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No se progresa solo con buenas intenciones

Por Oscar Cubillos Pedraza - 26 de Febrero 2023

Hace unos días el DANE entregó las cifras de crecimiento económico de 2022 referidas al Producto Interno Bruto (PIB). Allí se evidencia un buen ritmo económico con aumento de 7,5% para todo el año anterior, pero tan solo de 2,9% en el último trimestre del año. ¿Qué ocurre?

Hace unos días el DANE entregó las cifras de crecimiento económico de 2022 referidas al Producto Interno Bruto (PIB). Allí se evidencia un buen ritmo económico con aumento de 7,5% para todo el año anterior, pero tan solo de 2,9% en el último trimestre del año. ¿Qué ocurre?

Hagamos memoria de cifras rápidamente. En el primer trimestre de 2022 el crecimiento fue de 7,8%, en el segundo la cifra llegó a 12,3%, mientras que en el tercero alcanzó de nuevo 7,8%, y cerró en el cuarto trimestre con 2,9%.

Efectivamente se nota menor ritmo económico en los últimos tres meses del año, que en primera instancia pudieran atribuirse a factores externos que han incidido sobre la economía nacional. Ejemplo de ello es la situación inflacionaria mundial que ha originado internamente una política monetaria contraccionista, lo que significa crédito más costoso, y, que al fin y al cabo lleva a un escenario de menor consumo que traduce menor dinamismo en nuestra economía.

Pero me preguntaba si todas las culpas pueden atribuirse a situaciones externas, pues al fin y al cabo la subida de la inflación fue más crítica en 2021, ¿cómo hemos maniobrado internamente?

Entonces me dio por revisar cifras de un par de países para ver cómo vienen afrontando los choques externos. El primero Chile, con cifras de crecimiento en el primer trimestre de 2022 de 7,1%, en el segundo de 5,8% y en el tercero un decrecimiento de 0,1%. Pendiente las cifras del cuarto, curiosamente demoradas en un país perteneciente a la OCDE, como lo es Colombia.

Se evidencia en Chile también una pérdida de ritmo desde el segundo trimestre de 2022. Vale recordar que el nuevo gobierno presidencial en Chile inició en el mes de marzo del año anterior. ¿Las nuevas políticas gubernamentales en el país austral han generado pérdida de confianza en las inversiones?

Veamos entonces lo ocurrido en Perú: 3,8% en el primer trimestre, 3,3% en el segundo y 1,7% en el tercero, también a la espera del último trimestre. Recordemos que Pedro Castillo inició su gobierno en julio de 2021, por lo cual la constante baja en el crecimiento del PIB corresponden a su gestión.

En el caso de nuestro país, en la última encuesta Pulso País realizada por Datexco Company, al inicio de febrero; solo el 36% de los encuestados respondió que el país va por buen camino. Claro, mucha incertidumbre circula frente a temas económicos y sociales de gran sensibilidad: no contar con nuevos contratos de exploración petrolera, gasífera, carbonera; la reforma a la salud, la reforma laboral y pensional, y la creciente inseguridad, que va desde la física hasta la jurídica, vienen incrementando el clima de pesimismo para la realización de negocios.

Hay que ver en próximas semanas cómo se comportan las cifras de inversión extranjera que publica trimestralmente el Banco de la República para empezar a percibir cómo está el ambiente de inversión afuera. Lo que sí es claro es que los resultados mostrados hasta ahora no respaldan las buenas intenciones que se puedan tener.

@ojcubillosp