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columna

Una victoria sin atenuantes

por: Ariel Peña González- 31 de Diciembre 1969

El 19 de junio, en las elecciones presidenciales, se dará una nueva batalla a favor de la democracia en Colombia, que será una de las tantas que se han presentado a lo largo de 200 años de historia republicana.

El 19 de junio, en las elecciones presidenciales, se dará una nueva batalla a favor de la democracia en Colombia, que será una de las tantas que se han presentado a lo largo de 200 años de historia republicana.

Este enfrentamiento será entre el comunismo totalitario –representado en Gustavo Petro con sus partidos y movimientos seguidores de la doctrina marxista leninista que buscan acabar con las libertades individuales– y la democracia liberal que representa el Ingeniero Rodolfo Hernández.

Hay que hacer un gran reconocimiento al excandidato Federico Gutiérrez, quien después de admitir su derrota, inmediatamente respaldó al Ingeniero Rodolfo, situación que enaltece al exaspirante del Equipo por Colombia, que pidió como único requisito defender la libertad y la democracia, que han sido los dos principales activos de la nacionalidad colombiana, los cuales han estado en la mira del totalitarismo comunista para destruirlos y así montar una tiranía a perpetuidad.

Rodolfo Hernández buscará la Unidad Nacional con los diferentes sectores de la sociedad, sin importar si están en la denominada izquierda, o lo que se conoce como la derecha o el centro, pues hay que recordar las palabras de San Agustín (354 d.c. al 430 d.c.) quien planteó que los humanos debemos imitar a Dios buscando la armonía, por eso afirmaba el santo: “Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciera Dios”; de modo que no debe haber vetos para cualquier ciudadano sea quien sea y que no esté inmerso en la corrupción, que quiera acompañar la campaña del Ingeniero, eso sí, sin ningún acuerdo burocrático, pues hay que respetar la autonomía del próximo presidente.

Sin embargo cuando se busca la paz política y la paz social, no debe haber ninguna forma de exclusión; resaltando que en el Evangelio, Jesús nos da unas enseñanzas magistrales, diciendo: “para que seáis hijos de vuestro padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre buenos y malos, y que hace llover sobre justos e injustos”; debido a que de todo hay en la viña del señor, de la misma manera el compromiso de un gobierno democrático es empoderarse de la concordia, que permita el respeto absoluto por el ciudadano, en donde un Nuevo Contrato Social sea posible, mediante la educación, para que los derechos y los deberes de la población no sean letra muerta.

El 19 de –junio día de la segunda vuelta electoral en Colombia– el candidato presidencial Rodolfo Hernández debe alcanzar una victoria sin atenuantes sobre Gustavo Petro, quien es respaldado por los grupos marxistas. Ello es de capital importancia para conservar la democracia que ha sido imperfecta pero persistente, logrando que la gran mayoría de los colombianos vivan en concordancia con las instituciones, a pesar de las arremetidas totalitarias que han buscado la toma del poder mediante la combinación de todas las formas de lucha.

Rodolfo Hernández ahora favorito en las encuestas ha sido coherente con sus propuestas de gobierno, en cuanto a la lucha en contra de la corrupción, diferente a Petro que ha dado una serie de bandazos desde que comenzó la campaña con una serie de mentiras como un supuesto Golpe de Estado el pasado martes 24 de mayo, lo que significa que si cambia de parecer como candidato ¿cómo será de presidente? Por eso hay que resaltar la coherencia en sus ofertas electorales del Ingeniero, lo cual demostraría que el país en sus manos no caería en la incertidumbre, contrario a su rival que llevaría a Colombia a aventuras impredecibles mediante chambonadas.

El candidato Hernández ha hecho propuestas interesantes sobre el modelo de desarrollo económico para el país, en donde el fortalecimiento del aparato productivo es vital para elevar la calidad de vida de los colombianos, haciendo énfasis en la modernización y el trabajo, lo cual hace parte de un sistema múltiple de desarrollo que debe imperar en las naciones democráticas y, así superar la dicotomía entre socialismo y capitalismo, la cual es utilizada por los marxistas para sembrar la lucha de clases. Entonces es mediante la cogestión y la autogestión que se logra el progreso de las naciones, y no con la centralización de la economía en el Estado.

Este 19 de junio se tiene que rechazar al totalitarismo por parte de la inmensa mayoría de los ciudadanos, eligiendo al Ingeniero presidente, quien representa una autentica renovación para defender la democracia liberal, asediada por las fuerzas marxistas leninistas que pretenden llevar a la población a una esclavitud política como la que ocurre en Cuba, Venezuela y Nicaragua, donde las dictaduras asumen todo el poder sobre las personas quitándole sus derechos individuales.

El voto por Rodolfo Hernández y Marelen Castillo el 19 de junio es por la libertad y la democracia, que son las únicas fórmulas para el desarrollo social y humano de los pueblos.