Recibí hace pocos días la visita de la Senadora María Fernanda Cabal. En su paso por Pereira estuvo en varias reuniones políticas y alguna más con empresarios. La acompañaron algunos miembros activos del destartalado Centro Democrático local.
En mis charlas personales con Ella, he visto su evolución como precandidata presidencial, después de tener que enfrentar un gobierno tan fatídico como el de Gustavo Petro.
La conocí hace pocos años y me cautivaron su claridad, su enorme cultura no solo política sino general, su franqueza y su determinación de ser presidente de los colombianos. Además de sus magníficas condiciones gerenciales.
La primera vez la invité a Pereira a una charla en el Club del Comercio, que fue un verdadero éxito no solo por la asistencia, en plena pandemia, sino por el contenido de la exposición, que cautivó a todos los asistentes.
La Cabal ha tenido que superar muchos obstáculos, aún en su partido el Centro Democrático, donde no faltan los detractores y en el cual, el mismo presidente Uribe no tiene claridad acerca de la persona que sería la mejor carta para enfrentar a Petro, derrotarlo, y como si le faltara algo a la sopa, reconstruir un país, desbaratado y bañado en sangre.
Y no es por criticar a Uribe, pero allí en el CD, hay otras dos personas con las mismas aspiraciones. Me refiero a Paloma Valencia y al joven Senador Miguel Uribe Turbay.
En las pasadas elecciones, aun estando la Cabal en el partidor, a Uribe, le dio por desempolvar a Óscar Iván Zuluaga y, con el apoyo de los congresistas del CD, derrotaron a la Cabal.
Y la candidatura de Zuluaga, fue lánguida y efímera. Fue una equivocada determinación de Uribe, sin duda.
¡Luego realicé con unos amigos un foro en Pereira, llamado “después de Petro hay futuro!” Hubo una asistencia récord en Expofuturo para un evento de ese tipo.
Acompañada de otros panelistas muy importantes también, la Cabal salió muy aplaudida.
Hoy la situación es distinta. Vivimos un gobierno que no respeta reglas ni ordenamiento jurídico alguno, y un presidente que trabaja a punta de ocurrencias. Un gobierno aliado de narcotráfico y grupos terroristas que ha metido al país en un brutal baño de sangre mientras predica La Paz total. Un gobierno pésimo ejecutor, con un gabinete de incompetentes y un staff de ladrones que están en la feria del saqueo. Una economía que se desinfla todos los días y que para el fin de este mandato deberá estar marcando una dura recesión. Y unas finanzas públicas también en caída libre.
A medida que el sector productivo se marchita, lo mismo ocurre con los ingresos del estado. El primer recorte fue tan brutal como el 20%.
La Cabal va jugando, y sigue caminando el país todos los días como cuando en un artículo anterior, hace un año, le escribí, “no te detengas!”
Y no ha parado un solo minuto de caminar por este país y escuchar las angustias y los problemas de la gente.
“Me siento mejor”, me dijo refiriéndose a su trajinar en la política. “Mi presencia ya cala en todas partes y la gente ya me recibe y me escucha con más interés que antes “, me dijo la Cabal.
Veo en esa mujer un conjunto de cualidades y calidades que la califican para ser presidente de Colombia.
Una versión modificada de Uribe, pero con el mismo carácter, la misma sensibilidad humana y el mismo perfil gerencial para resolver los problemas y necesidades de la gente.
Nadie en la política colombiana ha hecho unos nexos tan fuertes en el mundo como la Cabal.
Amiga de Giorgia Meloni, primera ministra italiana y revelación mundial, de Javier Milei, el presidente argentino que está levantando esa sociedad saqueada y vencida por la corrupción socialista.
Amiga de Isabel Díaz Ayuso, la congresista de hierro española y de Santiago Abascal líder de VOX en la madre patria. También de Jair Bolsonaro, líder indiscutible de la derecha brasilera.
¡Algunos la tildan de “mano dura “, y la han calificado como la “dama de hierro!”
Yo no recuerdo una mejor época de progreso y crecimiento de la economía de Inglaterra, y de liderazgo en Europa y el mundo, que, bajo el mando de Margaret Thatcher, la dama de hierro inglesa.
Fue grato encontrarme de nuevo con la Cabal. Disfruto mucho la conversación con Ella, y cada vez, la veo más cuajada para enfrentar ese desafío.
Será una protagonista muy fuerte en la elección presidencial para el 2026. ¡No tengan duda!
Sobremesa
Ella como buen gerente, mide permanentemente su posición en esta campaña.
Y las noticias que me da, son muy buenas para ella.
Me contó que su crecimiento se ha vuelto exponencial y ya está sin la menor duda en el podio de los tres más opcionados para llegar.