Este término neerlandés, que quiere decir literalmente abrazar vacas, se utilizar para describir la terapia que se ha convertido en la última tendencia para ayudar a reducir el estrés. Originario de Países Bajos, la práctica se ha extendido a otros países como Suiza y Estados Unidos.
De acuerdo con Business Insider México, el koe knuffelen nació en la ciudad rural de Reuver (Países Bajos), pero se ha extendido por diferentes ciudades y se ha convertido en una verdadera vocación para muchas granjas en el país europeo.
Otros afirman que este tipo de terapia tuvo su origen en la granja Noord Empe, a las afueras del pueblo de Voorst en la provincia de Güeldres, 109 km al este de Ámsterdam. La práctica fue ideada por la familia Bouman, antigua dueña de la granja, pero ahora es ofrecida por la familia Boekesteijn.
Nicolette Bouman, gestora de reservas y visitas de la granja que lidera el proyecto Koe Knuffelen, reveló al portal Traveler.es que esta práctica empezó hace 20 años “tras un brote de fiebre aftosa que afectó a gran parte del ganado de Holanda”.
“Mi hermana era la granjera en ese momento y se le ocurrió la idea de invitar a las personas que llegaban de la ciudad para que viesen con sus propios ojos cómo es la ganadería lechera y la vida con nuestras vacas”, aseguró Nicolette en la publicación.
Y agregó: “Es una buena forma de acercar a las personas a la naturaleza y fomentar el respeto por las vacas y los agricultores por otro modo de vida”. (Lea: ¿Qué sabe usted sobre la raza bovina highland, conocida como la vaca de tierras altas?)
En su página web de Koe Knuffelen, aseguran que los primeros registros de la granja Noord Empe datan de 1047. Más tarde, después de la Segunda Guerra Mundial, el Sr. Hupkes vino a Voorst para ayudar a su tío y finalmente se hizo cargo de la empresa.
En 1981, la finca pasó a manos de su hijo y su nuera. En noviembre de 2017 la familia Boekesteijn se mudó a la granja procedente de la ciudad de Schipluiden (oeste de Países Bajos), donde tenían una granja lechera desde hace muchos años.
En efecto, Nicolette contó a Traveler en 2020 que tras el divorcio de su hermana, vendieron la ganadería a esta familia, pero eso no ha impedido que ella siga adelante con el proyecto. (Lea: ¿Sabe en qué consiste el Día de Apreciación de la Vaca que se celebraría hoy?)
“Mi hermana se divorció hace 3 años y ahora hay una nueva propietaria, pero yo continúo, son mi debilidad. Nuestras vacas son muy dulces y siempre están dispuestas a recibir abrazos. De hecho, desde que comenzó el covid-19 nos hemos abrazado más que nunca”, afirmó.
En el sitio web, la familia Boekesteijn asegura que “tenemos pasión por la vida en la granja, mucho amor por los demás y por todos los animales”, y que además de continuar con la producción de leche, también se llevan a cabo talleres de terapia.
Para ello, cuentan con alrededor de 150 vacas y terneros en la granja, pero además tienen perros, gatos, conejos, gallinas, caballos islandeses y diez colonias de abejas. Incluso están a la vanguardia de la producción y usan un robot para el ordeño desde 2010.
¿Cómo funciona la terapia?
Por su parte, Insider México habló con José van Stralen, que dirige Farmsurvival en Spanbroek, también en Países Bajos. Allí comenzó a ofrecer este tipo de sesiones en 2014 después de escuchar de otros granjeros y darse cuenta de los beneficios.
“Se puede leer en su lenguaje corporal que cuando cierran la mitad de los ojos con las orejas hacia abajo, a veces incluso con la cabeza hacia abajo en el regazo de la persona, que están bastante relajadas”, dijo. (Lea: Los bovinos son inteligentes y tienen buena memoria)
Y añadió: “Es un intercambio de energía positivo. La persona que abraza a la vaca se relaja al estar junto al cuerpo más cálido. A veces, incluso logra seguir los latidos de su corazón. Es una situación en la que todos ganan y es una gran experiencia para ambos”.
