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Sembrando a ciegas

Por - 10 de Julio 2015

Un análisis de suelos es la herramienta más elemental para administrar su fertilidad y poder tener cultivos sanos, vigorosos y productivos. El análisis de una muestra de suelo bien tomada de un predio, define su materia orgánica, textura, salinidad, acidez y la disponibilidad de una serie de nutrientes químicos. En función de sus resultados y del cultivo específico, se planifica la fertilización y las enmiendas necesarias para el buen desarrollo del mismo.

Un análisis de suelos es la herramienta más elemental para administrar su fertilidad y poder tener cultivos sanos, vigorosos y productivos. El análisis de una muestra de suelo bien tomada de un predio, define su materia orgánica, textura, salinidad, acidez y la disponibilidad de una serie de nutrientes químicos. En función de sus resultados y del cultivo específico, se planifica la fertilización y las enmiendas necesarias para el buen desarrollo del mismo.   Sin embargo, algo tan básico y necesario como un análisis de suelos, prácticamente no se usa en el país. El agricultor promedio se “asegura” de que no le falte nada a su cultivo echándole cantidades exageradas de fertilizantes, quejándose por sus precios, botando su plata, y generando problemas ambientales al contaminar el agua y la atmósfera con excedentes que no se acumulan en el suelo. Y con esta práctica de sembrar y fertilizar “a ciegas”, siempre es posible que se falle en algún elemento crítico, o se generen desbalances químicos o biológicos que de todas formas limitan lo que se cosecha.   ¿Cuantos análisis serían requeridos anualmente en Colombia? Una aproximación a grosso modo es por áreas y tipo de cultivo. Según datos de MinAgricultura de 2013, se sembraron un millón 700 mil hectáreas de cultivos transitorios; si por cada 5 hectáreas se les hiciera un análisis de suelos antes de cada siembra, se requerirían 340 mil análisis. Para cultivos permanentes, donde debe hacerse un análisis cada 2 años, se encontraban sembradas 3 millones 250 mil hectáreas y si este se hiciera cada 10 hectáreas, se requerirían 162,500 análisis. En pastos y forrajes debe hacerse un análisis cada 2 años; se encontraban sembradas 20 millones de hectáreas (muchas de ellas degradadas precisamente por falta de manejo y fertilización) y si se hiciera cada 20 hectáreas se requerirían al año 500 mil análisis.   Esto da un millón de análisis de suelos mal contados. En realidad deben ser muchos más porque, solo en términos de unidades productivas, el DANE contabilizó en 2013 un millón 697 mil unidades solo en 22 departamentos, y porque en nuestra agricultura predomina el pequeño productor y cultivos diversos en las fincas por lo que las muestras serían entonces más.   ¿Cuántos análisis se realizan anualmente en Colombia? No hay un registro, pero el año pasado en Corpoica hicimos un censo de los 21 principales laboratorios de suelos (privados, de universidades y centros de investigación) y entre todos no llegaron a 45 mil análisis para agricultores, siendo nuestro laboratorio el de más demanda con 13 mil muestras. Confirmado: En Colombia se siembra a ciegas.   ¿Qué hacer? Hay buenas noticias. A partir de finales de julio en más de 2.100 puntos Servientrega-Efecty que se encuentran en casi todas las cabeceras municipales del territorio nacional, un productor podrá pagar $88 mil por un análisis de suelo (el menor costo del mercado), recibir una bolsa especial en la que llena sus datos del predio y cultivo, llenarla con la muestra de suelo según indicaciones incluídas, despacharla a Corpoica desde ese mismo lugar y máximo 15 días hábiles después, en el mismo Servientrega o en su correo electrónico recibir los resultados del análisis y una recomendación técnica de fertilización. La excusa de que cuesta mucho, que se demora o que el laboratorio queda muy lejos, se acabó. A fertilizar con precisión.        @jlucasrestrepo   *Publicado en Portafolio el jueves 9 de julio