A propósito del lanzamiento para inversionistas del proyecto de corral de engorde de la Costa Caribe esta semana por parte de FEDEGÁN, bien vale tener presente que el objetivo de la puesta en marcha de este modelo de negocio es incrementar la producción de carne, y específicamente la oferta exportadora, teniendo presente que en el mediano plazo se aproxima la apertura de dos importantes mercados, tanto en volumen de compras como en valor de la tonelada de carne: EEUU y China.
Efectivamente, dar respuesta oportuna a estos mercados permitirá aprovechar el comercio de carne para generar desarrollo y riqueza en los territorios influenciados por el proyecto, pero además vincular a otras cadenas de valor, que no solamente se circunscriben a la región Caribe.
Además, es claro que no toda la carne producida en el corral de engorde podrá colocarse en los nuevos mercados internacionales, tampoco en los actuales como Rusia, Medio Oriente, Norte de África o Asia Pacifico; porque determinados cortes no son de su interés, al igual que algunas vísceras y partes. Esto permitirá que la oferta de carne también se incremente en el mercado interno al menos en 1,1%, de la oferta nacional, que, aunque pareciera poco, sin duda contribuirá para que no se generen distorsiones sobre el precio doméstico frente a mayor dinámica en el comercio internacional.
De hecho, las cifras de exportaciones de carne y bovinos en pie siguen teniendo importante dinámica en 2023. Con corte a mayo las de carne y despojos suman 15.032 toneladas, solo 342 menos frente a 2022 (-2,2%) que para una demanda mundial que viene retraída, resulta ser un logro significante. En valor, la facturación pasó de US$67,4 millones entre enero y mayo de 2022, a US$59,2 millones en 2022 teniendo en cuenta que el precio promedio de tonelada de carne colombiana exportada pasó de US$4.385 a US$3.937 por los ajustes de disminución inflacionaria, que por fortuna benefician el consumo; de allí que en volumen sea casi idéntico, pero en valor significativamente diferente.
En el mismo periodo las exportaciones de bovinos en pie sí han tenido una baja importante que no son una preocupación para los intereses comerciales del país. En cabezas, pasó de 233 mil cabezas a 135 mil cabezas, que significan ventas por US$184 millones entre enero y mayo de 2022, y de US$103 millones para el mismo periodo de 2023. ¿por qué no son una preocupación?
Porque se mantiene el portafolio exportador de las dos líneas de negocio, sabiendo que en carne el valor agregado genera más eficiencia y riqueza en la cadena, sin desconocer que la exportación de bovinos en pie siempre será útil para dinamizar el precio cuando los envíos al exterior de carne puedan contraerse.
En ese sentido, serán bienvenidas más inversiones nacionales e internacionales en frigoríficos, en plantas, en packing house, en feedlot; por supuesto todo en el marco de la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente; y por supuesto más fincas con el desarrollo de sistemas silvopastoriles para hacer una ecuación de encadenamiento de cara a los nuevos retos del comercio internacional.
@ojcubillosp