Ya viene el 19 de septiembre, día en el que la autoridad sanitaria de Estados Unidos, Animal and Plant Health Inspection Service - APHIS, realizará la primera visita de inspección a predios que permita llevar a buen término el proceso de admisibilidad sanitaria de carne bovina colombiana al mercado americano.
Quedará pendiente para próximas semanas la visita a plantas. Esta revisión estaba programada para el mes de mayo pasado, pero por razones de orden público fue aplazada.
De avanzar juiciosamente en el cumplimiento de requisitos para exportar carne a Estados Unidos, en el corto-mediano plazo tendríamos acceso a dicho mercado, lo que generaría unas inmensas sinergias para la ganadería colombiana.
Por el lado de la oferta, llegar al mercado de Estados Unidos nos facilita la entrada a otros también de alto valor, lo que nos obliga a tener un sistema de identificación animal de última generación, y empezar a pensar en los siguientes pasos que en algún momento nos requerirán: zonas libres de aftosa sin vacunación.
Por el lado de la demanda, quedarnos con el 2% o 3% del mercado americano, y en un futuro también cercano con el 1% del mercado chino, partirá en dos la historia de la ganadería colombiana y hará que los precios pagados al ganadero por sus novillos sean más estables.
Por supuesto, también hay que destacar el compromiso de los frigoríficos exportadores que con precios bajos o precios altos del novillo han mantenido la dinámica internacional de ventas, sin quejas, solo mejorando y haciendo más eficiente sus procesos.
Mientras tanto otros pocos frigoríficos siguen en el lamento de por qué tan caro todo, generando intrigas y señalamientos al sector primario, y asignado culpas a diestra y siniestra sin reconocer las propias ineficiencias y sin dedicarse a corregirlas, más sí haciendo alianzas con quien fuese, con tal de restringir las exportaciones, y no solo hablo de las de bovinos en pie.
Justamente, si uno revisa las cifras de exportaciones de carne de 2021 y el primer semestre de 2022, menos del 0,4% de los envíos al exterior fueron realizadas por los frigoríficos que hoy piden a gritos la restricción a las exportaciones, en alianza con grupos animalistas.
Evidentemente se notan allí unas incapacidades productivas y de eficiencia, que solo les alcanza para medianamente adaptarse al mercado interno, pero cuando surge la necesidad de inserción internacional a los precios y la competencia exportadora, inmediatamente salen de su zona de confort y exigen que la competitividad se la den otros eslabones.
Pero volviendo a la visita del 19, resultará muy importante mostrar los inmensos avances del sector y la cadena de valor en materia sanitaria y de inocuidad, pues entre más exigencias superadas tengamos frente a los mercados internacionales más competitivos seremos.
Efectivamente insertándonos más a la economía internacional solo quedarán los más eficientes, y los que consideraron quedarse en la zona de confort tendrán serios problemas de continuidad en el mercado.
@ojcubillosp