Se cree que la temperatura corporal más cálida de la vaca y sus latidos cardíacos más lentos promueven la positividad y reducen el estrés al aumentar la oxitocina en los humanos, la hormona liberada en la vinculación social, según la BBC.
En el mismo artículo sobre esta terapia, la agencia británica reportó que los efectos calmantes de acurrucarse con una mascota o un animal de apoyo emocional parecen acentuarse cuando se hace con mamíferos más grandes, como vacas o caballos.
Un estudio de 2007 realizado por científicos franceses y austriacos publicado en Applied Animal Behavior Science encontró que las vacas “muestran signos de placer y relajación cuando la gente las frota, masajea o acaricia”, según informó People, citado por Insider.
De acuerdo con el dtrabajo de investigación, las vacas muestran señales de relajación profunda, estirándose y permitiendo que sus orejas caigan hacia atrás cuando se les masajea en áreas particulares del cuello y la parte superior de la espalda.
¿Cómo es un día de abrazar vacas y en qué otros países se hace?
En la finca Noord Empe, Nicolette gestiona diferentes planes y visitas para grupos de mínimo 4 personas por precios que oscilan entre los 25 y 75 euros por persona. La experiencia comienza encontrando a la directora del proyecto y una taza de té caliente con pastas.
Los participantes se cambian de indumentaria, poniéndose botas y una bata protectora. Dependiendo del clima, la visita a las vacas se hace en el prado al aire libre o en el pasto, donde la guía habla de cómo entender los sonidos de la vaca y poder comunicarse con ellas.
La experiencia que ofrece esta granja no solo se ha replicado en Países Bajos por personas como José van Stralen en Farmsurvival o Kastanje Hoeve (otra ganadería neerlandesa), sino que se ha extendido en Suiza y Estados Unidos.
Según reportó The New York Times y fue citado por Business Insider España, existen negocios como el Mountain Horse Farm, donde se pagan hasta 300 dólares por una hora y media con el animal. (Lea: 3 datos curiosos que debe saber sobre las vacas)
“Esta terapia ofrece interacciones con las vacas que van desde un cepillado, caricias o incluso ‘conversaciones’ con estos rumiantes”, describió el artículo, señalando que la experiencia es similar a la terapia equina, aunque con una gran diferencia.
Mientras que los caballos tienden a pararse, las vacas se acuestan de forman espontánea en la hierba mientras rumian, permitiendo que los pacientes disfruten de “interacciones más cercanas, íntimas y personales” y obtener “un cálido abrazo a la vaca”.
Aunque la publicación habla originalmente de 300 dólares, la página web de la granja ubicada en Asheville (Carolina del Norte) indica 75 dólares por una hora para una persona y de 150 dólares para 4 personas, acompañados por un terapeuta.
Este proyecto asegura que “una de las mayores alegrías en la vida de nuestras vacas es el cepillado” y por eso los visitantes pueden sentarse con las vacas y cepillarlas para sentir “el calor de sus cuerpos y su paz y tranquilidad”.
La ganadería tiene vacas highland, las vacas originarias de Escocia que tienen abundantes y suaves cabelleras, así como también ofrecen sesiones con caballos, con el fin de brindar una conexión con el mundo natural y encontrar paz y tranquilidad.
“Los caballos y las vacas son seres sintientes, son individuos como tú, y es maravilloso conocerlos. (…) Visitar a nuestros caballos y vacas es comprender el temperamento meditativo, la naturaleza plácida y el gran tamaño de estos hermosos seres”, concluyeron.
Si desea ver fotos sobre estas sesiones, usted puede visitar los perfiles en Instagram de Koe Knuffelen, Farmsurvival y Mountain Horse Farm.