Lograr la admisibilidad sanitaria de carne colombiana en el mercado de Estados Unidos no es un simple capricho que obedezca al prestigio. Claro que lograrlo implicará que la carne colombiana tenga mayor reconocimiento mundial en uno de los mercados más exigentes del mundo, pero sobre todo permitirá que las cuentas cuadren.
Con la disminución del precio internacional de la carne y la apreciación del peso (menos pesos por dólar en la tasa de cambio), el margen del frigorífico que quiera exportar ha disminuido considerablemente o ha pasado a no existir. Tal situación se traslada a los demás eslabones de la cadena de valor.
Mientras que en 2023 el promedio de una tonelada de carne colombiana exportada tuvo un precio implícito promedio de US$4.126 dirigiéndonos a mercados de mediano valor, si las exportaciones se hubiesen realizado a EEUU el precio pagado promedio pudo estar entre los US$4.740 y los US$5.660 de acuerdo con su calidad.
Esto significa en promedio un 26% más al exportar a un mercado de mayor valor frente a los que son de menor exigencia, enviando específicamente a EEUU cuyo ingreso per cápita supera los US$73 mil anuales, frente a los US$ 7 mil de Colombia o US$15 mil del mismo China.
Claro, se cubriría la apreciación del peso que alcanzó 18% en 2023, lo que permitiría mantener dinámica en la exportación. Ahora, con mayores exportaciones de carne sin duda tendríamos importantes ajustes en el mercado de la leche que continuará con precios a la baja o sin repuntar por cuenta de más lluvias que significan más pastos y más pastos es sin duda más leche.
Lo que resulta aquí importante es finiquitar los requisitos que EEUU ha colocado para dar entrada a la carne colombiana en dicho país. Pero el país del norte se hace el de la vista gorda, y no le da el “interés” que corresponde a quien siempre ha llamado su aliado. Mientras tanto EEUU sí tiene las puertas abiertas para exportar leche en polvo y lactosueros, el que quieran, a territorio colombiano. A propósito, ¿cómo irá el avance de Mincomercio para establecer una salvaguardia por subvenciones a propósito de estas importaciones de leche desde Estados Unidos?
En ese sentido, si el Gobierno Colombiano en cabeza del ICA no exige a EEUU la retroalimentación de lo que se requiere para cumplirlo en el menor tiempo posible, pues continuaremos viendo, cómo países con menor tradición ganadera, menor hato, pero sí mayor diplomacia comercial y sanitaria, sí exportan a EEUU y nosotros solo seguimos viviendo de la ilusión.
Igual situación ocurre con Canadá y México. Entonces, mayor diligencia sí se requiere para equilibrar el mercado de la carne y además salir de una de las mas fuertes crisis del sector lechero.
@ocubillos