La gran confusión ideológica que ha existido en Colombia, producto de no saber manejar bien los conceptos políticos, ha llevado al gobierno de Gustavo Petro a señalar de ultraderecha a quienes se encuentran en la oposición o no comporten sus reformas, dándole a ese apelativo un significado bastante caprichoso, sin ningún rigor histórico de acuerdo a la Revolución Francesa, en donde se originaron los términos izquierda y derecha.
Esto demostraría que la ultraderecha tiene que ver en su aplicación práctica, especialmente, con las dictaduras marxistas que se perpetúan en el poder, y de ninguna manera con posiciones ideológicamente anticomunista, como algunos seudointelectuales lo pretenden hacer creer, dado que las primeras expresiones de anticomunismo las dieron los libertarios en el siglo XIX, al repudiar las entelequias de Karl Marx.
Es irregular de acuerdo a la tradición histórica del movimiento sindical en el mundo, que un gobierno sea el que convoque a una manifestación el Primero de Mayo, lo que está en contrapelo con la autonomía de las organizaciones obreras, puesto que solo en las dictaduras comunistas se utilizan a los sindicatos dirigidos por camarillas del régimen, para que marchen en su apoyo, como sucede en Cuba, Venezuela, Nicaragua, China, Corea del Norte y Vietnam, entre otras; y en el caso Colombiano se han dado circunstancias particulares, como el Primero de Mayo de 1936, con el presidente Alfonso López Pumarejo quien desde el balcón del Palacio saludo a la multitud trabajadora, que había logrado crear la primera central sindical el 10 de agosto de 1935, con el nombre de CTC(Confederación de Trabajadores de Colombia) de la que hay que recordar que en abril de 1976, su presidente José Raquel Mercado, fue secuestrado y asesinado por la guerrilla marxista del M-19.
En los años 2020 y 2021 en la gran mayoría de los países del planeta, no se pudo conmemorar el Día Internacional de los trabajadores con las grandes movilizaciones que tradicionalmente se realizaban, por culpa del partido comunista chino que incuestionablemente es el causante de todas las calamidades que ha vivido la especie humana con el Covid-19, al no dar una alerta temprana sobre lo que representaba la peste, pues nada le importó a la nomenclatura china los estragos que iban a sufrir en el mundo, mujeres y hombres de distinta condición por el virus; entonces, esta fecha le debe de servir a los trabajadores para defender la democracia y repudiar al totalitarismo comunista.
El lunes Primero de Mayo se conmemora una vez más, el Día internacional de los trabajadores, recordando a los mártires de Chicago, que hace 137 años ofrendaron su vida, en defensa de la libertad y por mejores condiciones de vida y de trabajo. Subrayando que estos héroes seguían las enseñanzas de la Primera Internacional de los trabajadores en el siglo XIX, en donde los ideales libertarios aplastaron los dogmas totalitarios de Karl Marx quien consideraba al Estado como una especie de yugo bienhechor, para poder llevar a los pueblos a la miseria como condición necesaria de la existencia de una dictadura comunista. Lo anterior sería una demostración monumental para que el marxismo con sus diferentes divisas ya no existiera sobre la faz de la tierra, porque es una aberración anti-histórica.
Una gran falsedad que se vende, es decir que el marxismo es la teoría revolucionaria para la emancipación de los trabajadores, debido a que como lo enseñó la Primera Internacional “La emancipación de los trabajadores es obra de los propios trabajadores”, sin partidos comunistas de ninguna laya, por lo que hay que ser enfáticos en que la lucha de clases es una patraña marxista para sembrar el odio y la violencia, en vista de que lo que les importa a las élites comunistas es el poder eternamente.
La monserga marxista dice que con la abolición de las clases se viene la extinción del Estado, lo que causa hilaridad, cuando se sabe que, con el comunismo en el poder sin importar el pelambre, se busca tener a las naciones sometidas a dictaduras perpetuas, entonces ¿cuál abolición del Estado? Por eso los libertarios anticipándose a lo que sucedería con los marxistas manejando el Estado, ridiculizaron y desenmascararon al marxismo.
Desde esa época al marxismo se le ha considerado como una simple patraña burocrática de engaño al proletariado, teniendo ejemplos al canto del fracaso antropológico e histórico del comunismo totalitario en la actualidad, en casos como Cuba, Venezuela y Norcorea, y por ese camino pretenden conducir a las naciones latinoamericanas colocándoles bajo la tiranía del socialismo del siglo XXI.
El sacrificio de los mártires de Chicago cuyos nombres eran: Albert Parsons, August Spies, Adolph Fischer y George Engel, no fue en vano, y mundo mejor es posible como ellos lo soñaron, pero sin la mezquindad del capital especulativo improductivo y sin estatismo de la secta marxista leninista que busca mediante la barbarie someter a los demás mortales a sus instintos insanos, de ahí que los seguidores de Marx y sus simpatizantes, si supieran discernir lo que significa el día del los trabajadores les debería dar vergüenza conmemorarlo, pues los mártires de Chicago nunca compartieron los sofismas marxistas que como lo dijimos antes, se basan en la miseria de las masas para volverlas más sumisas a las camarillas comunistas.
Con sus diferentes denominaciones el comunismo en Latinoamérica ultraja la memoria de Bolívar, Martí, Zapata, Pancho Villa, Sandino, Gaitán y hasta Perón, entre otros, usándolos para sus ambiciones dictatoriales, y de la misma manera se aprovecha de fechas importantes como el Primero de Mayo, desconociendo la historia, en aras de objetivos inescrupulosos y atentando en contra de la independencia sindical la cual enseñaron con su sacrificio los mártires de Chicago.
En este Primero de Mayo de 2023, el Sindicalismo Democrático debe tener capacidad de movilización y de convocatoria en el país, recordando el sacrificio de quienes dieron la vida por un mundo mejor, en donde no haya opresión política ni económica de ninguna especie; luego no puede ser, que por orientación del gobierno petrista se aproveche una fecha consagrada al movimiento de los trabajadores maltratando la independencia sindical. Resaltando que inequívocamente los dirigentes sindicales son los representantes genuinos y naturales de los trabajadores, aunque algunos se han dejado contaminar de la narrativa comunista.