Carlos Arturo Arias Falla, ganadero e ingeniero civil del Meta, logró transformar su finca en un modelo de economía circular con innovación y eficiencia productiva. Sin embargo, denuncia la subvaloración de los precios en el sector bovino, una desventaja estructural que pone en riesgo la rentabilidad de los productores a pesar de sus esfuerzos.
A pesar de la inversión, innovación y transición exitosa de un modelo tradicional y extensivo a uno intensivo y sostenible, un productor del Meta denuncia —como muchos ganaderos— que los precios del sector se encuentran subvalorados en Colombia.
“Desde Bogotá establecen los precios y eso se constituye en una imperfección de mercado”, afirmó Carlos Arturo Arias Falla, ganadero desde que nació y actualmente gerente de la finca La Primavera en Villavicencio (Meta).
Según Arias, los precios no reflejan todo lo que implica producir un kilo de carne o un litro de leche. Los costos aumentan por factores externos y, aunque se mantenga una razonabilidad financiera, cada vez resulta más costoso producir. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Para qué les sirve la bioeconomía circular a los ganaderos?)
Firme creyente en la eficiencia productiva, asegura que “cada peso invertido debe tener retorno en el menor tiempo posible”. Gracias a mejoras tecnológicas, ha logrado que los ingresos de su unidad productiva cubran todos los gastos. No obstante, enfatiza que la subvaloración del mercado sigue siendo una barrera.
Fiel al legado
Carlos Arturo Arias Falla continúa con el legado de su padre, Luis Eduardo Arias, reconocido líder gremial y actual gerente del Comité de Ganaderos del Meta. En familia han consolidado una tradición ganadera: él, ingeniero civil, y su hermana Jennifer, ingeniera industrial, lideran la finca La Primavera, donde además manejan un sistema de producción porcícola.
Las hembras son prioridad. Cría y ceba los terneros en terrenos alternos de manera natural. Antes trabajaban con raza siete colores, ahora tienen principalmente gyr. Las terneras se conservan como reemplazos, y los cruces también se destinan a vientres.
Estrategia en 5 pasos
Su modelo se basa en cinco pilares: análisis de capacidad de explotación, aprovechamiento de espacios, diseño e implementación, sostenibilidad y circularidad. Gracias a estos cambios, pasaron de 12 a 25 vacas en producción, con lo que aumentamos la carga animal en 90 %.
Pasaron de depender de un solo potrero a implementar el Pastoreo Racional Voisin (PRV), dividiendo el terreno en 35 parcelas de 3.500 m² para evitar sobreexplotación. La rotación se realiza cada uno o dos días, priorizando el lote de ordeño y luego el ganado preñado.
Instaló canales de desagüe para los residuos porcinos, que se recolectan en un tanque de 5.000 litros y luego se usan para fertilizar potreros. Realiza un ordeño mecánico diario con un promedio de 200 litros, que comercializa a una sola empresa que recoge cada mañana.
Además del pasto, cultiva cratylia, una leguminosa que fermenta con melaza para formar silos y suplemento alimenticio, incluso para la venta.
Implementó transferencia de embriones para mejorar la genética, pero suspendió el proceso debido a los tiempos que exige el negocio lechero. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo pasar de un sistema lineal a una economía circular en la ganadería)
“Cuando la finca sobrevive de la leche, tiene que garantizarse la preñez. Por la premura, nos tocó suspenderlo y usar nuevamente el toro”, anotó el ganadero.
Compromiso ambiental
Arias considera el cuidado ambiental esencial. Con el apoyo de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena) —la máxima autoridad ambiental del Meta—, cuenta con permisos para el uso y conservación del agua.
La finca está rodeada de árboles frutales y cítricos, parte de una gestión de reforestación que aporta al bienestar animal, genera sombra y mejora la condición térmica del ganado, además de reducir su huella de carbono.
“La economía circular se obtiene precisamente cuando se mezclan todos los elementos del negocio bovino y, en nuestro caso, también el porcino, y lo hemos logrado, pero el lunar son los precios del mercado subvalorados”, concluyó.