El ganadero Nicolás Benedetti Pineda es pionero en la introducción de una técnica de manejo y adiestramiento de bovinos para evitar que los animales sean más inquietos y peligrosos.   Nicolás Benedetti se graduó como médico veterinario y zootecnista de la Universidad de Córdoba y especialista en Producción Bovina Tropical y Mercadeo Agropecuaria. Fue profesor catedrático en la Universidad San Martín en Ibagué, Tolima, en el área de Producción de rumiantes.   Hace 8 años, aprendió técnicas de amanse y adiestramiento de bovinos con el experto brasileño Nilson Carmela, y desde que vio los primeros resultados, se convenció de la efectividad de este manejo. Por eso se propuso transmitir sus conocimientos a ganaderos y trabajadores pecuarios con el fin de generar un ambiente más tranquilo en las fincas.   En la actualidad, está radicado en la ciudad de Montería, donde constituyó su propia empresa con la que se ha dedicado a asesorar explotaciones ganaderas en técnicas de manejo animal. (Lea: Así se alista un bovino antes de ser exhibido y juzgado)   La técnica para crear bovinos mansos   Benedetti imparte un conjunto de técnicas para controlar a los bovinos, partiendo del principio que los animales son seres irracionales que deben ser amaestrados por nosotros, los seres humanos con capacidad de discernimiento.   Su enseñanza se divide en 3 fases: el amanse, el adiestramiento y el manejo. Cada uno se aplica de acuerdo a las necesidades particulares de cada productor o finca.   “El amanse es una fase que deben seguir todos los propietarios de ganado en sus fincas. Al lograr la mansedumbre en los animales, hacemos que estos sean menos riesgosos para los operarios que aprendan a manejarlos”, explicó.   Para Benedetti, es fundamental enseñar el manejo correcto de los seres vivos a las personas que trabajan con ellos, en especial al ganado vacuno por ser un renglón importante en el sector agropecuario.   Después del amanse, el experto aplica el adiestramiento a los bovinos que van a ser exhibidos en ferias, pues allí será mostrado frente a un público desconocido. En ese sentido, el objetivo es reducir cualquier tipo de riesgo tanto para el operario como para los asistentes.   En esta segunda fase utiliza la técnica del “imprinting” o impronta, un elemento novedoso que permite generar un adiestramiento más rápido en cualquier animal. (Lea: Conozca cómo las vacas se acostumbran a rutinas de ordeño)   La tercera fase consiste en el manejo del macho y la hembra, desde que es novilla y vaca preparto, durante toda su edad productiva y después del parto. Esto incluye el control de la alimentación, que es base fundamental para desarrollar buenas unidades productivas de carne y leche.   “De ahí se lleva nuevamente al ciclo de las hembras que quedan en la finca, una vez se hace un proceso de selección y retornan al ciclo productivo”, aseveró el médico veterinario.   ¿En qué consiste el imprinting?   Este término se emplea sobre todo en las áreas de psicología y la etología (que estudia el comportamiento de los animales). La impronta es un aprendizaje en cualquier fase, ya sea en una edad particular o un momento de la vida, que es adquirido de manera inherente y es independiente del comportamiento.   Fue usado por primera vez para describir situaciones en las cuales animales o incluso personas aprendían las características de ciertos estímulos que se “improntan” en el sujeto.   El biólogo aficionado Douglas Spalding reportó este comportamiento en gallinas domésticas en el siglo XIX. El término fue redescubierto por el etólogo Oskar Heinroth y este se lo transmitió a su discípulo Konrad Lorenz, quien lo estudió de forma más exhaustiva y lo popularizó en su trabajo con el ganso.   Al hablar de esta técnica, Benedetti indicó que consiste en poner una “huella de mansedumbre” al ternero recién nacido, con una serie de masajes que se realizan los primeros 3 días posteriores al nacimiento y que constituyen la primera intervención que se hace al recién nacido luego del suministro de calostro y la desinfección umbilical.   “Con esto, el animal será manso para toda la vida. No va a dar patadas durante el ordeño, porque también se hacen los masajes en la glándula mamaria”, dijo. (Lea: Tómese 4 meses para preparar el ganado antes de un juzgamiento)   La técnica es igual para todas las crías, sin importar el propósito de la finca, sea producción de leche, carne o doble propósito.   En primer lugar, se debe estimular el olfato, poniendo el aroma del trabajador en la nariz del ternero acostumbrarlo a esta esencia, pues es de los primeros sentidos que desarrolla. Una vez se habitúan al humor, Benedetti garantiza que el animal identificará al operario a través del olfato.   “Además hay que hablarles, que es lo normal y lo lógico que se hace en cualquier finca. En este caso, los hijos de las reses también lo reconocerán por el timbre de la voz”, añadió el experto.   Luego se procede a masajear la cabeza, el cuello, las paletas, las costillas y el último tercio con movimientos de arriba hacia abajo. Con esto contribuye a estimular la circulación sanguínea, tal como lo hace la madre con su ternero.   De igual manera, se puede trabajar en la glándula mamaria de las terneras para que al momento de llegar a la fase productiva, no sientan extrañeza de sentir las manos o el equipo de ordeño en sus ubres.   Benedetti aconsejó hacer este tipo de masajes frente a la madre cuando tiene temperamento dócil, pero advirtió que si la vaca es agresiva, debe haber una cerca de por medio para garantizar la seguridad del trabajador.   Labor social   Aunque parece que el trabajo de Benedetti solo corresponde a grandes explotaciones ganaderas, el médico veterinario se apresuró a afirmar que su empresa tiene un compromiso social con los jóvenes que laboran en estas fincas o que buscan empleo.   “Yo preparo a los muchachos de la región para insertarlos en empresas grandes que me solicitan permanentemente gente para el amanse y el adiestramiento de los bovinos”, contó. (Lea: El arte de poner lindas a las vacas)   Ha trabajado en predios de toda la región Caribe, en especial en los departamentos de Córdoba y Sucre. Ha dictado cursos en los Llanos Orientales y en el sur de Colombia, e incluso ha realizado conferencias en países como Panamá y Honduras.   Asimismo, entrena a bovinos y ganaderos que serán presentados en ferias y concursos, que de hecho es la solicitud que recibe con mayor frecuencia de las empresas ganaderas, por el poco tiempo que emplea para prepararlos.   “En 4 días, yo cojo animales en potrero y los entreno para mostrarlos en pistas de juzgamiento. Son bovinos de todas las edades. De hecho tengo una experiencia en la hacienda El Morro, que cría Guzerá. A mí me buscan y los organizo, me demoro un poco más pero se los pongo en las pistas”, sostuvo.   Si usted desea obtener más información, puede consultar su perfil en Facebook o en Instagram.