Amigos Campesinos y hombres del campo: hay que pedirle a Dios que no les llegue una de las plagas de Egipto, en especial la llamada GLOSOPEDA o PETROAFTOSA, porque ese sería el sepulturero de la ganadería en Colombia.
La ganadería es para mí una de las actividades más bellas que puede ejercer un ser humano, y de la cual debe sentirse honrado. Dios nos entregó la tierra y todo lo que en ella hay para explotarla sanamente. Nunca para sembrar coca, ni marihuana, ni menos para enfermar la humanidad.
La tierra es para cultivarla y para ponerla a producir y alimentar los pueblos. Dios bendiga a los campesinos y todos los hombres del campo. Yo abrigo la esperanza, aunque sea en sueños, de volver a tener tan siquiera un pan coger, cercano a Melgar, Salgar, Puerto Colombia, para honrar, lo que los absurdos de la izquierda pretenden denigrar y destruir y expropiar: la tierra, el campo y sus campesinos.
Yo ejercí la agricultura y ganadería, y por causa de la violencia, me vi obligado a abandonarla, y por su puesto perderlo todo. Paso esa página oscura de mi vida porque, como decía don Ulises Galofre, estamos vivos. Aclaro, todo fue mucho antes de haber llegado al poder Álvaro Uribe, que fue capaz de regresarle la vida, el oxígeno al campo y la dignidad a los campesinos. Me lamento, no hubiera sido en su tiempo, porque hoy estaría disfrutando de la tierra y seguramente crecido en tecnología.
Hoy escuchaba el mensaje a los ganaderos del Doctor José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán, quien defienda al sector con vehemencia y pasión definida, en su video y diario accionar. En esta ocasión mostrando con imágenes de apoyo todos los desastres que los bandoleros de la primera línea -pupilos de Petro, Bolívar, Santos y Samper-, le hicieron al sector empresarial y micro empresarial del país.
Muchos de los perjudicados perdieron el tiempo, pues el esfuerzo logrado de años, trabajados con el sudor de la frente, se los arrebataron unos picaros y criminales que, al sembrar el caos, destruyeron y acabaron con sus propiedades y negocios, y tendrán que empezar de cero.
Comentaba el Doctor Lafaurie que nuestra industria ganadera es prospera, de un potencial enorme, por lo que hay que creer en ella. Ponerle FE en el sector, podría ser, mucho mejor, si los gobiernos nos tuvieran agendados en su primera hoja de compromisos y no como ocurre en la mayoría de los casos, en que se habla de este sector en las campañas, y se olvida en el desarrollo del gobierno.
Lafaurie puntualmente señala unas cifras maravillosas, cuando nos dice que hay 640 mil hombres que están viviendo de la ganadería, y que estas generan por concepto del ordeño, siete mil millones de litros de leche y 800 mil toneladas de carne, las que, una parte se quedan en Colombia y otra van para el exterior.
Amigos Campesinos y hombres del campo: hay que pedirle a Dios que no les llegue una de las plagas de Egipto, en especial la llamada GLOSOPEDA o PETROAFTOSA, porque ese sería el sepulturero de la ganadería en Colombia.
Editorial, Punta de Lanza. Sábado 12 de febrero del 2022