Pese a que los productores han pedido que se excluya de dicha negociación al sector lácteo, mi preocupación radica en que los negociadores, que al fin y al cabo son del gobierno, terminen “entregando la leche” para recibir ventajas en otros sectores económicos. No podemos dejar que se repita la historia cuando en la firma de TLC con la Unión Europea los negociadores de ese entonces convirtieron a nuestro sector lácteo en moneda de trueque a cambio de favorecer a los sectores industriales. Ese sí sería un escenario de mucha leche en Colombia. Sería catastrófico. Tanto lo es que hasta la misma industria ha pedido la exclusión, pues no solo llegaría leche en polvo, sino quesos, mantequillas y otros derivados que podrían en jaque al sector industrial lácteo. Antes que esta u otras amenazas puedan hacerse reales, vale la pena aprovechar el mercado de 31 millones de personas en estrato 1 y 2 que tiene el país. Productos diferenciados y de menor costo deben llegar a esos nichos, en donde la industria está desaprovechando un mercado de al menos 1.200 millones de litros. Al fin y al cabo si llevamos 8 años queriendo ser de la OCDE, debe ser porque ya hay con que tomar leche en los estratos de menor ingreso del país.