la región Caribe para blindarla del resto del país si llega a presentarse un nuevo foco de aftosa, así como tercerizar el programa de trazabilidad.
“El ICA tiene el programa IdentifICA donde ha trazado a 5 millones de animales en 7 años. Si continúa con este ritmo, se necesitan otros 35 años para el resto del hato nacional. En el tiempo que no tuvimos el estatus, debimos haberlo aprovechado para avanzar en la estructuración de un sistema moderno para identificar a todos los bovinos en menor tiempo”, dijo Cubillos.
De acuerdo con el funcionario, en el ‘Pacto por el crecimiento y la generación de empleo del sector cárnico’ del Gobierno, se hallaron algunos cuellos de botella y soluciones para aumentar la productividad en toda la cadena, en todos los aspectos, desde la nutrición hasta la sanidad.
Por lo pronto, se ha cumplido un nuevo aniversario del TLC sin noticias positivas para los productores de carne. Es importante que el Gobierno y el sector privado trabajen conjuntamente para responder a los desafíos y hacer que el acuerdo represente ventajas para los ganaderos, así como las ha traído para otros sectores de la economía.