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Vacunador de Fedegán se graduó de ganadería sostenible

Foto: Cortesía

Para Edison Montoya, el programa significó adquirir conocimientos y transformar su propia visión de lo que es ser ganadero.

cronica

Vacunador de Fedegán se graduó de tecnólogo en Ganadería Sostenible

por: Angie Barbosa- 31 de Diciembre 1969

Una alianza entre la Federación y la Universidad Areandina permite que trabajadores del campo accedan a formación superior en producción sostenible sin salir de su territorio. Edison Montoya, expolicía y ahora vacunador, es uno de los primeros graduados del programa.

Una alianza entre la Federación y la Universidad Areandina permite que trabajadores del campo accedan a formación superior en producción sostenible sin salir de su territorio. Edison Montoya, expolicía y ahora vacunador, es uno de los primeros graduados del programa.


El caso de Edison Andrés Montoya, un vacunador de Fedegán en Antioquia que se graduó como tecnólogo en Producción de Ganadería Sostenible, refleja el impacto concreto y transformador de la alianza entre la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y la Fundación Universitaria del Área Andina (Areandina).

Montoya, tras 22 años como policía, decidió apostarle a la educación rural y cambiar de rumbo: “Esto me da la oportunidad de empezar a meterme más en el mundo de la ganadería”, expresó. (Lea en CONtexto ganadero: Fedegán y Areandina le apuntan a trabajar por el relevo generacional)

Gracias a que el programa se ofrece de manera virtual, pudo estudiar sin abandonar su territorio ni sus labores diarias. Junto a su esposa, desarrolla un proyecto ganadero en Fredonia, Antioquia, donde aplica lo aprendido, demostrando que la educación en el campo es posible y necesaria.


Educación sin barreras


Eduardo Mora Bejarano, decano nacional de la Facultad de Ciencias Agrícolas y Pecuarias de Areandina, destacó la importancia de este esfuerzo conjunto.

“La alianza con Fedegán ha sido de mucho provecho porque hemos venido aprendiendo de la mano con ellos las necesidades reales de formación que tiene la ganadería en Colombia”, aseguró.

Esta colaboración ha permitido llevar formación académica a comunidades rurales en todo el país. A través de una plataforma virtual, los estudiantes acceden a clases, contenidos y encuentros semanales sin desplazarse. Además, hacen sus prácticas en fincas cercanas, gracias al respaldo logístico y territorial de Fedegán.

Areandina ofrece dos programas: Técnico Profesional y Tecnólogo en Producción de Ganadería Sostenible. Ambos están diseñados para responder a las necesidades reales del sector.

“Tenemos las únicas ofertas en el mercado de formación en ganadería sostenible a través de metodología virtual”, dijo Mora Bejarano.

De acuerdo con el decano, el costo del semestre es asequible: 1.370.000 pesos, con descuentos adicionales para estudiantes nuevos. (Lea en CONtexto ganadero: Los programas técnico profesional y tecnólogo en Producción de Ganadería Sostenible son un éxito)


Formación con sentido y futuro


Andrés Villamil, director académico de los programas, explicó que la alianza surgió para responder a una problemática estructural: “Buscamos mejorar la situación social y económica del sector ganadero a través de una formación técnica y científica adaptada al contexto rural”.

El gremio cúpula de la ganadería en Colombia, por su parte, no solo facilita la infraestructura y la conexión con el territorio, sino que también ofrece oportunidades laborales a los egresados.

“Fedegán busca que quienes terminen el programa puedan trabajar directamente con ellos. Eso resuelve una de las mayores inquietudes de cualquier estudiante: el empleo”, aseguró Villamil.


De la teoría al impacto real


Para Edison Montoya, el programa significó adquirir conocimientos y transformar su propia visión de lo que es ser ganadero.

“La clave está en pensarnos diferente. Hay que entender que el uso del suelo, el agua y la relación con el entorno son parte del negocio, no temas secundarios”, explicó.

Habló también del impacto ambiental de prácticas inadecuadas: “Lo que yo haga en mi predio puede afectar a otros, por eso debemos asumir una producción responsable, con trazabilidad y pensando en el bienestar común”.

Montoya insiste en que lo aprendido no se queda en los libros. Lo ha aplicado en su proyecto familiar y en su trabajo como vacunador, donde cada interacción con otros productores se convierte en una oportunidad para compartir lo que sabe.

“Esto es una cadena de conocimiento que empieza en uno, pero puede llegar muy lejos. Corramos el riesgo, asumamos la idea del cambio. La reconversión hacia un modelo sostenible es posible y necesaria”, concluyó Montoya e invitó a todos los interesados a aportar al futuro de la ganadería.