logoHeader
Finca La América, Ceba en Tolima, disminución de tiempo de ceba, mejoramiento genético, Software ganadero, raza Brahman, Normando, Brangus, Simbrah, rotación de potreros, ganadería es un negocio de centavos, silvopastoriles, Samán, genética de alta calidad, compra de embriones, CONtexto ganadero, noticias de ganadería colombiana.

Foto: Cortesía.

cronica

Cómo la finca La América logró disminuir el tiempo de ceba de 34 a 28 meses

por: - 31 de Diciembre 1969


El mejoramiento genético, la compra de embriones y la importación de terneros junto con la información de su software ganadero, la organización administrativa y productiva y la selección estricta de los animales, le han permitido a esta unidad ganadera del Departamento del Tolima, el mencionado resultado.   Finca La América es una explotación ganadera del Departamento del Tolima que cumple 50 años dedicados a la producción de ganado de carne. Recientemente llevada por el estudio permanente de la actividad y la asesoría de expertos, decidió incursionar en el mejoramiento genético y este programa le permitió reducir el ciclo productivo de 36 a 28 meses en la ceba de bovinos.   En ese trabajo de mejoramiento resultó crucial el que haya realizado la transición de los registros manuales al software ganadero, porque dicha gestión le permitió a la empresa una mayor precisión en los datos claves para analizar cada evento de la producción animal.   Nació en el año 1968 año en el que fue fundada por Julio Charry y ahora continúa su marcha con su nieto Diego Charry, es decir, transcurre en su tercera generación. (Lea: ¿Cómo puede un pequeño ganadero dedicarse a la ceba?)   La América se encuentra en el municipio de RoncesValles -a 80 km de distancia de Ibagué y a ocho horas por carretera- que es clima frío, e igualmente, tiene explotaciones ganaderas en los municipios de Alvarado, Venadillo y Ambalema, que son de temperatura cálida.   Esta ganadería ha evolucionado con resultados positivos de manera permanente a lo largo de sus cinco décadas de existencia. Inició con ganado Normando y siempre ha estado dedicado a la cría y ceba de novillos.   “El recuerdo del trabajo de animales en el corral, las faenas de purga y de marcación con el hierro y demás, en compañía de mi padre, me acompañan todos los días y me inspiran y dan el impulso para estudiar y buscar la competitividad permanente en el negocio. En esos años -de niño- contribuía con el levantamiento manual de los registros de cada suceso de los animales”.   La América siempre ha manejado todo el ciclo de producción de ganado para carne, desde la cría hasta la ceba. “En el primer caso tenemos los destetos hasta los nueve meses y luego los dedicamos a la ceba durante un año y medio. Estamos sacando animales de 2 años y medio de 500 kilos”, dijo Charry.   Obtiene una ganancia diaria de 600 gramos por animal y alimenta los animales al pastoreo mediante rotación de potreros cada 45 o 60 días, dependiendo del ciclo de lluvias que se presente.   Tiene pasto estrella y Climacuna y Angleton. “Dichas variedades son buenas pero como toda planta su producción está sujeta a la disponibilidad de agua”.   En épocas de lluvias aumenta el inventario y en las de sequía se ve obligado a reducirlo. Recuerda que en 2016 el verano fue tan intenso que se vio obligado a descargar el cien por ciento de una finca. “La falta de comida fue algo angustiante y preferimos vender los animales que presenciar el desmejoramiento de su masa corporal”.   Estudiar el mercado   En lo referente al flujo de caja aplica algo que parece lógico pero que es una gestión que debe tenerse en cuenta siempre en la ganadería. “Este depende del mercado. Si hay demanda es estable, pero cuando surgen crisis la situación se complica”. (Lea: ¿Cómo puede un pequeño ganadero dedicarse a la ceba?)   Episodios como el sucedido el año pasado le dejó a esta ganadería la enseñanza de estar pendiente del comportamiento del mercado en todo momento. “La aparición de fiebre aftosa el año pasado -2018- en la que los países compradores de carne colombiana cerraron sus puertas al país, y asimismo, se disminuyó el consumo y se desplomó el precio del ganado con mayor énfasis en la Costa Caribe, fueron hechos que resintieron el mercado nacional”.   