El dinamismo en la exportación dependerá del comportamiento del mercado que en ocasiones tiene vientos a favor, otras veces vientos cruzados y también habrá vientos en contra. Veamos los escenarios.
Por fin, después de un esfuerzo de varios años, y que empezó a materializarse con la autorización a la carne colombiana para su ingreso al mercado chino, en octubre pasado; las autoridades del país asiático esta semana habilitaron dos frigoríficos para que inicie de manera efectiva la exportación. Precisamente las dos plantas que cuentan con el aval chino son las pertenecientes a la multinacional Minerva Foods.
Las diferentes autoridades colombianas han realizado la tarea, así como FEDEGAN-FEP con un inmenso trabajo en la apertura de mercados, y por supuesto Minerva Foods, que, con su larga tradición exportadora a China desde otros orígenes suramericanos, da un respaldo de confianza al gigante asiático.
Si bien ya podrá enviarse carne, el dinamismo en la exportación dependerá del comportamiento del mercado que en ocasiones tiene vientos a favor, otras veces vientos cruzados y también habrá vientos en contra. Hoy, la gran variable para tener en cuenta en la exportación de carne, e incluso de novillos en pie, es si somos más competitivos, o no, frente a Brasil.
China viene con una economía entre nubarrones, y de hecho sus niveles de precios han descendido como consecuencia de menor consumo interno. En ese sentido, y como lo hace cualquier agente racional, económicamente hablando, también buscan importar lo más competitivo, que en el caso de la carne de bovino tiene como origen Brasil.
La coyuntura macroeconómica mundial y nacional han determinado que hoy seamos menos competitivos que Brasil. Podría resolverse si el precio internacional de la carne volviera a subir, lo que daría margen para ganar. Pero esto no ocurrirá ni en el corto, ni en el mediano plazo. Lo segundo es que nuestra tasa de cambio suba, es decir que el peso se deprecie. Allí sí existen posibilidades de que ocurran cosas rápidamente, pero dependerá de la política monetaria del país, es decir del Banco de la República.
Con los altos tipos de interés que tiene el país, hoy con una tasa de referencia de 12,75%, los capitales internacionales consideran muy atractivo un rendimiento derivado de esta tasa. Tal situación hace que ingresen más dólares a nuestra economía que lleva a tener una tasa de cambio baja, que otorga menos competitividad a los exportadores: lo están sufriendo cafeteros, bananeros, floricultores, nosotros.
Con menos expectativas inflacionarias perfectamente nuestro banco central podría llevar la tasa de referencia a 11,5% en su próxima sesión, y en un horizonte de seis meses hacerla cercana al 5%, lo que incidiría en la tasa de cambio, haciendo más competitivas las exportaciones y permitiendo aprovechar ese mercado chino de carne que tanto ha costado aperturar.
El tercer escenario, el que nadie quiere, menos es el sector ganadero, es que el precio del novillo baje para lograr la competitividad que el precio de exportación requiere. Sin embargo, hay que tener en cuenta que así empecemos a tener mucho dinamismo de exportación a China siempre deberemos tener como espejo a Brasil en materia de precios. Si no es así, China nos deja de comprar hasta que ajustemos en términos de mercado.
Así las cosas, felicitaciones a Minerva Foods, a FEDEGAN-FEP, a las autoridades sanitarias y ministeriales de Colombia, pero todavía hay tarea por hacer. El llamado al Banco de la Republica.