Lo que debe tenerse en cuenta es que dicho proyecto impide la exportación de cualquier especie en pie, limitando la actividad económica, lo que va en contravía de las libertades expresadas en nuestra Constitución.
En el caso de la ganadería bovina, la realidad es que existen al menos 132 mil familias que derivan sus ingresos de la actividad de ceba y unas 268 mil que lo hacen de las de cría; y que, al limitarse la actividad exportadora, desestimula directa o indirectamente el nivel de precios de los animales gordos y flacos.
Por supuesto, muchos insistirán en que no se exporten bovinos en pie sino carne en canal, o despostada, pero la realidad es que desde que entraron en vigor muchos de los TLC vigentes ha sido nulo el provecho que se ha podido sacar por falta de admisibilidad sanitaria, sin olvidar que entre junio de 2017 y febrero de 2020 el estatus sanitario estuvo más en suspensión que en uso.
Ha sido la exportación de animales en pie la actividad que le ha dado dinámica al sector en épocas de crisis. Entre el año 2006 y mayo de 2020 se exportaron 1,5 millones de bovinos en pie que le han representado al país ingresos por USD 1.384 millones.
Por supuesto, en años de la primera década del siglo mucho del comercio se dirigía a Venezuela, lo que hacía que el comercio fuera terrestre. Hoy la realidad es otra, pues esos que limitaron las libertades económicas en el país vecino, lo llevaron a la ruina y Colombia como socio natural debió buscar nuevos mercados.
Los encontró en Medio Oriente y norte de África, en donde por obvias razones el comercio solo se puede hacer vía marítima. De hecho, en el año 2019 las exportaciones mundiales de bovinos en pie fueron de 8,4 millones de cabezas, en donde Colombia participó con el 0,9% al enviar a diferentes destinos 75 mil bovinos, todos en embarcaciones especializadas.
De esas 8,4 millones de cabezas del mercado mundial de bovinos en pie, poco más de 6,7 millones se movilizaron vía marítima, los demás fueron flujos terrestres de países vecinos o intracomunitarios como ocurre en Europa.
Ahora bien, como en cualquier relación comercial y contractual el vendedor entrega al comprador un bien en condiciones de calidad, que para este caso deben sumarse las correctas de bienestar animal, que es lo que adecuadamente se ha hecho, siendo veedor de tal labor el Instituto Colombiano Agropecuario - ICA.
Situación diferente es el espectáculo mediático que ahora pretenden hacer con imágenes que ni siquiera corresponden al comercio originado en Colombia. Bien vale tener en cuenta que hoy buscan limitar el comercio de animales en pie. No nos engañemos, luego pretenderán prohibir el consumo de carne o leche.