La pandemia de la COVID-19 generó un golpe sin precedentes a la economía colombiana. Espero que el gobierno sea drástico con la reducción del tamaño del Estado, eficiente con el gasto y muy moderado con la nueva reforma tributaria.
De un momento a otro, muchas empresas se vieron obligadas a cerrar, muchos independientes obligados a dejar de trabajar y, corolario de ello, la economía tuvo una caída libre sin precedentes.
El 2021 era un año de esperanza para el sector empresarial. Se esperaba crecer a un buen ritmo, pero dicha esperanza se vio truncada por dos grandes factores.
El primer factor que afectó la recuperación fue que el gobierno anunció una reforma tributaria para cubrir lo que gastó en pandemia y lo que pensaba gastar para salir de ella. Si bien la reforma se cayó, podemos extraer dos grandes enseñanzas de esa tributaria.
La primera, que es inmoral que el Estado pida más impuestos mientras no haga una reducción drástica de su tamaño. La segunda, que no hay nada gratis, y que en especial, el gobierno no da nada gratis. Aquellas cosas que el gobierno da no son gratis, son una contraprestación a los impuestos que se pagan. Y entre más prometa dar gratis, más impuestos tendrá que cobrar. Los obsequios Estatales son una falacia.
El segundo factor fue el mal llamado “Paro Nacional”, promovido por sindicatos y sectores de extrema izquierda que, en medio de la peor crisis económica del país, se les ocurre bloquear vías para impedir el ejercicio de la función empresarial y pedir que el Estado dé mil cosas gratis, como si el maná cayera del cielo.
Las consecuencias de ese Paro fueron nefastas. Entre el primero de enero y el 27 de abril del 2021, 342 empresas solicitaron entrar en régimen de insolvencia empresarial. Del total de esas empresas, el 80% está en reorganización empresarial y el 20% en liquidación.
Ahora, solo entre el 28 de abrir y el 31 de mayo del presente año, 101 empresas solicitaron ingresar al régimen de insolvencia empresarial. De ese total, 77,2% está en reorganización empresarial y 22,7% en liquidación.
En un solo mes del delictivo Paro Nacional, se registró un aumento del 29% en empresas que solicitaron ingresar al proceso de insolvencia empresarial.
Puede que el número de empresas en peligro de desaparecer no les preocupe a los socialistas que promueven el Paro, en fin... la envidia y el resentimiento alimenta su discurso.
La cuestión es que dicen los de las marchas y bloqueos, que defienden a los trabajadores, pero curiosamente, este es el sector más golpeado por el Paro.
Por ejemplo, las empresas que entraron a insolvencia empresarial entre el primero de enero y el 27 de abril del 2021, tienen 25.509 empleados que están en riesgo de perder su trabajo. De esos 25.509, el 94,6% pertenece a las empresas en reorganización y el 5,4% a las empresas en liquidación.
La situación de desempleo es más drástica cuando hablamos de las empresas que entraron en régimen de insolvencia empresarial en el último mes. Esas empresas reportaron un total 11.968 empleados, de los cuales 98,4% pertenecen a empresas en reorganización y 1,5 a empresas en liquidación.
En un solo mes, el Comité del Paro Nacional logró que en estas empresas, el número de personas en riesgo de desempleo aumentara en un 46,9%, una cifra de la que nadie debería estar orgulloso.
Lo anterior hace que el tejido empresarial este en cuidados intensivos. Espero que el gobierno sea drástico con la reducción del tamaño del Estado, eficiente con el gasto y muy moderado con la nueva reforma tributaria.