En tiempos de dificultad como los actuales, incluso hoy más críticos frente a lo que ocurría un año atrás, el foco de nuestra existencia debería concentrarse en ser empáticos, solidarios, apadrinar. Muchas poblaciones, países, familias, hoy la están pasando peor que en los meses anteriores de donde ya venían mal.
Por fortuna para los países de recursos suficientes ya varios empiezan a salir de esta crisis sanitaria. Israel, EEUU, UE, Australia, entre otros, vuelven a sentir esperanza luego de pasar meses de constante y creciente incertidumbre.
Ya con esta afortunada ventaja podrían centrase en hacer énfasis en mayor cooperación internacional. China tiene una gran deuda con el mundo, incluso hace un año anunciaba que para resarcir algo el daño causado, contribuiría con USD2.000 millones para mitigar el impacto sanitario de la Covid19. Poco se ha visto.
Al contrario, vio la oportunidad de hacer un negocio en la crisis al también fabricar un par de vacunas, situación no diferente a la de los demás laboratorios farmacéuticos. Sin embargo, hoy China podría darle una mano a un país como la India envuelto en una dramática y lamentable situación sanitaria.
Así, cada país que vaya saliendo de este año y medio de crisis debería concentrase en darle la mano a otro: Israel a Uruguay, Estados Unidos a México o Canadá, Francia a Sudáfrica. La ayuda mutua sin duda será fundamental para sobrepasar la crisis sanitaria, así como la económica.
Incluso ya hace muchos meses escribía de la necesidad de que los laboratorios farmacéuticos compartieran patentes con otros con el fin de hacer eficientes los procesos de vacunación, lo que no implicaba dejar de generar utilidades para sus creadores. Por supuesto no ocurrió.
Incluso ante los planteamientos de gobiernos como el nuestro de permitir a los privados comprar vacunas, los laboratorios farmacéuticos se agazaparon y no lo permitieron. Hasta la enfermedad se monopoliza.
Pero la tarea no solo corresponde a los gobiernos, también a las personas. En Colombia, ayer el DANE anunciaba las desafortunadas cifras en donde 1,7 millones de hogares solo están logrando acceder a dos comidas al día. Son poco más de 7,1 millones de personas que incluyen más de 3 millones niños, que no logran la nutrición adecuada y por lo tanto tendrán dificultades en su crecimiento, en su aprendizaje, en su adecuado desarrollo.
Quienes hemos tenido la fortuna de sobrellevar esta crisis en una posición estable y cómoda, también debemos ser solidarios con los más desafortunados. No olvidemos que el sector ganadero, desde ya tiempo atrás, ha propuesto un fondo común para llevar leche a las poblaciones vulnerables. La propuesta sigue abierta, al gobierno le suena, pero la respuesta de los procesadores no ha llegado.
Claro, falta empatía, falta colocarse en el lugar del otro para medianamente comprender las necesidades y dificultades de los demás. ¿Hemos hecho el ejercicio de ponernos en el lugar del vendedor de dulces o de sombrillas? Vale la pena que esta semana practiquemos ser empáticos, y por varios meses más practiquemos ser padrinos.
@ojcubillosp