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Pelea Petro – Trump, nada bueno para nuestro comercio

Por Oscar Cubillos Pedraza - 28 de Enero 2025


Dado los estilos de los dos mandatarios tal situación llegaría, solo que no pensábamos que fuera tan pronto; y aunque en teoría parece superada la crisis diplomática entre Colombia y EEUU que afectaría las relaciones comerciales entre los dos países, seguramente en el futuro cercano volveremos a ver situaciones de este tipo.

Aquí el asunto es que Colombia no puede decir de un día para otro “chao comercio, buscaremos otros destinos”. Lograr acceso a nuevos mercados no es tarea fácil, no solo por los términos de calidad, o fitosanitarios para el caso de los agropecuarios que imponen otros países; sino por la fácil logística, cercanía, tamaño de mercado y poder adquisitivo que representa EEUU.

EEUU representa el 29% del total de nuestras exportaciones. En 2024, de los US$49 mil millones que se enviaron en diferentes bienes a todo el mundo, alrededor de US$14 mil millones tuvieron como destino el país del norte, y de ello unos US$4.800 millones fueron exportaciones del sector agropecuario.

Un arancel que hoy fuera del 25% y en ocho días del 50% sencillamente nos sacaría del mercado americano al no ser competitivos, lo cual no se arregla con una medida reciproca, es decir Colombia colocándole un arancel idéntico a lo que se importa desde EEUU ¿por qué?

De un lado, del total de ventas que EEUU le realiza al mundo, las exportaciones a Colombia apenas representan el 1% del total, y, segundo, al fin y al cabo, se encarecerían todos los insumos y materias primas que les importamos: maíz y soja, drogas y medicamentos, maquinaria y repuestos, productos químicos, etc. Traerlos de otro origen resultaría también costoso situación que impactaría directamente el tema de control de inflación en nuestro país: más inflación es igual a mayores tasas de interés, y tasas de interés más elevadas representa menor crecimiento económico. Menores ventas a EEUU también representa una tasa de cambio más alta.

Con un arancel de 50 % y en torno a nuestro sector lechero, hipotéticamente, la leche en polvo que se importa desde EEUU no tendría capacidad de entrada a nuestro país. Además, las 1.300 toneladas de leche y derivados lácteos, unos US$7 millones, que se exportan a EEUU tampoco podrían competir. Sin embargo para este caso de leche y sus derivados existe un TLC que no termina afectando la importación o exportación de leche. Pero muchos otros insumos para la producción nacional sí tendrían 50% más de precio en una semana; balanceados y concentrados, fertilizantes, empaques, etc.

Sumado a esto, los procesos de admisibilidad sanitaria de carne de bovino colombiana al mercado de EEUU podrían quedar en vilo, sabiendo además que en un par de semanas FSIS (Food Safety and Inspection Service) la autoridad de alimentos americana estará visitando frigoríficos en nuestro país.

En resumen, nada bueno queda cuando no se utilizan los canales diplomáticos, y en medio de las discusiones de otros asuntos termina arrastrándose al comercio. Ojalá después de este “agarrón” no queden secuelas, pero realmente lo dudo.