César Augusto Gómez Velásquez es un profesional que ha dedicado toda su vida al trabajo en el campo, por lo que personalmente sueña con tener una finca y con ver a Colombia como potencia agropecuaria ante el mundo.
Es un profesional Médico Veterinario con maestría en Ciencias veterinarias y especialización en Empresas agropecuarias de la Universidad de La Salle en la ciudad de Bogotá. Estos títulos lo han llevado a convertirse en ejemplo para las nuevas generaciones, quienes pasan por las aulas de la Universidad de La Salle, UDCA, Uniagraria y UPTC en donde ha impartido sus clases como docente. (Lea: Juan Carlos Rojas sueña con un agro en el que se aprovechen los recursos)
Este profesional ha contado con la suerte de conocer muchas explotaciones ganaderas de Colombia debido a que trabaja en Reproducción Animal en bovinos y ovinos, lo cual ha formado su experiencia laboral.
El punto de inicio para el desarrollo de una pasión
Este Médico Veterinario comenzó a cultivar el amor por el campo desde sus primeros años de vida, situación que fue el principal impulsor a la hora de decidir trabajar con los animales por el resto de sus días.
“Mi amor por el campo comenzó cuando era pequeño a la edad de 8 años, pues acompañaba a mi tío Álvaro Velásquez, Médico Veterinario y Zootecnista de la Universidad de Caldas a las fincas ganaderas en la zona del occidente de Caldas”, asegura Gómez Velásquez.
Estas constantes visitas al campo le permitieron continuar con ese amor en el colegio en el cual cursó sus estudios en la ciudad de Bogotá, para así finalmente decidirse por dedicar su vida a la medicina veterinaria, especialmente por su interés en la Salud y Bienestar animal. (Lea: Estos productores lecheros en EE. UU. también le están apostando al bienestar animal)
“La motivación a trabajar en el agro de Colombia surgió dentro de mi formación académica en la universidad al observar y evaluar la problemática del campo colombiano en cuanto a la productividad ganadera”, menciona Gómez Velásquez.
Luego de eso, el profesional descubrió que por medio de la reproducción animal y la producción podrían multiplicarse los animales con mejor desempeño productivo y que esto impactaría en la economía familiar de cada productor.
En palabras de Gómez Velásquez, “fue así como comencé trabajando con pequeños productores de leche de la Sabana de Bogotá, zona cafetera y Magdalena medio, interactuando con operarios, campesinos, familias y propietarios, llegar a capacitar a muchos en procesos de Inseminación Artificial en bovinos, cursos particulares, privados y con alcaldías de muchas localidades colombianas”, expresa muy orgullosamente.
No hay éxito laboral sin compañía de la familia
Este profesional colombiano hace un énfasis importante en su familia, que hoy por hoy se convierten en el motor no solo de sus éxitos, sino de su felicidad, pues son quienes día a día lo impulsan a salir adelante y a trabajar con más intensidad.
“Mi familia está conformada por mi esposa Eliana Reinoso, quien es Médica Veterinaria especialista en Reproducción Animal y Nutrición Animal. De esa unión nacieron nuestros dos hijos, Pablo Antonio de 4 años y Felipe que tan solo tiene 1 año. Todos somos provenientes de dos familias numerosas de Caldas y Tolima respectivamente”, describe Gómez Velásquez.
Una vida sirviendo al campo colombiano
Durante su trayectoria como servidor al campo de Colombia, Gómez Velásquez ha hecho grandes aportes no solo en fincas, sino también en la formación académica de las nuevas generaciones, quienes han podido aprender y desarrollar su pasión por el agro.
“Mis aportes al campo se pueden resumir en la capacitación de personas en procesos de inseminación artificial, capacitaciones y charlas en colegios con enfoque agropecuario, además de instruir a pequeños productores. En un punto más avanzado he impartido clases en Medicina Veterinaria y Zootecnia en varias universidades, inculcando aparte de ciencia, modelos y ejemplos de la formación que como Lasallista recibí ‘Educar para pensar, decidir y servir’ como lo inculca mi alma mater Universidad de La Salle”, explica de forma emocionado el profesional.
