Con tabaco, Armando Yako limpia de malos espíritus la choza ancestral en medio del Amazonas de Colombia, donde se reunieron por primera vez los sabedores tradicionales de los 26 pueblos indígenas de esa región para discutir cómo salvar su cultura y territorio.
El abuelo de la etnia ticuna, la principal del Amazonas, pone sus brazos en forma de cruz, se toca la cabeza y se agacha. Repite los movimientos varias veces mientras aspira y exhala un cigarrillo artesanal de tabaco.
"Abuelos, estamos enfermos, estamos pensando diferente, estamos pensando como nos pone a pensar el Estado", dice Yako en castellano antes de dar inicio a la "Primera Cumbre Intergeneracional de Sabedores Tradicionales y Líderes del Departamento del Amazonas", que se realizó del 12 al 16 de septiembre en Santa Sofía, una comunidad selvática en el sur de Colombia separada de Perú por el río Amazonas. (Lea: Alerta por brote de tuberculosis en indígenas de Amazonía)
"Las bonanzas de caucho, pieles, minería, madera, nos dividieron. Hay intereses externos como las empresas foráneas que ponen en peligro la vida", explica el abuelo, antes de meter en su boca polvo verde hecho a partir de coca macerada y rendida con cenizas del árbol Yarumo, y un poco de ambil, una sustancia de tabaco.
Este ritual sagrado se conoce como mambeo de coca, que los indígenas amazónicos usan para gobernar y comunicarse con el "padre creador". Para ellos, la coca es la lengua de Dios y el tabaco la esencia de quienes son.
"A partir de esos 2 elementos nosotros contribuimos a analizar, a pensar mejor, y a poder resolver nuestras diferencias", explicó a AFP el líder yagua José Soria, organizador de la cumbre, que reunió a unos 150 indígenas.
Olvido de principios
El departamento del Amazonas tiene 110 mil km cuadrados, 93 % de los cuales son territorio indígena. Su selva es el pulmón del mundo y alberga riquezas minerales y medioambientales.
Allí viven unos 46 mil indígenas, cerca de 56 % de la población total del departamento. Cada pueblo tiene una lengua única, que en 4 casos está a punto de extinguirse, aseveró Soria.
"La parte ancestral se está terminando, todos a la larga estamos hablando el castellano", corroboró Ovino Flórez, gobernador del resguardo Zaragoza, a 10 kilómetros de Santa Sofía. (Lea: Exponen problemática entre ganaderos e indígenas en Guainía y Vichada)
Durante los 5 días de reunión, las etnias expusieron sus principales problemas: minería ilegal, pérdida de la gobernanza en su territorio y de sus principios culturales.
Destacaron la situación de las etnias mirañas y bora, en el norte del departamento, que tienen en su cuerpo los mayores niveles de mercurio registrados en el país, producto de la minería ilegal que envenena sus ríos, según un estudio de la Universidad de Cartagena.