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No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague

Por - 28 de Febrero 2023

… dice la célebre frase, y que termina aplicándonos, al menos en la parte del plazo, frente a la desgravación comercial lechera con Estados Unidos. Recordemos que solo quedan cuatro años de contingentes y de aranceles extra-cuota, los primeros crecientes, los segundos cada vez más reducidos.

… dice la célebre frase, y que termina aplicándonos, al menos en la parte del plazo, frente a la desgravación comercial lechera con Estados Unidos. Recordemos que solo quedan cuatro años de contingentes y de aranceles extra-cuota, los primeros crecientes, los segundos cada vez más reducidos.

Efectivamente, el tiempo se terminó. Ya en mayo próximo se cumplirán 10 años de haber entrado en vigor el Tratado de Libre Comercio con EEUU. Para esa época el gobierno de turno, el de 2012, veía muy lejano el que llegara el 1 de enero de 2026. Apocalípticos nos decían.

Pues el tiempo pasó y pasó, y a pesar de haber tenido diferentes documentos CONPES, que en teoría respaldaban la implementación de políticas públicas para fortalecer al sector lechero, poca gestión y poca gerencia tuvieron. Incluso aun hoy, no se termina, ni se implementa el Plan de Ordenamiento Productivo de la cadena láctea, que tendrá un horizonte de trabajo de 20 años. Sin duda, dos décadas más adelante el sector lechero será uno muy diferente al que han venido diagnosticando.

Pero volviendo a la desgravación, en un mes, el 1 de enero de 2022, el cupo de entrada de leche en polvo desde EEUU será de 14.266 toneladas, es decir 1.297 toneladas más que en 2021, mientras que el arancel de importaciones que estén por fuera de dicho cupo será de 8,8%, equivalente a 2,2% menos que en 2021. El último año en el que se tendrá cupo y arancel será 2025, el primero de 18.897 toneladas y el segundo apenas de 2,2%. Ya el 1 de enero de 2026 se tendrá libre comercio.

Lo que nos ha quitado algo de presión en 2021 ha sido, primero la tasa de cambio que con un peso depreciado ha encarecido las importaciones. Sin embargo, ¿hasta cuándo durará? Lo segundo, mayores precios relativos en las cotizaciones internacionales de la leche en polvo, que también las ha hecho más costosas como para comprar para el mercado interno.

Pero como la segunda parte de la frase, no hay deuda que no se pague; y ojalá sea pronto, pues para dar la pelea en 2026 frente a la ola importadora, es necesario ponernos al día en diferentes temas que ya han sido enumerados en diferentes documentos de diagnóstico, que seguramente es lo que mejor sabemos hacer en Colombia, y no solo en el sector agropecuario: diagnosticar y diagnosticar.

Ahora bien, ad-portas de la llegada del libre comercio en leche, enfocarnos en 500 variables de trabajo sería pretender hacer que las políticas públicas hagan en cuatro años lo que no intentaron hacer en más de una década, cuando se definió el primer documento CONPES, el 3376, por allá en 2005.

Es necesario focalizar en 3 o 4 variables que sirvan como catalizadoras, en acción semejante a lo que ocurre en el sector cárnico, en donde el comercio internacional y la inversión extranjera han dinamizado la cadena de valor. Hoy el enfoque multiplicador, sin duda, es la variable trazabilidad.

En leche estoy convencido que las variables de mercado también son las que nos ordenarán y las principales son la de comercio internacional en la que ha mejorado el movimiento exportador desde 2020, pero sobre todo la de consumo interno en donde aun hay inmensas deudas que no se pagan, específicamente con 32 millones de habitantes, de bajo ingreso, que consumen menos de 40 litros de leche “decente” al año.

@ojcubillosp