Una decisión difícil
Trabajar en el campo no fue una decisión fácil para este profesional, quien, antes de iniciar sus estudios de pregrado estaba dudando si dedicar su vida al campo o desarrollar su vida explotando otras capacidades que posee.
“Al inicio de mi vida profesional pensé en ocuparme en otro trabajo como por ejemplo las ventas, pero traté de sostenerme introduciéndome en algunas fincas lecheras y me empezó a ir bien. Luego tuve la oportunidad de viajar a USA, pero al llegar allá todo se fue a pique y lo prometido en Colombia se incumplió en ese país”, menciona Gómez Velásquez.
Esa experiencia le permitió formar su carácter, pues logró conocer y capacitarse en reproducción a través de cursos libres, regresándose a Colombia con algo de esa experiencia adquirida en Estados Unidos.
“Desde ese momento no me he separado de mi profesión. Realicé mi especialización y comencé a trabajar como docente universitario, para luego estudiar mi maestría y ya hoy completo 16 años de vida docente en el área de Reproducción Animal, alternando con la Salud de hato y Reproducción y Biotecnología reproductiva en bovinos y ovinos”, explica el apasionado profesional.
La simpleza del día a día en el campo
Este orgulloso Médico Veterinario lleva varios años dedicados a ejercer su profesión, razón por la que se le han presentado varios obstáculos que no han sido inconvenientes para él, sino que por el contrario, lo han fortalecido.
“Siempre hay obstáculos, pero siempre se superan, pues están desde los más sencillos como no tener un medio de transporte como un carro para llegar a algunas fincas, tener que tomar buses intermunicipales para llegar a cumplir con mi trabajo, hasta obstáculos más complejos como paros armados por la guerrilla, bloqueos, entre otros. Pero gracias a Dios se han sorteado de manera exitosa y aquí seguimos trabajando”, manifiesta Gómez Velásquez. (Lea: Ricardo Camacho, integrando una pasión y un trabajo)
Una mirada al agro colombiano
De acuerdo a lo expresado por este profesional, el campo siempre tendrá falencias, pero lo más letal es la falta de educación, que no se ha desarrollado de la manera correcta en Colombia, lo que impide el crecimiento del sector.
Según lo ejemplifica este experto, “si un niño campesino recibiera la calidad de educación de un niño de la ciudad, tendríamos miles de genios en este país. Esto también se debe en parte a la falta de inversión tanto en educación como en tecnología, pues el país debería darle más apoyo al campesino. Sé que es un trabajo difícil y el gobierno trata de apoyar al campo, pero siempre será insuficiente”, cuenta Gómez Velásquez.
Un sueño personal y otro laboral
Este apasionado Médico Veterinario tiene varios sueños tanto a nivel personal, como profesional que ha dedicado su vida al campo, pues no solo quiere desarrollar más de sus capacidades, sino que anhela ver el crecimiento del país en materia de agro.
En sus palabras, “quiero ver a Colombia como potencia agropecuaria, exportando carne, derivados lácteos y otros productos. En cuanto a mis sueños personales se están cumpliendo, llevo 16 años como docente, 20 años como asesor en salud reproductiva y de hato, pero eso sí, quiero tener mi propia finca ganadera para que mi familia ejerza sus conocimientos allí”, asegura Gómez Velásquez.
Además de ser la fuente de conocimiento de su familia, esta finca que anhela tener este profesional quisiera llenarla con animales élites para así multiplicar por el mismo la genética “haciendo todos los procesos biotecnológicos que tengo a la mano, implementar todo lo que ofrezco de mis servicios a mis clientes en esa finca propia y volverla una finca escuela, donde se formen personas y se complemente la formación académica”, concluye.