La semana inició con la noticia sobre la baja del precio de la leche al consumidor, situación curiosa ante un fenómeno de verano intenso que ya completa poco más de un mes y que al contrario debería indicar precios hacia arriba.
Lo mejor resultó ser que realizara un análisis de mercado, y efectivamente me fui a visitar supermercados y tiendas. Encontré que muchas marcas iniciaron 2024 con bajas importantes en el precio de la leche líquida.
Es una muy buena noticia para el consumidor, claro hay que recordar que entre 2022 y 2023 el consumo per cápita de leche y derivados descendió siete litros equivalentes; y ante este escenario la industria lechera está generando nuevas estrategias de mercadeo que incluyen promociones, descuentos y bajas de precio como las que estamos viendo, pero que además involucra bajar de manera importante sus inventarios.
Vale recordar que desde marzo hasta mediados de diciembre de 2023 el clima fue favorable para la producción, en una adecuada combinación de días soleados y lluviosos, situación que llevó el precio del productor a la baja, permitiendo a la industria aumentar sus inventarios ante la incertidumbre de la llegada de “El Niño”, el cual solo ingresó de manera intensa cinco meses después de lo previsto. Hoy la leche de dicho “stock” es la que encontramos con promociones y descuentos. Aquí el punto de interés, y que todos esperamos como consumidores, es que la industria lechera pueda mantener estos precios, y que no sea “flor de verano”, precisamente en un escenario retador como el del fenómeno de El Niño. Y es que ciertamente el tema climático esta golpeando de manera muy intensa la producción de leche en la costa Caribe y de manera intermedia en la zona centro y norte de la región Andina.
Por ejemplo, en la costa Caribe puede notarse en el incremento del kilo del precio del queso costeño, que en los últimos dos meses registra un alza de 13%, y en la región Andina con el precio del kilo del queso campesino, con un alza más moderada, de 2%, pero que ya empieza a mostrar señales frente al tema productivo.
El IDEAM estima hoy que el fenómeno de “El Niño” iría al menos hasta el mes de abril, lo que indica indudablemente que en las próximas semanas ya se tendría alza de precios en la leche; por eso el reto de la industria de mantener precios bajos.
Muchos se preguntan, ¿y entonces por qué no dejar los inventarios para sortear la época más dura del verano? la respuesta es sencilla, porque la leche también se vence, y tenerla almacenada también genera un costo financiero.
Por ahora, ante tal baja en los precios, ojalá pueda repuntar en alguna proporción el consumo de leche que viene contraído, y, sobre todo, aprovechando que las importaciones han disminuido por cuenta del crecimiento internacional de precios, por el mismo fenómeno de el Niño; el que repunte sea el consumo de leche colombiana.