En las ganaderías de cría, doble propósito y lechería especializada sólo si hay partos, tenemos crías, leche y consecuentemente ingresos.   Como país alcanzamos sólo un 52% de natalidad, muy por debajo de nuestros competidores, que están entre el 63 y 82%.   Buena parte del mal comportamiento de la fertilidad de nuestro hato se debe a que un porcentaje importante de las vacas dan cría en períodos en los que la disponibilidad de pasto y las condiciones de confort, no son las que requieren para entrar rápidamente en calor y volver a preñar.   Con el ánimo de solucionar esta situación y tomando como base la experiencia de países líderes en producción de carne, el equipo técnico de Fedegán-Fondo Nacional del Ganado, durante algo más de 3 años puso en marcha un piloto de Planeación de Partos o Montas Estacionales.   Se buscó que las vacas dieran cría en la época de mejor oferta forrajera y de mayor confort térmico, cuando su condición corporal es la adecuada y el balance energético positivo; lo anterior permite que preñen más rápido y que los terneros se desarrollen mejor.   El proyecto se llevó a cabo en fincas de cría y doble propósito, ubicadas en tres regiones: Magdalena medio, Costa Atlántica y Llanos orientales.   Los períodos de parto se definieron en función del sistema de producción, el régimen de lluvias (monomodal o bimodal), el Índice de Temperatura Humedad (calculado con base en la información climatológica de la zona) y el nivel de encharcamiento de los suelos en cada finca.   Definidos los meses en que se proyectaron los partos en cada predio, se determinaron las estaciones de monta, que se llevaron a cabo 9 meses antes.   Con esta tecnología se logró aumentar en promedio un 10% la natalidad de las fincas, llegando en algunos casos (en los predios con fertilidad más baja) hasta el 13%; en el caso de las fincas de cría, que tenían las menores natalidades, el incremento en los ingresos llegó hasta el 30%.   Al mismo tiempo que aumentó la fertilidad, mejoró el porcentaje de destetes y el peso de los terneros, logrando además mayor organización en los procedimientos internos de las explotaciones y mejor utilización de la mano de obra.   Pasar una finca de monta continua a monta estacional, toma alrededor de 3 años, hasta que todas las hembras queden incluidas en el programa.   Si lográramos generalizar en Colombia esta práctica, especialmente en las ganaderías de cría y de doble propósito, mejorarían los ingresos de los productores y al mismo tiempo aumentaríamos la oferta de ganado gordo en alrededor de 400.000 animales, con lo cual atenderíamos los mercados internacionales que ya están abiertos y el incremento de la demanda interna.   Este es el tipo de estrategias que deberíamos convertir en un propósito nacional, como en su momento lo fue la erradicación de la fiebre aftosa. Sólo pensando en grande y con visión de futuro, lograremos ser competitivos como país.   Carlos Osorio M.V. carlos.osorio.neira@gmail.com