Son infinitas las oportunidades que Venezuela posee para la producción de proteína animal desde el sector acuícola, pero sin duda en el caso del camarón, gracias al empeño de un equipo empresarial y profesional privado de avanzada que han logrado consolidar una industria eficiente y prospera, hemos demostrado capacidades excepcionales para su cultivo y exportación.
El cultivo comercial del camarón en el país comienza a finales de la década de los 90, convirtiéndose en una actividad económica importante con el nacimiento de la Asociación de Productores de Camarones del Occidente de Venezuela (ASOPROCO) en el año 2000 que impulsa desde su seno la capacitación del recurso humano, adopción de nuevas tecnologías, y el cumplimiento de los requisitos exigidos por los mercados internacionales para otorgar la certificación a nuestro país como exportador de un producto de calidad, inocuo, libre de residuos.
Superando los contratiempos e inconvenientes de una economía con graves distorsiones, y pese a la pandemia mundial, ASOPROCO a través de su presidente Fernando Villamizar Esparza, nos compartió recientemente la grata noticia que Venezuela al cerrar el 2021 lograra aumentar la exportación de camarones sobre un 20 % con respecto al 2020, ubicándose por segundo año consecutivo, en el primer lugar como rubro de exportación no tradicional.
ASOPROCO ha logrado la aceptación de nuestro camarón en los mercados más exigentes del mundo obteniendo el reconocimiento de Venezuela como nación exportadora de un camarón de calidad única. Para ello ha sido indispensable, y es justo reconocerlo, el establecimiento de una simbiosis entre la Industria Camaronera y el Estado Venezolano.
Tengo el privilegio de conocer de cerca los esfuerzos del empresariado nacional bajo las orientaciones del Médico Veterinario Villamizar Esparza para lograr engranar, de manera casi perfecta, superando diferencias de criterio y opiniones, la activación en las distintas instancias del Estado Venezolano, de los mecanismos y procesos necesarios para colocar el camarón nacional con éxito en USA, Unión Europea, y China.
En sus inicios esta industria colocaba cerca del 90 % de su producto en los Estados Unidos de Norteamérica, luego de un arduo y meticuloso trabajo de tres años, ASOPROCO logra la certificación de Venezuela en el mercado de la Unión Europea, uno de los más exigentes. Aproximadamente el 70 % del camarón que sale hoy de nuestros puertos marítimos va a este privilegiado mercado, que otorga un mejor precio al producto nacional.
Luego, en su visión permanente de futuro, y conscientes del crecimiento ascendente y sostenido del sector, sintieron la necesidad de apuntar a un mercado mayor demanda, el de China. Partiendo de las buenas relaciones de los gobiernos de ambas naciones, tras seis años de gestiones conjuntas ASOPROCO – Gobierno Nacional, desde el pasado año el camarón venezolano logra conquistar este mercado de 1.4 millardos de habitantes. En la actualidad se trabaja en consolidar esta relación comercial, y se proyectan al mercado de Rusia y otras naciones de la ex Unión Soviética.
Según los cálculos compartidos por Villamizar Esparza, en el primer semestre de este año Venezuela exportó 750 contenedores refrigerados de 24 toneladas en promedio cada uno, superando las 17.000 toneladas de camarón. Las estimaciones del vocero de ASOPROCO, consciente que la cantidad exportada siempre es mayor en el segundo semestre, indican que cerraremos el 2021 sobre los 1.500 contenedores exportados, excediendo las 30.000 toneladas de camarón.
De continuar con un crecimiento interanual igual o superior al 20 %, ASOPROCO visualiza que en tres años Venezuela alcance una exportación anual sobre las 100.000 toneladas de camarón, colocándose a la par de Brasil y México.
Coincide esta asociación con algunos planteamientos presentados por otros actores de la necesidad de reactivar el Consejo Nacional de la Economía Productiva o un ente similar que garantice la aplicación de una política de estímulos adecuada al sector por parte del Estado Venezolano, trabajando en atraer inversiones extranjeras, consolidando entre otras iniciativas el proyecto de las zonas económicas especiales, la simplificación de procesos de exportación, y nacionalización de importaciones de equipos y tecnologías, entre otras medidas.
Esta organización posee un plan integral de trabajo que esperan pueda ser presentado ante la Presidencia y Vicepresidencia de la República, junto a los ministros con competencia en el área, que, de aplicarse de manera conjunta, Venezuela dentro de 5 años se proyecta como el segundo exportador de camarón en el continente americano, y en un lapso de 8 a 10 años, nos ubicaríamos en el tercer lugar a nivel mundial.
La industria camaronera venezolana, seguro estoy, seguirá en permanente evolución. Está dando los pasos iniciales para su diversificación a través del uso de nuevas herramientas tecnológicas, como el empleo de la acuicultura multitrófica integral. Así mismo, trabaja en el impulso de otros sectores conexos de la economía venezolana capaces de aportar materias primas y servicios que permitan la sustitución de importaciones.
Razones para ser optimistas sobre el futuro del sector agroalimentario venezolano sobran, convencidos estamos en conquistar esa Venezuela agroexportadora que le hemos pincelado. La industria camaronera nacional nos muestra el camino entregando al mundo con elevado orgullo, el camarón venezolano de elevados estándares de calidad, igualados por muy pocas naciones. ¡Si se puede!
Ing. Agr. M. Sc. Werner Gutiérrez Ferrer
Profesor y ex decano Facultad de Agronomía LUZ
@WernerGutierrez