La Cooperativa Multiactiva de Productores de Leche de Zipaquirá (Zipalac) inició un proyecto de mejoramiento genético gracias a embriones donados por la Gobernación de Cundinamarca. Pero a diferencia de otras iniciativas, no separaron las crías sino que resolvieron conservar el hato unido.
Fernando Quintero Rivillas, gerente de la cooperativa, contó que este programa empezó en septiembre de 2018 con la entrega de los embriones y desde el principio decidieron que lo mejor era mantenerlos juntos para constituir un hato especializado de Jersey puro.
“A diferencia de otros emprendimientos similares, queríamos hacer un hato más grande para producir leche, en una zona como la sabana de Bogotá que se caracteriza por los minifundios”, indicó. (Lea: Productores de Zipaquirá buscan comercializar en otras ciudades)
La mayoría de los integrantes de Zipalac, pequeños ganaderos de zona rural del municipio de Cundinamarca, decidieron evitar la distribución de los embriones entre los asociados, como habitualmente se hace con ayudas como suplementos para el ganado o equipos.
En cambio, conscientes de que esta práctica no ha contribuido al desarrollo de los campesinos y del sector agropecuario en general, los productores resolvieron juntar las crías en un mismo potrero y sostenerlas con recursos aportados por cada uno en un fondo común.
De acuerdo con Quintero, varios miembros de Zipalac querían aprovechar las ventajas de producir leche con ganado Jersey puro con registro, por lo cual vieron en este núcleo de animales una posibilidad para reconvertirlos los hatos y lograr un mejor precio en el pago del lácteo.
21 vacas cargadas
Según Miriam Oliva Sierra de García, presidente del consejo de administración de Zipalac, la cooperativa nació tras el paro agrario de 2013 con el fin de trabajar de manera mancomunada y acceder a programas, como la donación de estos embriones por parte de la Gobernación.
“Los 6 embriones que nos entregaban inicialmente se convirtieron en 12 embriones, 12 terneritas recién nacidas que decidimos mantener juntas, con sus respetivos registros de Asojersey”, explicó. (Crónica: Este productor logró mantener ganados Jersey y Jerhol en clima cálido)
Por su parte, Ómar Eduardo Cárdenas, administrador de empresas y directivo de Zipalac, sostuvo que eligieron la raza Jersey por el menor tamaño de los animales, pues no solo se adaptan mejor a la zona sino que además se pueden conservar en terrenos más pequeños.
“La Jersey es un animal de baja condición corporal que produce una leche muy buena, y promedios buenos, competitivos, especialmente por su origen. Competitividad que también nos acerca a la carga de animales por hectárea: podemos tener más cabezas, mejor alimentadas y con resultados más altos por su rusticidad y fecundidad”, afirmó.
Al cabo de un año y medio, a las 12 terneras iniciales se suman otras 9 cruzadas con Holstein, que compraron posteriormente entre la cooperativa y un grupo de asociados. En total, cuentan con 21 animales de propiedad de Zipalac, que ya empezaron a cargan.
“Sin abandonar la meta de producir de las mejores leches del mercado, para sacar derivados, también queremos mostrar nuestro emprendimiento en ferias y exposiciones como una alternativa para el mejoramiento genético, desde los sectores más débiles de la cadena”, añadió Cárdenas.
Pequeños ganaderos plantean grandes objetivos
Luis Felipe Villamil Tibasosa, pequeño productor lechero del Alto del Águila, no ocultó las preocupaciones que este emprendimiento genera, pues son pocos los miembros que decidieron integrarlo. (Lea: ¿Por qué la raza Jersey es apropiada para producir leche en Colombia?)
“Apenas 12 asociados decidimos hacer de esto una empresa, y las empresas se sostienen con recursos. Ahora que las Jersey están más grandes, las cuotas de sostenimiento se suben, consumen más y así mismo el arriendo y los pastos y alimentos, la cargada de estos animales es costosa. Solo esperamos que empiecen a producir para que la carga se aligere”, manifestó.
Para Cárdenas, es un gran avance contar con genética pura, pues “un embrión ahorra hasta 15 años de procesos de mejoramiento de ganado”. En búsqueda de continuar el linaje, utilizarán las mejores pajillas del mercado y de este modo buscarán incrementar el hato.
Víctor Hugo Méndez, contador y propietario de la finca en la vereda Ventalarga, donde están alojados las 21 vacas, manifestó que la obtención de leche de calidad es la meta a corto plazo, pero a mediano buscan producir y vender genética para mejorar los hatos vecinos y, por qué no, de la Sabana.
“Somos ganaderos pero solamente tenemos 7 u 8 vacas no más, no tenemos acceso a una raza que nos produzca primero un buen volumen de leche y con altos sólidos, porque si uno va a buscar esos animales en el mercado cuestan 8 o 9 millones de pesos”, dijo.
Y agregó: “Nosotros ofrecemos la posibilidad de permitirles el acceso a este tipo de animales, bajo compromisos previos de que, por ejemplo, le vendan la leche a la cooperativa”. (Lea: Ganaderos de Zipaquirá piden ayuda para atenuar el impacto del verano)
El contador también señaló que aprovechará las características de la leche Jersey, especialmente por el contenido de β-caseína A2, por lo cual es un tipo de leche que toleran quienes presentan intolerancia a la lactosa. El objetivo es explotar este mercado.
Finalmente, el gerente de Zipalac no ocultó su interés en convertir este modelo asociativo en un ejemplo para los demás ganaderos y productores del sector agropecuario, para congregar al sector público y privado en el mejoramiento de la calidad de vida de los campesinos.
“Queremos enviar un mensaje de que la asociatividad no se debe emplear para acudir a los entes a pedir algunos recursos que nos hagan mitigar el problema, pero no lo solucionan. Creemos que este tipo de iniciativas son una oportunidad para hacer empresa, que se hace concentrando los pequeños recursos que aporta el Gobierno para potenciarlos nosotros mismos”, concluyó Quintero.