Estas dos razas cebuinas se han convertido en dos de las más emblemáticas en las regiones de clima cálido en Colombia, especialmente para producción de leche, bien sea puro o en cruces con razas taurinas como la holstein. Conozca de dónde provienen y cómo arribaron a nuestro país.

La raza gyr o gir es una de las principales razas de la subespecie bos indicus, esto es, es originaria de la India y se usa localmente junto con el sindhi rojo y el sahiwal. El gyr fue uno de los tres componentes empleados en el desarrollo del ganado brahman en Estados Unidos.

Se usa con frecuencia en países de América, como Brasil, México, Colombia, Panamá, Honduras, Costa Rica, etc., porque, como cebú, es resistente a altas temperaturas y enfermedades tropicales. (Crónica: Este es el origen del brahman y así fue su llegada a Colombia)

Se originaron en el suroeste de la India en las colinas de Gir (de ahí su nombre) y los bosques de la península de Katiawar, en los distritos de Junagadh, Bhavnagar, Rajkot y Amreli del estado de Gujarat y desde entonces se han extendido a los vecinos Maharashtra y Rajasthan.

En esta región, el promedio de temperatura máxima a la sombra en verano es de 36,7ºC y la mínima alcanza los 15°C, lo que significa que se trata de una región cálida y muy húmeda. Las vacas producían abundante leche en tanto que los bueyes eran usados para arrastrar cargas.

Dada su tolerancia a las condiciones de estrés y su resistencia a diversas enfermedades tropicales, al parecer los primeros ejemplares de esta raza en América fueron llevados a Brasil, de donde se difundió ampliamente por todo el continente y se adaptó a las zonas tropicales.

Las primeras importaciones a Colombia llegaron de Brasil hace 4 décadas a través de los fondos ganaderos. En recientes importaciones, las hembras tienen como ascendencia toros probados y madres con producciones superiores a los 4500 litros por lactancia.

El ganado gyr se presenta como una alternativa para mejorar la producción de leche en los climas cálidos. En Colombia, las explotaciones lecheras en estas regiones así como sistemas productivos de doble propósito han incorporado a sus esquemas este tipo de animales.

Desde hace más de tres décadas, también se han estructurado importantes programas de cruzamiento con razas especializadas, como holstein, pardo suizo y jersey, para producir ejemplares F1 con habilidad para adaptarse y producir leche con mayor eficiencia en clima cálido.

Aprovechando estas cualidades, en las últimas décadas se ha avanzado en el cruce con raza holstein para la consolidación de la raza gyrolando, que tiene 5/8 de sangre holstein y 3/8 de sangre gyr. (Lea: Ganado gyr, 30 años mejorando la genética bovina en Colombia)

En la actualidad, la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Cebú (Asocebú) ha registrado ganaderías que, además del brahman, trabajan con gyr lechero en diversas cuencas lecheras, donde han logrado destacados avances en el mejoramiento de la genética.

Asocebú tiene programas como el control lechero oficial, visitas de asesoría y seguimiento realizadas por técnicos especializados en selección de cebuinos lecheros, trabajos de bovinometría en busca del biotipo funcional de vacas y toros para el trópico colombiano en potrero y el desarrollo de los estudios poblacionales.

Además de su gran potencial lechero, la raza gyr tiene la habilidad para sobrevivir, crecer y reproducirse eficientemente en el medio tropical colombiano, gracias a lo cual muchos criadores colombianos han diseñado programas de superovulación y transferencia de embriones con ejemplares sobresalientes.

Origen de la raza guzerat

De acuerdo con el libro “Ganadería colombiana: Las razas” elaborado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), se dice que esta es la raza bovina más antigua del mundo. (Lea: Estudio concluyó que producción de embriones in vitro sería mejor en vacas gyr)

Según detalla, eEl guzerat tiene su imagen grabada en los monumentos de la India e, inclusive, fue encontrado un sello que data de hace cinco mil años, en el que se representa un animal típico de la raza al lado de instrumentos agrícolas.

Aunque la publicación manifiesta que su región de origen es el estado de Bombal en la India, el guzerat proviene de otra raza, la krankej, que procede a su vez de la región árida del estado de Gujarat en India y también de la provincia de Sindh en Pakistán.

A partir de 1870 en adelante, toros y vacas kankrej fueron exportados a Brasil, donde se utilizaron para crear la raza guzerat. En este sentido, sería una raza brasileña, producto del cruce entre krankej con ganado criollo bos taurus de origen europeo.

Desarrollado como una línea de doble propósito (carne y lácteos), se distinguen ejemplares del tipo de carne y también existe una variante sin cuernos. Se adapta fácilmente a medios adversos y posee una gran capacidad de crecimiento en pastoreo.

El libro genealógico de la raza inició en 1938, aunque desde antes ha desempeñado un papel importante en la expansión de la genética cebú, pues junto con el gyr y el nelore fueron los tres componentes que dieron origen a la raza brahman.

En Colombia, los animales guzerat se presentan como una buena alternativa para mejorar las ganaderías de doble propósito. En los últimos años, al igual que la gyr, ha despertado un gran interés entre los criadores cebuistas por sus grandes cualidades.

Estos productores han importado una buena cantidad de ganado al igual que semen de los mejores toros del Brasil. Algunos criadores de holstein los utilizan para cruzar con las mejores vacas de sus rebaños y obtener bovinos guzolando (guzerat x holstein).

En Colombia, los primeros ejemplares fueron registrados en Asocebú en 1980. Si bien su población en el país es reducida, han generado amplio interés por su adaptación y desempeño. (Lea: Ganaderos catalogan al guzerá como la raza ideal para el cambio climático)

En su condición original, es un animal de triple propósito: carne, leche y trabajo, esto último gracias a su temperamento noble. Es excepcional para cualquier tipo de cruzamiento e ideal para zona tropical seca en cualquier topografía, por su gran rusticidad y longevidad.