Visión empresarial, esfuerzo y una pizca de intuición llevaron a una mujer ganadera de Antioquia, junto a su familia, a convertirse en verdaderos anfitriones y pioneros del posicionamiento de la raza Simbrah en Colombia.
Beatriz Barrera Londoño, unamédica veterinaria, enamorada de la ganadería y llena de dedicación en cada cosa que hace, emprendió hace 8 años una iniciativa que se ha convertido en el faro de su empresa, La Agropecuaria Saturno. Desde allí ha logrado consolidar la presencia de la raza Simbrah en Colombia.
Beatriz, de una tradicional familia antioqueña, recuerda con emoción cómo, desde hace 40 años, cuando era muy pequeña pasaba sus vacaciones en la finca de su padre, ubicada en inmediaciones del Magdalena Medio. “Aprendí todo sobre ganadería, siempre me apasionó el tema y nuestro propósito era crecer para aportarle algo transcendental al campo y a éste país”, cuenta Beatriz, con la voz un tanto quebrada y llena de emoción. (Lea aquí -Razas colombianas, las más resistentes a los cambios climáticos-)
Es evidente, al hablar con ella, que la ganadería corre por sus venas. Las faenas de ganado, las ferias, el ordeño y todo lo demás, en palabras de ésta paisa, la han llevado a sentir amor y dedicación por esos animales.
Su familia ha estado siempre muy metida en el tema de la ganadería comercial, pero además de ser personas muy preparadas, siempre han estado interesados en aprender más. Por eso, en 2005, durante un encuentro ganadero, conocieron a Eduardo Flórez, experto veterinario, proveniente de México, empezaron a averiguar y preguntar por diferentes razas, hasta encontrar que los magníficos resultados y comportamiento del Simbrah en la zona de trópico, son excepcionales.
Fue así como en Marzo de 2006, Beatriz decidió emprender su viaje a México. En una travesía que duró cerca de un mes, visitó ranchos en San Luis de Potosí y Nuevo León, zonas de territorio azteca de trópico bajo húmedo, similares a tradicionales territorios ganaderos de Colombia. Beatriz recorrió más de diez ranchos e incluso en un hato de San Luis no quisieron recibirla porque, según ellos, no querían venderle ganado a una mujer.
El resultado del viaje permitió la importación de 30 vacas y 3 toros Simbrah en una época en las que éstas negociaciones eran viables, pues actualmente la entrada de ganado desde México está restringida. “Decidimos traer más calidad que cantidad porque consideramos que esa era la mejor manera de empezar, además que nunca vimos en ésta labor una fuente de ingreso adicional”, comenta Barrera Londoño. (Lea acá -Informe especial: conozca las razas bovinas más representativas de Colombia-)
Entre junio y julio de ese año llegaron los animales a un país en el que la raza era muy poco conocida, pero el 70% por de las tierras donde se desarrollan actividades ganaderas están ubicadas en climas cálidos, es decir, en trópico bajo.
A partir de entonces, con el apoyo de la Asociación Simmental de Colombia, expertos criadores mexicanos y representantes de la Universidad del Ces empezó el acompañamiento que llevaría a la Ganadería Saturno a convertir un sueño en realidad.
Posicionamiento y consolidación del Simbrah en Colombia
Desde 2008 se empezó a trabajar en temas de divulgación asistiendo a ferias de exposición en todo el país, así mismo llevando estudiantes de carreras agropecuarias a que interactuarán con los animales y trabajando en días de campo con ganaderos de distintas regiones. Esta labor fue vital para el crecimiento de la raza y en muy poco tiempo, Beatriz empezó a recibir correos electrónicos no solo de ganaderos colombianos, sino también de países vecinos interesados en la genética de su hato.
“Queríamos ser multiplicadores de ésta experiencia, por eso decidimos enviar cinco toros Simbrah a fincas de la Costa Caribe. Así pudimos identificar junto a otros ganaderos la eficiencia del 80% en índices de preñez, que tiene ésta raza.”, dice Beatriz con inusitado entusiasmo.
La Agropecuaria Saturno siempre tuvo claro que al contar con los mejores ejemplares de las razas Simmental y Simbrah, podía contribuir al mejoramiento genético de los hatos nacionales, logrando toros de alta calidad y eficiencia. En 2.009 abrieron una vitrina comercial en Planeta Rica, Córdoba, y desde aquel momento la demanda creció exponencialmente. “Ya teníamos vendidos los animales, incluso antes de nacer” asegura esta exitosa veterinaria.
La inquietud y el deseo de los ganaderos por adquirir animales de la raza Simbrah llevo a convertir a esta vitrina comercial en una de las más reconocidas de la región, a tal punto que desde allí se manejan las hembras donadoras y los embriones de la Ganadería Saturno. El empeño y la dedicación tenían un solo propósito: ofrecer un producto de calidad con una insuperable genética para lograr buenos repoblamientos. (A continuación -Ganado criollo al borde del abismo-)
“Los toros han sacado la cara por nuestra empresa, a tal punto que en casi todo el país hay genética Saturno”, señala con una enorme satisfacción está mujer criada en el Magdalena Medio. Esto, es la fiel demostración de lo que ésta familia de criadores ha divulgado desde que los ejemplares Simbrah tocaron suelo nacional; la versatilidad y adaptación de ésta raza hace viable cualquier proyecto de mejoramiento genético.
Una de las metas trazadas en Agropecuaria Saturno ha sido alcanzar el reconocimiento en otros países, por eso ya se encuentran posicionados en Venezuela y México y los han empezado a conocer en Costa Rica, República Dominicana y Panamá, a tal punto que en 2011 recibieron un reconocimiento por el posicionamiento de la raza Simbrah en Colombia y México, en un evento en el que tan solo once personas de todo el continente recibieron distinciones por su labor ganadera.
“Me siento feliz por la labor realizada”. He recibido apoyo, confianza y asesoría y por eso hemos aportado un granito de arena para que el campo colombiano tenga un mejor futuro, debemos mirarlo como un despensa mundial de comida “, expresa Beatriz Barrera.
Ahora vienen nuevas capacitaciones, atención a la creciente demanda y difusión de los beneficios del Simbrah en los Llanos Orientales. 'Este es el mejor momento de la raza, un escenario ideal para potencializar la ganadería del país y mejorar la calidad de vida de los campesinos y de sus hijos', concluye esta mujer pionera del Simbrah en Colombia.