José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán, trae una buena noticia para el planeta. Argumenta que ‘la culpa no es de la vaca’.
Ante las voces enemigas de la ganadería y del consumo de carne y leche, como supuestas causas del calentamiento global y del fin del planeta, el sector ganadero colombiano fija una clara posición de rechazo, al tiempo que insta a que se tenga un debate honesto y equilibrado.
Así lo expresó el presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, al destacar los inmensos beneficios que aporta esta actividad tanto para la nutrición de los seres humanos como para la economía del país.
El dirigente gremial enfatizó en cinco beneficios que genera esta actividad para la economía colombiana:
En primer lugar, destaca la producción ganadera en sistemas silvopastoriles. Afirma que esta ha contribuido de manera contundente al mejoramiento ambiental, tal como lo demostró el programa “Ganadería Colombia Sostenible” de Fedegán.
“Esto se ha probado sin sesgos ni especulaciones a través de rigurosas mediciones, hasta el punto que los silvopastoriles se han ubicado como la 9ª entre 100 alternativas globales para reducir el calentamiento global”.
En segundo lugar, argumenta la eficiencia de estos sistemas en la captura y almacenamiento de dióxido de carbono, así como en la reducción de las emisiones de gas metano y óxido nitroso.
El dirigente gremial, quien es a su vez ganadero, señaló que los modelos de producción ganadera sostenible han demostrado ser altamente eficientes, y registran además, otros beneficios no menores, como son el aumento de la biodiversidad y la descompactación de los suelos por circulación subterránea de fauna edáfica, como son los escarabajos.
En tercer lugar, respecto al costo de las emisiones generadas por los rumiantes, Lafaurie Rivera considera que ha sido un debate maniqueo del lado de los detractores de la ganadería e incluso de la producción agrícola misma.
“Hasta ahora esos actores solo se han concentrado en cuestionar el impacto de las emisiones, sin tener en cuenta para nada los fenómenos de captura de carbono que se generan en esas mismas actividades por parte del material vegetal y de los sistemas de producción natural en pastoreo a base de forrajes, arbustos y árboles que permanecen vivos y en constante interacción no sólo con los animales a los que brindan alimento y cobijo, sino también con la atmósfera de la cual capturan gases y a la cual ayudan a limpiar en un permanente círculo de compensaciones que aseguran el equilibrio ambiental”.
Recientemente, el reconocido científico e investigador argentino Ernesto Viglizzo, doctorado de la Universidad de Lovaina y galardonado en los premios CITA 2019 a la Innovación en Tecnología Agropecuaria del país austral, ha hecho un fuerte llamado a la verdad y que cese la mentira sobre el tema de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para reafirmar su argumento cita el informe “Emisiones, secuestro y balance de carbono en ambientes rurales del Mercosur: En busca del “eslabón perdido” de carbono”, el reconocido científico e investigador argentino Ernesto Viglizzo. (Lea: Secuestro de carbono en tierras rurales: ¿un ‘eslabón perdido’ en los inventarios rurales?)
El investigador Viglizzo, junto con la doctora en ciencias agrarias y conservación de recursos naturales María Florencia Ricard, concluyeron que, gracias al amplio desarrollo ganadero de la República Argentina, a los cambios en el uso del suelo y la producción anual de cereales y oleaginosas, ese país ha logrado “compensar” las mayores emisiones de Brasil, Paraguay y Uruguay, al punto que no dudan en calificar a la Argentina como un “país carbono neutro”.
En cuarto lugar, destaca el papel que debe jugar la ganadería colombiana en el concierto mundial. “nuestra economía rural y ganadera está llamada a jalonar el desarrollo del país como un importante abastecedor de alimentos como lo son, por ejemplo, Australia, Ucrania o Argentina. Explica que, gracias a nuestra especial ubicación geográfica, Colombia registra una alta exposición al sol del trópico durante todo el año, y por ello tiene una acelerada generación de biomasa,
Agrega que el mundo demanda cada vez más alimentos y nosotros tenemos las condiciones para proveerlos de la manera más eficiente
En quinto lugar, subraya la importancia del sector ganadero colombiano en la economía del país, el cual contribuye con un 24,8 % del PIB agropecuario y el 1,6 % del producto nacional.
“Estamos hablando de una actividad con un gran peso en la economía que no solo genera más de 900 mil empleos, sino que tiene arraigo en muchas zonas rurales donde es la principal fuente de ocupación y generación de ingresos lícitos para sus habitantes, –dijo el dirigente del gremio cúpula de la ganadería colombiana–.
Devolverle a la naturaleza 10 millones de hectáreas
La ganadería colombiana se ha propuesto devolverle a la naturaleza 10 millones de hectáreas de tierra, y una de las estrategias para hacerlo es establecer 1 millón de hectáreas en sistemas silvopastoriles, de tal manera que la actividad se convierta en permanente capturador de carbono y amigable con el medio ambiente, señaló Lafaurie.
Apuntando a ese objetivo, el programa piloto “Ganadería Colombiana Sostenible” que hemos desarrollado en una amplia alianza con el Banco Mundial, el gobierno del Reino Unido y reconocidas instituciones y fundaciones del sector ambiental, es una meta alcanzada exitosamente y un derrotero para la transformación sostenible de la ganadería nacional.
Con este proyecto establecimos un nuevo paradigma para nuestra producción ganadera, demostrando que se puede mejorar simultáneamente la productividad de las fincas, el ingreso de los productores y la conservación del medio ambiente.
El objetivo intermedio que tenemos a 2022, es establecer 100 mil hectáreas en sistemas silvopastoriles, devolver a la naturaleza al menos 700 mil hectáreas y dar un fuerte impulso para lograr unas exportaciones de carne por valor USD 500 millones en ese año.