El Meta es uno de los departamentos más extensos de Colombia, conocido por su riqueza hídrica gracias al río Orinoco, las tradiciones de su gente y actividades como la ganadería, la agricultura y la minería. Se dice que, por excelencia, es receptor de inmigrantes de otras regiones, pero también víctima de la llegada de cultivos ilícitos, como la coca. Hermann Orjuela Lozano, coordinador de Desarrollo Económico de la Unidad Administrativa Especial para la Consolidación Territorial, regional Meta, le confirmó a CONtexto ganadero que la producción de coca tuvo sus inicios en la década de los 90 y que el departamento y las zonas aledañas han sido los más afectados por los cultivos ilícitos. "En la década de los 80 fue la bonanza de la marihuana con Gonzalo Rodríguez Gacha, quien fue el que trajo la semilla y empezó a meter a la gente del sector de Vista Hermosa en esa economía ilícita. Vino la decadencia del cultivo porque desde California (EE.UU.) se empezó a producir y es cuando se da el tránsito de la marihuana a la coca, luego se inician las importaciones de esa semilla y se fortalece el cultivo en todo lo que se llamó la Zona de Distención”, detalló . (Lea: Multiplicar conocimientos ayuda a mejorar la producción ganadera) El experto indicó que los municipios de Vista Hermosa, Mesetas, Uribe y La Macarena fueron los más afectados en el sur del departamento. De igual manera, destacó las deficiencias del Estado en temas como la ausencia de un proceso de seguimiento y la baja presencia institucional, problemática que redundó en que al final de los años 90 y comienzo de la década de 2000 se disparara la producción de la hoja de coca en esta región. Posteriormente, en 2002 se presentó el pico de producción más alto en el país, acentuándose en Vista Hermosa, Puerto Rico, Puerto Concordia, lugares que llegaron a ser conocidos como ‘El gran cinturón cocalero en el Meta y en parte del Guaviare’. Según Orjuela, el departamento del Meta llegó a tener más de 10 mil hectáreas de cultivo de coca y entre 2002 y 2003 y alcanzó un tope de 16 mil hectáreas. “Se podría pensar que unas 10 mil familias estuvieron vinculadas a ese tema, solo en esta región del país”. Luego, en los 90 empiezan a llegar al país programas de cooperación internacional, como el de la Organización para Naciones Unidas, llamado Untce, el cual consiste en la lucha contra la droga y el delito bajo el proyecto Zona de Distensión, que busca la sustitución de cultivos ilícitos por desarrollos alternativos. (Lea: 81 familias de Guaviare cambian cultivos de coca por reses) “El programa buscó fomentar el desarrollo de algunas cadenas productivas, que le podían ser rentables a los campesinos porque transitaban de la ilegalidad a la producción lícita de alimentos; entonces hubo un programa de fomento en la ganadería, el cual consistió en darles un pie de cría, es decir un toro, 3 vacas preñadas y unos novillos de razas de doble propósito para que el productor empezara a conocer sobre este tipo de sistema y así produjera leche, de esta manera tendría un sustento diario y un ingreso por la producción de carne”, añadió el coordinador de la Unidad. Posteriormente, entró en vigencia el Plan Colombia, con el cual se desarrollaron proyectos productivos en actividades como el cacao. Además, en el Guaviare se empezaron a hacer ejercicios con caucho y se dio continuidad al tema del repoblamiento bovino. “Luego dimos inicio al programa de Familias Guardabosques, en el cual vinculamos a casi 2.000 familias de los municipios de Vista Hermosa, Puerto Rico y Puerto Concordia. Con ellos iniciamos el proyecto de sustitución de cultivos ilícitos en 2006 y el área se redujo unas 4.000 hectáreas. Cabe resaltar que con el Programa Presidencial contra Cultivos Ilícitos se siguen haciendo inversiones en la misma materia”, precisó Hermann. Para el año 2008, el experto explicó que al país llegó el Plan de Consolidación Integral, y se motivó al sector privado para trabajar en programas que contribuyeran con el mejoramiento de la región. El producto ideal fue la leche, según Orjuela. (Lea: La transferencia tecnológica se impone en Atlántico) “En ese mismo año hubo un programa piloto de desarrollo territorial en zonas de conflicto que se llamó Plan de Consolidación Territorial Magdalena, el cual tenía un componente de desarrollo económico y logró vincular a las empresas Alquería y El Recreo como aliados estratégicos para la comercialización de leche, ello ha permitido que numerosos productores estén inmersos en la cadena productiva de la leche. Para ese año se inició con la producción de 800 litros; actualmente, ya vamos en 70 mil diarios. Al principio entraron 100 familias, hoy tenemos alrededor de 1.400”, aseveró Orjuela Lozano. Asimismo se trabaja en el fortalecimiento de la red de frío y se cuenta con 8 centros de acopio. “En Mesetas nos acopian 35 mil litros de leche, que se enfrían y entregan a Alquería”, añadió el coordinador de Desarrollo Económico de la Unidad Administrativa Especial para la Consolidación Territorial, en Meta. El secreto de ello ha sido el trabajo asociativo, en el que se vincula a los pequeños productores. Es decir que con recursos de la Nación, la cooperación internacional de Usaid y el vínculo de entes departamentales se han logrado gestionar proyectos productivos lecheros, que han mejorado la calidad de vida de las familias que antes producían hojas de coca. “Es un proceso que ha sido gradual, en la medida en la que la gente se vincula y se compromete con estos proyectos de desarrollo sustitutivo. La idea es seguir creciendo y tenemos varios factores que nos lo permiten, como por ejemplo la calidad de la leche de esta zona, porque es rica en grasa y en sólidos totales, lo que le da el valor nutricional. Estamos en una región extensa, ocupada por un número de familias que todavía pueden hacer parte de esta iniciativa y sabemos que Alquería aspira a que en 2020 se estén produciendo 200 mil litros diarios” dijo. (Lea: Producir cocaína causa deforestación y polución en Colombia) Requisitos para ser parte de esta iniciativa De acuerdo con el experto, para que alguien que haya estado inmerso en la producción de cultivos ilícitos, como la coca, debe demostrar la tenencia del predio de forma legal, su dependencia de la tierra, ser pequeño productor, residir en municipios y veredas localizadas para el desarrollo de proyectos productivos sustitutivos, no haberse beneficiado con otros proyectos en el pasado, tener familia, estar dispuesto a cumplir con lo que el proyecto exige y no tener cultivos ilícitos, entre otros. “Pienso que la leche se convirtió en la razón para dejar a un lado el narcotráfico, porque nos está dando resultado. A finales del año pasado todo el proceso productivo con Alquería fue merecedor del Premio Emprender Paz que otorga la Embajada de Alemania, con base en un análisis de cómo se ha dado el proceso, el fortalecimiento económico de las familias campesinas, el aliado comercial, que permite el gana-gana, en fin”, puntualizó el líder del programa.