Desde 2013, Colombia ha venido reduciendo progresivamente los aranceles extra-cupo sobre las importaciones de leche en polvo desde Estados Unidos. El contingente para 2025 será de 18.987 toneladas, con un arancel extra-cupo del 2,2 %. Sin embargo, en 2026 el panorama cambiará por completo, pues el cupo pasará a ser ilimitado y el arancel extra-cupo se reducirá a 0 %.
Este escenario preocupa a los productores nacionales, quienes deberán competir directamente con una leche en polvo importada que goza de subsidios en su país de origen y que se ofrece a precios más bajos. (Lea en CONtexto ganadero: Importaciones lácteas marcan 49 mil toneladas y casi USD 154 millones al cierre del 3er trimestre)
De acuerdo con datos recientes, a septiembre de 2024, las importaciones de leche y derivados lácteos ya alcanzan 49.000 toneladas, equivalentes a unos 545 millones de litros de leche. Se estima que al cierre del año, las importaciones llegarán a 65.000 toneladas, uno de los registros más altos en la historia reciente.
“(…) Altos inventarios industriales, superiores a 20 mil toneladas de leche en polvo y 26 millones de litros de leche liquida UHT, no auguran que con la llegada del verano tradicional de principio de año el precio pagado al productor repunte rápidamente”, advierte Óscar Cubillos Pedraza, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, en su columna.
Esta situación, sumada a las importaciones crecientes, presiona a la baja los precios pagados al productor. Este año, el valor promedio del litro de leche con bonificaciones voluntarias que reciben los ganaderos en el sector formal ha caído más de 11 %. Con la desgravación total de la leche en polvo importada, la tendencia a la baja del precio podría convertirse en norma.
La Unión Europea también abrirá sus puertas
El caso de Estados Unidos no es el único que afecta a los ganaderos colombianos. La Unión Europea también tiene un calendario de desgravación progresiva para la leche en polvo, que culminará en 2028. En 2024, el contingente fue de 8.400 toneladas con un arancel extra-cupo del 24,5 %, para 2025 será de 8.800 t y arancel de 18,4 % y se irá reduciendo hasta quedar en 0 % en 2028, y el cupo pasará a ser ilimitado.
Esto significa que, a partir de 2026 con Estados Unidos y de 2028 con la Unión Europea, el mercado colombiano de leche en polvo quedará completamente abierto, lo que impactará gravemente a los productores locales, poniéndolos a competir en desventaja frente a otros países donde los ganaderos reciben grandes subsidios de sus respectivos gobiernos.
Desafíos para el sector lácteo colombiano
El sector lácteo colombiano enfrenta retos estructurales y coyunturales que lo ponen en desventaja frente a la competencia extranjera. Factores como los costos de producción, la falta de tecnología, el acceso limitado a infraestructura y la informalidad en la comercialización dificultan la mejora de la competitividad.
“La competitividad de la leche colombiana no puede depender de variables exógenas como el clima, los tipos de cambio o la oferta internacional, sino que debe tener la capacidad propia de dar la batalla frente a lo importado”, enfatiza Cubillos.
Además, advierte que la llegada del libre comercio en 2026 podría acelerar un ajuste en el número de unidades productivas lecheras, aunque no necesariamente significaría una caída en la producción total. (Lea en CONtexto ganadero: Medida de arancel es buena, pero llega cuando se completó el contingente: Ricardo Arenas)
Entre las alternativas que plantea para hacer frente a la entrada masiva de leche en polvo de ambas potencias, está el fortalecimiento de la asociatividad, una práctica que, según Cubillos, resulta indispensable para que los productores puedan enfrentar juntos los retos del mercado global. También se requiere mayor intervención de las autoridades colombianas para combatir flagelos como los subsidios a la producción de leche en países desarrollados, el contrabando, la mezcla indebida con lactosueros y la informalidad.
Con la llegada del libre comercio de leche en polvo desde Estados Unidos en 2026 y desde la Unión Europea en 2028, el sector lácteo colombiano enfrenta una etapa decisiva. Es urgente implementar estrategias que mejoren la competitividad, reduzcan los costos de producción y fortalezcan la capacidad de los productores para acceder a mercados nacionales e internacionales.
El tiempo se agota y la renegociación de los TLC nunca se materializó. Ahora, a menos de 380 días del fin del contingente con Estados Unidos, los productores nacionales deben prepararse para un mercado abierto y altamente competitivo.