Según el Foro Mundial Económico, Colombia ocupa el puesto 117 de 148 países en materia de calidad de la infraestructura global. La razón, según Rafael Mejía López, presidente de la SAC, es la falta de creación de mecanismos que hagan atractiva y eficiente la inversión privada y efectivas las posibilidades de desarrollo del sector.

De acuerdo con el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, Rafael Mejía López, la competitividad gira en torno a una palabra de la que no se para de hablar desde la última década: infraestructura, “la misma con la que todos los sectores de la economía soñamos y de la cual pensamos, traerá el tan anhelado progreso colombiano”.

Sin embargo; uno de los problemas que ha enfrentado el país, según el dirigente gremial, es la falta de creación de políticas que garanticen el desarrollo de la infraestructura en el sector rural de Colombia. A eso se suma que, según las cifras del Foro Mundial Económico, Colombia ocupa el lugar 117 de 148 países con mejor calidad en materia de infraestructura. (Lea: Sector 1 de la ‘Ruta del Sol’ será de gran utilidad para ganaderos)

Al respecto, Mejía López indicó que el país enfrenta problemas de infraestructura en el sector agropecuario en materia de cobertura y calidad de servicios básicos a la población, vías secundarias y terciarias, opciones de transporte multimodal, facilidades de adecuación de tierras, comercialización y manejo poscosecha, entre otros.

“Aunque el Gobierno nacional ha venido avanzando en infraestructura vial con reglas como la Ley de Asociaciones Público Privadas (Ley 1508 de 2012), o la transformación del Instituto Nacional de Concesiones, Inco; la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, y la creación de la Unidad Administrativa Especial de la Agencia Nacional de Contratación Pública, Colombia Compra Eficiente, que buscan facilitar el desarrollo y la contratación de obras públicas; aún nos quedamos cortos en la creación de mecanismos y soluciones que hagan atractiva y eficiente la inversión privada y efectivas las posibilidades de desarrollo del sector”, agregó el dirigente gremial. (Lea: Estos son los compromisos del MinAgricultura con el campo)

Para la SAC, dentro de los 5 problemas se encuentra el no contar con una política clara de infraestructura de riego y drenaje para aumentar la productividad agropecuaria y contribuir a la adaptación del sector frente a la variabilidad climática. “La institucionalidad, y hay que decirlo, ha sido débil en este sentido y sin dolientes que se responsabilicen de este proceso”, añadió Mejía.

A lo anterior se suma la falta de equipamiento para la poscosecha, la cual resta poder de negociación al productor nacional y desincentiva la compra del producto nacional, según la SAC. Para Rafael Mejía, este atraso ha llevado al Gobierno a implementar programas de naturaleza coyuntural como el Incentivo al Transporte y el Incentivo al Almacenamiento, sin embargo, no logra resolver el problema de fondo.

“La SAC lo ha solicitado en reiteradas ocasiones, ojalá el Gobierno actúe para potenciar la capacidad de riego ya instalada con apoyos a fuentes e infraestructura de riego existentes. Es fundamental terminar las obras que se empezaron, abordar el mejoramiento en la gobernabilidad de los distritos de riego y estimular la aplicación de instrumentos que permitan la construcción de nueva infraestructura de riego (distritos, reservorios y otras tecnologías), que son esenciales para la productividad y adaptación del sector al cambio climático”, indicó el presidente de la SAC. (Lea: En 2015, sector lácteo del país puede convertirse en uno de talla mundial)

Mejía López también dijo que el país no puede olvidar la necesidad de continuar con el desarrollo de programas asociativos para acceder a infraestructura y utilizar para ello el Incentivo a la Capitalización Rural, ICR, promover la tercerización de los servicios de siembra y recolección de cosecha y servicios poscosecha (secamiento móvil), estimular distintos mecanismos orientados a almacenar los productos, con el objetivo de fortalecer la capacidad de negociación de los productores, apoyar la inversión en infraestructura para el almacenamiento y secado y la construcción de infraestructura cerca de la zonas de producción.

“Todo esto sería más fácil con una Política Agraria de Estado y una institucionalidad fortalecida que permita buscar los caminos y las decisiones correctas para darle al sector el lugar que le corresponde. No podemos seguir hablando de dificultades, problemas y rezagos, hay que comenzar ahora a ejecutar los planes y propósitos, pues si verdaderamente queremos competir, hay que darle vuelo a la infraestructura”, puntualizó el dirigente gremial. (Lea: Fuertes críticas de la ANIF a los subsidios agropecuarios)