Recreando la civilización del espectáculo: paro, influenciadores y premio a los delincuentes.
Se ha dado cuenta que ahora resultan ser más “útiles” para la sociedad personajes que en las redes sociales publican cualquier tipo de contenidos, y cuando me refiero a “cualquier”, se encuentran allí desde escándalos, chimes, difamación e incluso la incitación a cometer acciones en contra de la ley. La Civilización del Espectáculo la llamaría Mario Vargas Llosa.
Lo más lamentable de todo es que estos “youtubers” o “influencers” cada vez ganan más adeptos como reflejo de una sociedad que olvidó la relevancia de los valores éticos y morales y se centra solo en divertirse, divertirse y divertirse. Los medios tradicionales también han sido responsables de tal situación pues vender controversias, chismes y farándula factura más que otro tipo de noticias.
Al contrario, si algún estudiante o profesional, obtiene un logro importante en el campo académico o científico es poca la relevancia que los medios de comunicación le dan a este.
Pero no ocurre solo en las redes sociales o los medios de comunicación, solo fíjense en nuestro país la empresa formal respecto a las actividades informales. El formal al ser visible es sujeto de multas, nuevas cargas tributarias, cumplimiento de más y más normas, mientras que el informal no contribuye con su entorno natural ni con el Estado, el cual a vez tiene más cómodo “apretar” al juicioso en lugar de ir a la caza del ilegal.
Desafortunadamente con los valores invertidos quien termina castigado es el formal mientras que el informal premiado con amnistías, rebaja de intereses o multas, si es que se le busca. Es el mismo caso del conductor que se le impone una infracción de tránsito por ir a 61 km por hora en donde el límite era 60km, pero a quienes realizan carreras ilegales nocturnas colocando en riesgo a la ciudadanía no se le castiga de manera proporcional ni mucho menos ejemplar.
Desafortunadamente quedó en el ambiente y cultura nuestra la mala herencia de un “proceso de paz” que premio a unos delincuentes mientras que a los ciudadanos de bien los señaló por ser críticos de tal, y que como hoy lo vemos, no hay paz, los delincuentes no se acabaron, pero además muchos ahora se sientan en el Congreso viviendo del Estado que usted y yo debemos financiar.
¿Ocurrirá lo mismo luego del tal paro que vivimos en las últimas semanas? Creo que sí. Los productores del campo, hombres y mujeres de bien, agricultores y ganaderos, todos ellos siempre respetuosos de las instituciones y la ley, fueron las víctimas de unas acciones ilegales que no les permitieron mover y comercializar su producción, y que para el caso ganadero alcanzaron pérdidas por 859 mil millones de pesos.
Y seguramente para el sector agropecuario, no habrá planes de acción para mejorar las vías terciarias, o tener asistencia técnica o mejorar el acceso al crédito, pero para aquellos que bloquearon vías y dañaron bienes públicos seguramente sí terminarán con políticas que les premiarán. Lamentable que quien respeta a las instituciones y a la ley es quien termina con el castigo y en el olvido.
@ojcubillosp