El próximo presidente de los colombianos debe enfrentar seis retos claves para que la ganadería siga siendo una actividad pujante y estratégica dentro de la economía nacional.
Según el más reciente censo bovino en Colombia hay 23 millones 500 reses. Una votación nada despreciable, pensarán algunos. Y de ahí el título de esta columna. ¿Qué esperarían del próximo presidente de la República si las vacas pudieran votar? Los retos son muchos. Pero las prioridades de la ganadería colombiana se pueden resumir en seis grandes puntos.
Reto 1: Producción y productividad
Incrementar la producción y la productividad en carne y leche para abastecer de manera competitiva las necesidades de consumo interno y atender mercados externos en crecimiento. Considerando el crecimiento poblacional y el abastecimiento de nuevos mercados, la oferta debe crecer a una tasa de al menos 2% anual, el doble del crecimiento en la última década.
Los niveles actuales (6 litros por vaca en ordeño y una tasa de extracción en carne de 20%, aunque de esos, un 2% probablemente sea de origen ilegal) exigen políticas para el fomento de la producción y la productividad, que implican el afianzamiento y cualificación del inventario ganadero. Pero más que un crecimiento cuantitativo, se requiere de una recomposición de inventarios mediante una estrategia que identifique los recursos zoogenéticos productivos, combinado con avances nutricionales y sanitarios.
Adicionalmente, se requieren políticas más agresivas en materia de investigación básica, en pastos, forrajes, productividad en sistemas de producción, diseño de productos para el consumo y fomento de productos de consumo cultural; que hoy en día es muy baja. La ejecución de Corpoica en proyectos de investigación en el 2012 no alcanzó a ser siquiera el 1% del PIB agropecuario.
Reto 2: Animales sanos, productos de calidad
Las mejoras en sanidad, calidad e inocuidad en productos bovinos implican el afianzamiento del estatus sanitario del país y su ampliación hacia la erradicación de brucelosis y tuberculosis. Es urgente la implementación de la trazabilidad. La operación de la red de laboratorios acreditados para evaluación neutral de la calidad de la leche es todavía una tarea por realizar en el ámbito nacional.
Reto 3: Fortalecimiento de clusters ganaderos
Densificar los vínculos productivos de la ganadería con la infraestructura de procesamiento, comercial y de servicios a nivel regional de tal manera que impacte en el mejoramiento de los ingresos de los productores y de los habitantes rurales.
Una alternativa de profundización en el desarrollo ganadero es la ampliación de escalas de operación mediante el fortalecimiento de regiones especializadas o clusters donde haya mayor densificación de población bovina por tipo de producción. Alrededor de estos ejes nodales se puede estructurar una especialización de la ganadería a un mayor nivel que el actual, con procesos de transformación industrial, infraestructura de frío y educación técnica y tecnológica. Es factible que a mediano plazo se pueda obtener mayor producción con un menor inventario, localizado alrededor de estos ejes regionales.
Reto 4: Proyección social de la ganadería
Contribuir al clima de paz mediante la generación de ingresos y mejoras en calidad de vida de las regiones productoras, así como en la preservación del medio ambiente y el bienestar animal.
Se debe dar una proyección social de la ganadería mediante el suministro de excedentes estacionales de leche y carne, susceptibles de ser procesados y almacenados, para programas de mercado social; emulando programas exitosos como Hambre Cero en Brasil.
Reto 5: Riesgos por cambio climático y volatilidad económica
Implementar estrategias para hacer frente a los riesgos crecientes por cambio climático y volatilidad de la economía mundial.
El crédito de fomento en ganadería deberá reestructurarse para disminuir las tasas de interés a niveles inferiores a los del crédito comercial, profundizar en la demanda de crédito y promover la diversificación hacia líneas que apoyan la productividad, como en tecnología, capital de trabajo e infraestructura de riego y drenaje.
Reto 6: Reestructurar Fondo de Riesgos Agropecuarios
El riesgo se viene trasladando en buena parte al productor desde 1990, mediante tasas de interés más altas, por costos administrativos adicionales o por negación del acceso al crédito. Por tal razón, se debe dar lugar a la repartición del riesgo crediticio de manera estratificada entre el productor, el Estado y los particulares. El Fondo Nacional de Riesgos Agropecuarios generaría instrumentos preventivos para anticipar los riesgos o mitigar sus efectos. Incluye la generación de alertas, y las subvenciones en épocas de desastres. También la financiación de obras de adecuación y de prevención ante el cambio climático (siembra de bosques protectores, obras de infraestructura para prevenir inundaciones). El 4x1.000 que hoy día se destina al sector agropecuario debe involucrarse en la financiación del riesgo a largo plazo.