Habrá notado que no todos los individuos pierden condición corporal a la misma velocidad. Eso está relacionado con la cantidad de músculo que tienen los animales y lo que podríamos llamar la calidad de ese músculo. Para definir esto hay un término que es “la merma”; esa cantidad de músculo que indica que el rendimiento en canal será adecuado y que es un individuo que produce músculo, por lo tanto, de no haber tenido una dieta excedida en carbohidratos, no perderá peso con facilidad.
Es común y algo normal que los animales de establo, cuando salen a potrero y tienen un cambio de dieta en el que se disminuye la cantidad de carbohidratos, pierdan peso de una forma rápida y algunas veces pasan por tener una condición corporal baja difícil de recuperar. Igualmente es posible y pasa que algunos de esos animales, con una pequeña ración de suplemento y en pastoreo, continúen con su condición corporal adecuada.
Uno de los factores que interviene en esas diferencias es el del bienestar medio ambiental de su bovino.
La adaptación o falta de adaptación de cada individuo tiene muchas consecuencias. Un individuo adaptado tiene unos microorganismos ruminales que, aunque el alimento sea escaso son capaces de metabolizarlo con eficiencia; por el contrario, la falta de adaptación de los microorganismos a un ambiente hace que se tomen varios días para empezar a metabolizar con éxito el alimento y aún más tiempo para cumplir con los requerimientos nutricionales.
Por lo tanto, si sus individuos no están adaptados al entorno, cuando llega un momento en el que el alimento escasea y además las exigencias ambientales aumentan la demanda de energía, la pérdida de condición corporal va a ser muy rápida.
Esto no quiere decir que los individuos que usted tiene en su producción no sean de buena calidad, pero si le está mostrando que el medio ambiente en el que los tiene no es el adecuado para ellos y, cómo dice alguien con mucha experiencia, el secreto no es adaptar el medio ambiente al individuo sino tener individuos que se adapten al medio ambiente.
En este último verano, fuerte por una larga duración sumado a unos valores elevados, tuve la fortuna de visitar producciones ganaderas con excelente calidad de ganado. Es agradable ver las crías con una buena condición corporal y las madres en buen estado; es un placer reconocer el bienestar en esos individuos.
Ahora, mire los encargados de producir en su empresa ganadera, y observe que tan cómodos están en su hábitat. Puede faltarle sombra, agua potable, comodidad, o introducir una línea genética que tenga mejor adaptabilidad al medio y de preferencia mejores indicadores para pastoreo y resistencia al calor.
Recuerde, no todos los humanos aguantan el frío y no todos, el calor. Las vacas no viven con calefacción o aire acondicionado. Todas las razas son buenas, lo que no es bueno es tenerlos en una zona que les genere estrés ambiental y los lleve a tener bajos indicadores productivos.
Mariana Navarro S
Médica Veterinaria Zootecnista
Asesora en manejo integral de ganadería