En los primeros 5 meses del año, la industria agotó las 9.744 toneladas del derivado lácteo exentas de aranceles que estaban disponibles en el TLC con Estados Unidos. En lo corrido del año, el ritmo de compras ha sido inferior al de 2017, debido al alza del precio internacional de la leche en polvo. Por ejemplo, el contingente arancelario de EE.UU. del año pasado, que era de 8.858 toneladas, fue consumido antes de finalizar de abril. En aquel periodo, el valor de la tonelada comenzó el año en USD $3.294 y terminó el cuarto mes con USD $2.998. En cambio, el precio de la leche en polvo arrancó en 2018 con bajo precio (USD $2.886), pero a mediados de abril alcanzó su máximo nivel de USD $3.311, reduciéndose en mayo para ubicarse en USD $3.226. (Lea: Importaciones de productos lácteos bajaron en primer trimestre de 2018) La tonelada ha estado en USD $3.187 en promedio, lo que quiere decir que la industria gastó alrededor de 30 millones de dólares por todo el contingente, teniendo en cuenta que las mayores compras se hicieron en enero y febrero, cuando el valor estuvo por debajo de USD $3.100. Sin lugar a dudas, este es el producto más apetecido por empresas como fabricantes de galletas y confiterías, al igual que las pasteurizadoras, pues es el que más rápido consumen de los cupos sin arancel. En cambio, de los derivados como queso, mantequilla o yogur (que también están exentos), apenas han entrado 1.221 toneladas de las 5.261 disponibles. De otro lado, del contingente arancelario de leche en polvo proveniente de la Unión Europea, apenas se han comprado 2.821 ton de las 6.000 que hay para este año. (Lea: 2018 arrancó con la importación de 7.500 toneladas de productos lácteos) Este cargamento resulta menos atractivo que el norteamericano por un costo de transporte mucho más alto y por tratarse de sobrantes, como lo aseguró el economista Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán. “Año tras año, el cupo va aumentando y el arancel va disminuyendo. Esto sin contar con los otros Tratados de Libre Comercio que siguen ejerciendo presión, el caso de Chile, la Unión Europea, que lo que no pueden vender allá, la leche vieja, lo terminan enviando acá”, añadió. El experto señaló que mientras que los contingentes continúen ampliándose hasta que los aranceles queden totalmente eliminados en 2027 (para el caso del TLC con EE.UU.), la única defensa que tendrán los productores será el incremento del precio internacional, un fenómeno ajeno a sus actividades. Como lo informó este medio, en el primer trimestre del año ya ingresaron 14 mil 604 ton de productos lácteos, entre leche en polvo, lactosueros y otros, 24% menos que en el mismo periodo de 2017. (Informe: En 6 años del TLC con Estados Unidos, no ha habido avances significativos) Además del excedente de producción de leche en nuestro país, atribuido a un clima favorable, los stocks también están elevados (como lo demostró la pasada subasta de leche en polvo, que no registró transacciones). Por esta razón, los expertos consideran que el precio pagado al ganadero continuará su declive en los meses siguientes e incluso en los próximos años, debido al dominio de la industria que seguirá echando mano de la leche en polvo de Estados Unidos y de otros países para controlar el valor interno del líquido.