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Una nueva década

Por Oscar Cubillos Pedraza - 02 de Enero 2020

La década que terminó hace unas horas y que inició el 1 de enero de 2010 empezó con un sector lechero que aún era superavitario en su balanza comercial. Los diferentes Tratados de Libre Comercio; especialmente el de Mercosur, Estados Unidos y la Unión Europea; darían la vuelta a tal condición haciéndolo altamente deficitario al terminar este período.

Así es, 2019 finalizó con una balanza comercial en déficit por más de USD151 millones, especialmente por la importación de leches en polvo, lactosueros, quesos y otros derivados. La década anterior empezó de una forma y terminó de otra.

Acaba de empezar una nueva década, y lo que yo, como muchos otros integrantes de la cadena de valor, deseamos es que las importaciones puedan controlarse y las exportaciones como el consumo interno se incrementen rápidamente.

Esos son los deseos, la realidad será bien diferente. Tal vez se puedan cumplir, tal vez no, lo único claro es que la nueva década que hoy empieza, finalizará con un sector lácteo muy diferente al actual. ¿mejor? ¿peor? Eso solo depende de nosotros.

Pero desde hoy hasta el 31 de diciembre de 2029 veremos varias situaciones que obligatoriamente deberán cumplirse y que afectarán el negocio lechero. El libre comercio de leche y productos lácteos con EEUU y UE, al tener la desgravación total de los respectivos TLC, será una de ellas.

Para 2020 el cupo de entrada desde estos países es cercano a las 19 mil toneladas de leche en polvo. 11.790 toneladas permitidas de ingreso sin arancel desde EEUU, de las cuales al medio día del primero de enero del año ya se habían importado a nuestro país 7.889 toneladas, es decir el 63% del cupo.

El cupo desde UE, equivalente a 6.800 toneladas tendrá la misma dinámica apena se agote el contingente de EEUU, es decir en unos tres días. ¿Pueden imaginarse entonces tal situación importadora cuando este en pleno el libre comercio?

La siguiente década entonces tiene inmersos una gran cantidad de retos que deberán cumplirse para garantizar la competitividad del sector. ¿Cuáles? Los mismos que se han mencionado durante años y años, décadas y décadas. Desde la modernización tecnológica y avance en innovación, como la asistencia técnica, el mejoramiento de la eficiencia industrial y mayor consumo interno, entre mil y un pendientes, aún. ¿Lo lograremos?

Sin duda, con la llegada del libre comercio el tema de subsidios tenderá a desaparecer por lo cual para el 31 de diciembre de 2029 el sector solo dependerá de sí mismo. Las políticas públicas que se deban hacer tendrán que realizarse en los años próximos, pues entre más posibilidad importadora las medidas conducentes a su mitigación deberán ser más, lo que hace más complejo el panorama.

Por supuesto feliz año, feliz década para el sector lechero colombiano, pero no perdamos el horizonte de vista, si queremos darnos la pela frente a la competencia internacional.