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¿Qué pasó con la leche pasteurizada?

Por Oscar Cubillos Pedraza - 04 de Abril 2019

En Colombia vamos en contra de la corriente: mientras el mundo toma más leche pasteurizada, aquí vamos con más leche larga vida, a pesar de tener mayor precio.

Vamos en contra de la corriente: mientras el mundo toma más leche pasteurizada, en Colombia vamos con más larga vida.

La leche pasteurizada en Colombia sufre del mismo síndrome que las cebras en las calles de Bogotá, parece estar en vía de extinción. Y bien afirmo que en Colombia pues en otros países latinoamericanos, incluso europeos y el mismo Estados Unidos, su consumo puede ser mayor que el de la leche UHT o larga vida.

¿Por qué en Colombia terminamos consumiendo más UHT y menos pasteurizada? La razón fundamental es sencilla y apela a disminuir costos en la cadena logística de distribución, que al fin y al cabo son costos industriales.

La leche UHT, por su conservación como producto, permite que pueda ser distribuida menos veces por semana a tiendas y supermercados, a diferencia de la leche pasteurizada que típicamente ha requerido distribución diaria.

Para las personas de la generación “X” y anteriores, y seguramente algunos millennials, era habitual cuando éramos niños hacer el mandado diario a la tienda para comprar la bolsa de leche que ordenaba mamá. Hoy la caja de leche UHT, o la bolsa, puede mantenerse en la nevera durante semanas sin que exista algún riesgo de daño.

Precisamente este escrito surge de la pregunta que me realiza un amigo extranjero, de por qué consumimos leche más costosa, apelando solo a la razón que sea UHT. Bien hay que entender que si solo se consumiera pasteurizada, la distribución sería más veces por semana y el precio al consumidor se incrementaría.

Pero la leche pasteurizada también ha evolucionado en materia de conservación, solo que terminaron acostumbrándonos al uso de la larga vida en nuestros hábitos de compra. En otros países lo común es consumir leche pasteurizada con empaques que han venido mejorando y que permiten mayor tiempo de vida útil, lo que a su vez reduce el costo final.

Hoy las diferencias de precio entre un litro de leche pasteurizada y uno de UHT puede estar entre 4% y 11%, de acuerdo a las marcas, siendo más barato el litro pasteurizado. Un ahorro del 11% en el consumo de leche, terminaría siendo muy útil para las finanzas familiares o para la adquisición de otros productos lácteos como quesos o yogures.

Bien hay que tener en cuenta que las personas, hablando de nuestro país, sí buscan precios más bajos hablando específicamente de lácteos. De allí que las ventas de leche líquida en almacenes de bajo costo le haya mordido una parte importante de mercado a las marcas tradicionales.

Y si de hablar de ahorro se trata, solo fíjese que en pleno siglo XXI la comercialización de leche cruda es evidente incluso en las grandes ciudades.

¿Cómo logra entonces tener precios finales más bajos en la leche que llega al consumidor? ¿Puede lograrse un producto combinado que se conserve por bastante tiempo y que sea más económico para los estratos de la población que no consumen leche o consumen leche cruda? Lograrlo debe incluir innovación industrial y mayor integración vertical y horizontal de la cadena de valor.

Lo que sí es cierto es que vamos en contra de la corriente: mientras el mundo toma más pasteurizada, en Colombia vamos con más larga vida.