En esa época tuvimos que frenar los despachos de ganado porque los objetivos de precio establecidos previamente, se vinieron al piso, y eso, ocasionó una acumulación de inventarios mientras se lograba una mejor negociación   “Y hablando de cosas externas al negocio. Lastimosamente el 26 de diciembre de 2018 la explotación ganadera fue víctima de abigeato. Le hurtaron 8 novillos de 500 kilogramos cada uno. Gracias a la Ley 1944 del 28 de Diciembre, esta actividad ilícita ahora es castigada con prisión. Esperamos que las autoridades aclaren el caso”.   Cambio de raza   Hemos realizado cambios y uno de ellos es que mientras duramos 20 años con el manejó de la raza Normando únicamente, en el momento de adquirir predios en tierra caliente -hace 30 años- comenzamos a diversificar. Ahora usamos 4 razas: Brahman en un 50 por ciento, seguido de Normando (30 %), Brangus (10 %) y Simbrah (10 %).   Asimismo hace cerca de una década utiliza el software ganadero. A dicha fuente de información atribuye un manejo animal más eficaz. “La parte sanitaria e incluso la administración financiera mejoraron ostensiblemente”.   Consejos claves   En ese sentido de la administración ha aplicado tres procesos que son claves para el mejoramiento productivo. Estos son: organización interna, mejoramiento de razas y sus cruces con razas europeas y la unión de los ganaderos en el país.   “Frente a este último aspecto me refiero a que la mayoría de ganaderos en Colombia son productores cuyo inventario promedio es de 50 reses y esto no les permite volver su negocio escalable, ni tener acceso al sector financiero y a los nuevos desarrollos”.   Mejoramiento de razas   Hace 10 años La América incursionó en el mejoramiento genético de los bovinos. “Compramos embriones e importamos algunos terneros para mejorar las razas. Contamos en este tema con asesoría de expertos nacionales y locales”.   Al mejoramiento genético le debemos que hayamos optimizado la ganancia diaria de peso de 450 a 600 gramos por animal al día. (Lea: “Gasté mucho tiempo para lograr un flujo de caja quincenal”, Rodrigo Olano Pérez)   Igualmente el acudir a dicho esquema nos permitió reducir el periodo de ceba de 34 a 28 meses, lo cual nos parece un logro significativo desde el punto de vista de la competitividad en el mercado.   No obstante que se ha dedicado solo a la ceba, tiene a la vez hembras. “El 25 por ciento del inventario son vacas, las cuales, dedicamos a la reproducción. Les hacemos un proceso de selección permanente y las que no expresen habilidad materna las descartamos, las cebamos y luego las vendemos para sacrificio”.   En la ceba igualmente hace selección. “Esto sucede cuando nuestra cría especializada no alcanza a abastecer completamente los requerimientos del total de la explotación y entonces compramos terneraje a terceros, los que no obtengan el peso necesario, los vendemos. Esto debido a que el material genético de la zona no es el mejor”.   Silvopástoriles   La explotación ganadera implanta en tierra cálida un esquema silvopastoril de manera gradual. “Hemos sembrado cerca de 300 árboles de la variedad conocida con el nombre de Samán que tiene la característica de crecimiento lento pero da buena sombra para el ganado. También sembramos la leguminosa Leucaena que sirve de alimento para el ganado”.   Los árboles sirven como sombra a los animales, y asimismo, de cercas vivas que protegen contra el viento a los pastos y a los animales.   Hemos venido alternando este esquema de árboles y leguminosas  mediante la rotación de potreros.   Tenemos claro que se debe ahorrar comida lo que hacemos mediante el pasto de corte y la producción de maíz cuya cosecha ensilamos para utilizarla en las épocas de sequía.     Tuvimos escases de comida hace dos años y por eso redujimos el inventario. No obstante en esos casos, los costos fijos continúan como es el caso de los salarios, impuestos y servicios.   El manejo financiero   “Como profesional de las finanzas, la experiencia me ha mostrado que la ganadería es un negocio de centavos, y que por tal razón, en cada proceso se debe buscar siempre la manera de reducir los gastos para destinarlos a la inversión permanente. Hacerle seguimiento a los costos es fundamental”.   Y en ese caso cito el ejemplo de los insumos pues debido a que su valor se encuentra atado al comportamiento del dólar, afecta los precios nacionales de manera permanente. (Lea: La ceba debe ser un negocio de precisión e información)   Las perspectivas de corto y largo plazo para esta finca del Departamento del Tolima, es continuar con el mejoramiento de la competitividad mediante el aumento del inventario de alta calidad genética de tal manera que le permita ser más productivo y reducir los tiempos de engorde.